Todos somos del barrio

VALÈNCIA. El barrio es ese lugar al que todos pertenecemos. Al que a veces volvemos, y del que otras veces marchamos, pero él siempre nos persigue -mal que nos pese-. Una ciudad con tanto carácter como València se construye con la singularidad de sus barrios. Desde las tabernas cabanyaleras, a las calles empedradas de Campanar, pasando por el Mercat de Russafa, las casas costumbristas de Benimaclet o los almuerzos en Torrefiel. Cada quien tiene lo suyo, y cuando una temible tempestad ha venido a agitarnos la vida, bien que hemos corrido a refugiarnos. Al calor de los negocios que rodean nuestras casas, que han estado toda la vida a nuestro lado y que habíamos dejado de mirar con amor, hasta que nos han ofrecido su cobijo. Pues bien, vamos a rendirles un merecido homenaje. El Anuario Hedonista 2021 está dedicado a los barrios.

Ya está aquí; ayer lo presentamos en sociedad. A partir de la semana que viene podrá comprarse en tiendas, kioscos y puntos de venta habituales, además de habilitarse sus encargos por la web. Es el regalo de Navidad perfecto para los gastrónomos. También para aquellos que simplemente quieran conocer mejor la hostelería de la ciudad donde viven, desde los restaurantes con mantel, a las trincheras de la tapa. A partir de ahora, vamos a estar allá donde se coma y se beba bien, porque en está quinta edición -¡quinta ya!- nos conocemos mejor y nos permitimos ser quienes somos. Y somos el anuario de la gente, cero pamplinas. 180 páginas de amor por la gastronomía, maravillosamente ilustradas por Jorge Lawerta, fotografías de Marga Ferrer y prólogo de David Muñoz, quien también es muy de barrio. En concreto, de La Elipa (Madrid).

En el acto de ayer fuimos muchos, menos de los que nos habría gustado -debido a la limitación de aforo por la situación sanitaria, que nos tiene fritos-, pero los suficientes como para valorar el esfuerzo. Así lo explicó Enrique Lucas, presidente de Ediciones Plaza, encargado de abrir el acto y de agradecer la presencia de todos los hosteleros, políticos, empresarios y rostros amigos en un año tan complicado. Precisamente, para darle aliento al sector nos atrevimos a sacar nuestra publicación anual en papel, que culmina lo que viernes a viernes hacemos en formato digital. Lo decía Jesús Terrés, director de Guía Hedonista, segunda personalidad sobre el estrado y faro de este proyecto. Esto es por y para los bares que han resistido el temporal y han sido mástiles en momentos donde perdimos el aliento. Para los bares que han escrito -también- nuestra historia personal, porque al final va de eso: de la sillita al sol y la felicidad en la mesa. 

"Somos mediterráneos. No comemos por las calorías, sino por la sentimentalidad de reunirnos alrededor de la mesa", decía Terrés. Y a continuación desvelaba que conoció a su mujer en un restaurante (A'Barra, de Madrid), que le contó a su mejor amigo que se casaba en otra barra (la de Casa Montaña, en El Cabanyal) y que hace poco llevó a su madre a comer a Rausell porque quería celebrar que volvían a reunirse. Así que no fue ningún chef condecorado el que subió al escenario para la tertulia, sino un hostelero de pura cepa y de toda la vida: José Rausell.

Si alguien sabe de la hostelería de barrio, esos son los Rausell. La barra de Ángel Guimerà es una de las mejor surtidas de València, pero más allá del producto, está el trato inmejorable. Los hermanos José y Miguel, herederos del negocio levantado por su padre en los años 40, son trabajadores poco ruidosos, al tiempo que admirados y respetados por todo el sector. Decía el primero que se había pasado la vida pidiéndole a sus hijos que estudiaran otra cosa y ahora le daba pena la falta de relevo. "Pero Rausell seguirá, de una u otra forma, si es que la pandemia nos deja", continuaba en relato: "Las cosas se han puesto complicadas desde hace un tiempo y ahora sobrevivirán, ya no los mejores restaurantes, sino los mejores empresarios. Estoy convencido de que nosotros podríamos ser mejores empresarios, porque tenemos una rotación de gente muy alta, pero no sacamos tanto beneficio". Porque ellos priman la calidad de la comida y la felicidad del cliente. Porque, ante todo, son uno de esos bares que hace barrio.

Después de la tradicional charla, una novedad de este año: la entrega de premios. A través de ellos, hemos querido reconocer vuestra labor, porque ahora, más que nunca, es importante destacar lo que se hace bien. Por ello, el palmarés fue cercano, y a la vez excepcional.

Premios Hedonistas 2021

Así las cosas, subieron al escenario Jesús Gor y Borja Parellada, de Basea Restaurante, quienes fueron reconocidos con el premio 'Talento Hedonista 2021'. Hizo entrega del galardón la chef Begoña Rodrigo, que ostenta una Estrella Michelin en La Salita. Dada su apuesta por la huerta y el producto de proximidad, Napicol recibió el reconocimiento 'Restaurante Sostenible', que recogieron Chemo Rausell y Ana Becerro de manos de Tomás Ramirez, jefe de la delegación comercial en València de Coca-Cola European Partners Iberia. Esta empresa viene demostrando un gran esfuerzo por impulsar la sostenibilidad, con proyectos como #Hostelería por el Clima. El premio 'Producto Hedonista 2021' fue para Anchoas López, así que lo recogió Rafa López, quien estrechó la mano de Ricard Camarena. Y por último, QDelivery fue reconocido como el mejor 'Delivery', en un año donde este servicio ha cobrado una importancia inusitada, y puede que irreversible. Así lo asumió durante la recogida Quique Dacosta, quien posaba junto a su equipo, tras recibir el galardón de manos de Sandra Gómez, vicealcaldesa de València.

El acto se cerraba con la intervención de Francesc Colomer, secretario autonómico de Turismo, quien además de sensibilizarse con la situación del sector y prometer que se adoptarían medidas una vez que pasara la emergencia sanitaria, optó por hablar del lado humano. Por volverse, como Guía Hedonista, hacia el barrio y todo lo que tenemos cerca. Parafraseaba una frase del libro de Jesús Terrés, 'Nada Importa': "Ha llegado la hora de redescubrir nuestra cuidad con los ojos de un turista". A falta de destinos lejanos, el turismo se torna una actitud vital.

No hubo cóctel; vaya. Apenas unos cuantos choques de codos y un 'ojalá todo vaya bien'. Quizá alguna comida posterior, un brindis por la vida. Con vinos de bodegas valencianas, como las que todos los años apoyan la cita. Además, los asistentes recibieron un detalle para poner en valor la calidad del producto valenciano, de proximidad y de temporada, gracias al Consell Regulador de la Alcachofa y al Ayuntamiento de Benicarló, así como a la Reganyà d'Alzira. Lo nuestro, lo de toda la vida, y bien rico que está. Es hora de que los valencianos nos creamos lo que somos, de que todos nos sintamos parte del barrio y de que el barrio acabe haciendo la ciudad que nos dará cobijo. Se puede ser muy feliz tomando un avión rumbo a otro continente, pero también bajando al bar de la esquina y chocando las cañas con los amigos. Cuando todo se ponga difícil, cuando la tempestad amenace con derribarte y no sea posible navegar hacia el horizonte, ya lo sabes: vuelve hacia la orilla y espera a que escampe la tormenta. Siempre lo hace.

Es la hora del barrio, de los hosteleros y del Anuario Hedonista 2021.

PHOTOCALL DE LA PRESENTACIÓN