Casa Montaña

Me pasa una cosa con Casa Montaña, la taberna más castiza de Els Poblats Marítims y de València: nunca sé si celebrar su inmovilismo o verlo como un triunfo. Es que a veces parece un pecado, en este presente tan dado a celebrar lo nuevo, que en la casa de Alejandro García todo sea como siempre ha sido y que los platos que nos emocionan sean valores seguros. Los michirones, esas bravas perfectas, sardinas en escabeche o sopa de cebolla. Siempre hay buenos vinos por copas, alegría en las mesas y un gesto de cariño en el servicio. ¿Qué más le podemos pedir a un bar?

En confianza: En mayo arranca la temporada de la clòtxina, y en esta taberna es religión. Buena compañía, un vino honesto y una cacerola de clòtxinas frescas sobre la mesa. Eso es la vida.