El año perdido del Centre del Carme
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Un grupo formado todo por mujeres pondrán música al proyecto expositivo de Art al Quadrat (Mónica y Gema del Rey) que se exhibe en el Centre del Carme hasta el 30 de agosto
VALÈNCIA. El dúo de las valencianas Art al Quadrat presenta este viernes en el Centre del Carme Cultura Contemporània (CCCC) la publicación de su exposición De coros, danzas y desmemoria a ritmo de tabal i dolçaina.
Un grupo formado todo por mujeres pondrán música al proyecto expositivo de Art al Quadrat (Mónica y Gema del Rey) que se exhibe en el Centre del Carme hasta el 30 de agosto.
La actuación contará con la versadora Maribel Crespo, las cantantes Lola Ledesma y Maria Amparo Hurtado y el tabal y la dolçaina de La Llavor, Marta Lapuerta y Raquel Dasca. Juntas interpretarán una serie de albaes que acompañarán a los y las asistentes en un recorrido por el Centre del Carme hasta la presentación de la publicación, en la sala de exposiciones.
La presentación del libro contará con la presencia de Irene Ballester Buigues y las artistas Art al Quadrat. La acción servirá para adentrarse en los entresijos del proyecto así como en los textos y reflexiones de las colaboradoras de la publicación.
De coros, danzas y desmemoria es un proyecto de investigación y videocreación que continúa la línea trazada por Art al Quadrat sobre la recuperación de la memoria histórica a través del lenguaje contemporáneo.
Esta exposición permite continuar mostrando que la represión que impuso el franquismo en toda España, especialmente en la vida de la mujer, no fue un acto aislado, sino que se utilizó de forma sistemática castrando y marcando a varias generaciones de mujeres.
El objetivo de Art al Quadrat es trascender el relato histórico para recuperar la memoria de las damnificadas por la guerra civil y posguerra, a las que siguen sin serles reconocido el sufrimiento ocasionado, restituyendo y sanando heridas antes de que desaparezcan sus memorias.
Según Pérez Pont “el proyecto del Centre del Carme mantiene un doble compromiso desde el punto de vista cultural con la investigación artística a través de convocatorias como Escletxes de la que parte esta exposición, y un compromiso social de transformación contribuyendo a visibilizar el trabajo de las mujeres, a la recuperación de la memoria y la reconstrucción del relato histórico desde una perspectiva de género”.
De coros, danzas y desmemoria es un proyecto “que surge de una necesidad que observamos durante la producción de una obra anterior: Las Jotas de las silenciadas, grabada en Teruel, donde recopilamos historias de cinco mujeres durante la Guerra Civil mediante cantos tradicionales. En aquel momento trabajamos codo con codo con la asociación Pozos de Caudé, dando voz a las historias de mujeres fusiladas y represaliadas” explican las artistas.
Con la prolongación de este proyecto, en De coros, danzas y desmemoria, se 'emula' a la Sección Femenina de FET y de las JONS con la organización Coros y Danzas de España, fundada en 1939 y que cesó su actividad en 1977. Este grupo confeccionó un imaginario del folclore «español» apropiando y vinculando la cultura popular al ideal del nacionalcatolicismo del franquismo. La recopilación se realizaba mediante las misiones, de manera poco rigurosa, a la merced de la buena voluntad más que de procedimientos científicos.
Según las artistas “se recogían canciones, danzas e indumentaria en toda España que, por cierto, se pueden consultar en la Biblioteca Nacional. También fueron característicos los conocidos concursos provinciales y nacionales. Las actuaciones viajaron al extranjero exportando la cara 'amable' del régimen, entrando allí donde la dictadura no podía acceder con política”.
“En nuestro proyecto transformamos los Coros y Danzas en la recuperación tanto del folclore crítico, ese elemento que la Sección desnaturalizó, como de las historias de mujeres, que normalmente son las grandes olvidadas de la historia, porque entre otros, recibieron castigos considerados menores, como el rapado del cabello o violaciones”.
En la obra fluctúan cinco ejes: la historia, las cantantes, el tipo de canto, la localización (las grabaciones se realizan en los lugares donde ocurrieron las historias) y en paralelo, la situación personal de las creadoras como artistas-gemelas-mujeres.
Sobre las historias recuperadas Art al Quadrat ha extendido su investigación al resto de la geografía española, como es el caso de la maestra María Anievas en Castilla y León, depurada de su cargo, el asesinato grupal de las 17 rosas de Guillena (Sevilla) o la violación en grupo que sufrió la rapsoda Fidelita Díez en Torrelavega (Cantabria).
En resumen, en la exposición se recogen 11 localizaciones, que se visualizan por orden cronológico vital y de grabación: València, Castilla-La Mancha, Andalucía, Galicia, Castilla y León, Cataluña, Canarias, País Vasco, Santander, Madrid y Teruel (la última proveniente de la obra anterior). No obstante, el proyecto sigue abierto en un futuro, puesto que todavía quedan muchos lugares por recorrer y muchas historias por contar y cantar.
Según Art al Quadrat “lo que ha sido una grata sorpresa, es el descubrimiento de las cantantes. Con su trabajo contribuyen a la recuperación y conservación del folclore desde un punto de vista actual y contemporáneo. Sin duda el trabajo toma forma gracias a ellas, a su interpretación y al compromiso con el tema tratado”.
La publicación recoge los textos teóricos de Irene Llàcer quien extrae 11 ideas que hablan de las 11 historias contadas en los audiovisuales; el de Irene Ballester, remarca cómo la historia del arte ha perpetuado el patriarcado a través de la aceptación de la violencia hacia las mujeres a través de su mitología e iconografía; el de Lola Martín es un relato escrito en primera persona de una mujer violada y el nacimiento del hijo fruto de esta violación durante el franquismo contándolo por primera vez a sus descendentes poniendo de relieve la memoria transgeneracional; y por último, el texto de Susana Blas, que llega a la sanación a través del análisis del proceso de trabajo de Art al Quadrat.
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