La cadena pública danesa DR estrena su último thriller y logra un nuevo éxito de ventas internacionales
VALENCIA. Mads (Thomas Bo Larsen), un policía danés, encuentra un cadáver flotando en la costa. La causa aparente es la de accidente de trabajo durante la instalación de unas turbinas en la mayor compañía eólica del país. Con la ayuda de un colega de la brigada de fraude pronto descubren que están ante un asunto mucho más turbio .
En paralelo conocemos el interior de la compañía eólica. Su director Alexander Södergreen (Nikolaj Lie Kaas), es un hombre de éxito, aunque en Energreen algo no va bien. Claudia (Natalie Madueño), una joven abogada de la compañía con ansias de ascender, detecta una serie de anomalías internas que ponen en jaque la normalidad de la empresa.
Por último, se nos presenta una tercera historia sin conexión aparente con las anteriores. La vida humilde del joven mecánico con antecedentes penales por robo de coches Nicky (Esben Smed), que sueña con cambiarse de casa a un barrio mejor junto con su mujer y su hijo recién nacido. Una ilusión a la que no pueden acceder con su pequeño sueldo, razón por la que se verá forzado a plantearse si volver a las andadas.
Este es el planteamiento de arranque del nuevo thriller noir de la televisión danesa titulado Bedrag. Escrito por uno de los guionistas de Borgen, Jeppe Gjervig Gram, que trabajó junto a Adam Price en la magnífica serie política, ha recibido un caluroso recibimiento en los mercados internacionales. Bedrag es una historia que gira en torno a la delincuencia económica. Follow the money, decía su claim durante el Festival de Berlín donde hizo su puesta de largo. Porque es cierto que tres de los personajes principales, el CEO, la abogada y el mecánico, tienen un punto en común: la codicia. El ladrón de coches desea más poder adquisitivo, el CEO mayor poder, y la ambición de la joven abogada le empuja a hacer lo que sea por escalar puestos. Tres historias que tratan sobre lo fácil que es caer en conductas corruptas si nos dejamos llevar por la bajeza de nuestros sentimientos más primarios.
El crimen provocado por mafias organizadas es una enorme fuente de creatividad para la ficción, con personajes fuera de la ley que más tarde o más temprano sufren las consecuencias por sus actos criminales. Como contraste, en el mundo real los escándalos financieros cada vez copan más páginas en los periódicos de nuestro tiempo. Los tejemanejes de ética cuestionable en el interior de algunas grandes empresas, o la utilización de los paraísos fiscales para operaciones ilegales, son conductas cotidianas entre estos criminales de corbata que viven entre nosotros como ciudadanos ejemplares, considerados incluso héroes por su éxito profesional. Hasta que un día alguien les descubre, o cometen un error… o un cadáver aparece en el océano.
Bedrag está preparando ya su segunda temporada desde antes de su estreno. Su éxito por adelantado se debe en parte a la suerte de heredar los réditos de otras series nacidas estos últimos años en Dinamarca. Títulos que han llegado muy lejos, como Forbrydelsen, Borgen y la coproducción con Suecia Bron. Bajo esta influencia, su trayectoria en otros países está creciendo con enorme facilidad aunque solo lleve emitidos en estos momentos tres episodios. Este caso podría parecernos excepcional, sin embargo es uno de tantos. Así es como transcurren las ventas internacionales.
En el año 2010, por ejemplo, la HBO lograba un hito sin precedentes para la cadena de cable: vender una de sus series a más de 160 países, la mayor venta internacional ocurrida por el prestigioso canal hasta la fecha. La responsable del éxito era el piloto de Boardwalk Empire, que gracias a su Productor Ejecutivo Martin Scorsese, fue recibida con entusiasmo en los mercados internacionales de compra-venta. Con tan sólo un piloto inacabado, la HBO consiguió rápidamente encontrar la financiación que le faltaba para producir el resto.
La compra de derechos de una ficción viendo únicamente su episodio piloto está a la orden del día, como decíamos. Conlleva un riesgo para quien compra, puesto que es una apuesta que no asegura adquirir una temporada completa fetén. Hay que tener en cuenta que en estas ferias coinciden las cadenas compradoras con los competidores en su territorio, todos queriendo comprar la mejor serie de la temporada. Para quien vende es una oportunidad si lo que tiene entre manos tiene suficientes atractivos. La firma de Martin Scorsese sin duda está entre los mejores reclamos, aquellos que producen una fe ciega, aunque también se puede acudir de la mano del prestigioso guionista y del país productor.
Es el caso de Bedrag. Además del nombre de su creador, avalado por su paso por Borgen, el hecho de que esté producida por la televisión danesa DR, que repite responsabilidades en esta serie, es otro ingrediente bien recibido por los compradores. Con estos dos cebos, el guionista y el país productor, se presentó la serie en el Festival de Berlín en febrero del año pasado. Bedrag consiguió así la atención mediática necesaria para salir del festival con catorce ventas internacionales, desde Gran Bretaña con la BBC, a los países nórdicos, Benelux, Portugal, hasta la lejana Australia, Canadá, y la televisión israelí. De remate, el Grupo Endemol Shine compró los derechos para hacer un remake en los Estados Unidos. Y todo esto tan solo con el visionado de un episodio. Háganme un favor, acuérdense de esta historia si alguna vez coincidimos para conversar de las expectativas sobre la futura Canal 9.