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CASTELLÓ. Carles Sans, uno de los tres vértices del Tricicle, llega este viernes al Auditorio de Vila-real (20.00 horas) para presentar el espectáculo con el que está llenando teatros desde hace algo más de tres años. ‘Per fi sol’ es el título bajo el que despliega todo un abanico de anécdotas, secretos, entresijos y cuanto se pueda uno imaginar del trío mímico y humorístico que ha marcado con nombre propio durante cuatro décadas el panorama cultural del país. El guapo del grupo, según se hacía llamar él mismo, decidió seguir sobre las tablas cuando el Tricicle bajó el telón y para ello llamó a José Corbacho, con quien codirige la obra. “Necesitaba a alguien que me diera la perspectiva y la distancia suficiente para conducir el proyecto”, ha explicado. El show que ambos han armado funciona, y extraordinariamente si bien, si nos atenemos al número de funciones que acumula y al volumen de las carcajadas que se escuchan en el patio de butacas.
‘Per fi sol’ es una exhibición del domino del ritmo, del tempo, del relato, de la mímica y del humor. Es, quizá, lo mejor que le podía haber pasado al Tricicle después de anunciar su parón indefinido. No solo pone en valor el trabajo que hizo Carles junto a Joan Gràcia y Paco Mir sino que está dando a conocer un trocito de historia del propio trío a los muchos espectadores jóvenes que acuden a verlo al teatro y que no vivieron en presente su apogeo. La obra llega a Vila-real con un carácter solidario, puesto que las entradas se pueden adquirir con un donativo de 4 euros que se destinará a la Asociación de Madres y Padres de Alumnos (AMPA) del Centro de Educación Especial La Panderola.
-¿Cómo ha sido la transición de subir al escenario acompañado y mudo a hacerlo en solitario y con un monólogo?
-Ha sido un cambio arriesgado. Venía de una trayectoria de 43 años de teatro gestual y con un éxito continuado y decidí emprender un proyecto en solitario, cambiando el género y utilizando la palabra. Eso es, como digo, una apuesta arriesgada. Pero afortunadamente llevo ya casi cuatro años con ‘Per fi sol’, y en vista de la respuesta del público considero que fue una idea muy acertada. La gente no para de reír durante toda la función y donde voy se llenan los teatros. Estoy satisfecho y es que, como se dice coloquialmente, quien no arriesga no gana.
-Nos presentas en Vila-real un monólogo en el que no solo tiene el poder la palabra sino también la mímica, esa gestualidad que era marca de la casa del Tricicle...
-Si, porque al margen de lo que explico lo importante es cómo lo cuento. La fusión de estos dos componentes es la clave. Las anécdotas que narro son muy divertidas, pero parte del éxito es cómo lo hago. Ahí es donde aparece el Carles Sans más Tricicle y donde se ve mi ADN Tricicle.
-¿Es una de las razones por las que los fans del Tricicle están disfrutando tanto de esta gira el hecho de que cuentes tantas interioridades de los tres?
-Claro. A la gente le gusta mucho escuchar anécdotas. Josep Pla afirmaba que lo que más le interesaba de la Historia eran las anécdotas. A las personas nos gustan mucho los chascarrillos, y si encima conoces a las personas sobre las que se está hablando, como es el caso de esta obra y el Tricicle, pues aún mejor. Pero no solo cuento cosas que nos pasaron a los tres sino también momentos que me han sucedido a mi personalmente. El denominador común es que todas son reales, no hay ficción. Por muy inverosímil que pueda parecer, todo ha ocurrido, y estoy seguro de que la gente lo va a disfrutar muchísimo.
-Desde hace mucho tiempo opinas sobre la actualidad en los periódicos. ¿También habrá esta parte más seria en el monólogo que escucharemos en Vila-real o te centras únicamente en lo anecdótico?
-La dejo completamente al lado. Pongo el foco en el anecdotario del Tricicle y el mio propio. Las consideraciones más sociales queda en un aparte. Aunque hay alguna nota de algún asunto concreto que sí que se escucha, lo que la gente verá será una especie de sobremesa multitudinaria como cuando después de comer los amigos empiezan a contar historias y todos participan. El otro día me señaló un espectador que si le había gustado el espectáculo había sido porque explicaba cosas de manera que parecía que se lo estaba contando a él.
-Entonces, ¿es real lo que cuentas de la colonoscopia (el gag más aplaudido del show)?
-Si. Es uno de los momentos más celebrados por la gente. Hay otros, como la experiencia que vivimos el Tricicle en el Japón o algunas de las cosas que he pasado en los aviones debido al miedo a volar que padecí durante muchos años.
Carles Sans (Tricicle): “Un actor, más allá de interpretar personajes, ha de tener capacidad para comunicar y empatizar con el público”
-¿Es este un espectáculo para nostálgicos del Tricicle?
-No únicamente. La gente que no ha visto nunca una obra nuestra está invitadísima igualmente. A veces tenemos público muy joven al ‘Per fi sol’. Vienen, en la mayoría de ocasiones, por acompañar a sus padres. A ellos el Tricicle les queda un poco lejos, pero te garantizo que se lo pasan muy bien. No es en absoluto necesario conocer el grupo ni nuestra trayectoria. Lo que se cuenta es divertido por sí mismo. Da igual si no sabes nada del Tricicle.
-¿No crees que con este espectáculo logras mantener al Tricicle en el candelero?
-En cierta manera. En realidad, es un homenaje al grupo. Lo que hago es perpetuar la vida del Tricicle a través de estas anécdotas. Gracias al espectáculo seguimos ahí, y también gracias al trabajo que hacemos a través de nuestras redes sociales. Un ejemplo de que eso es así lo tenemos esta misma semana. El martes por la noche, en TV3, se emitió el espectáculo ‘Hits’ e hizo una audiencia que incluso superó al programa de David Broncano aquí en Cataluña. Eso quiere decir que conservamos aún un público muy fiel.
-¿Cuantas veces han visto Joan y Paco la obra? ¿Qué opinan?
-Vinieron el día del estreno. A los dos les gustó muchísimo. Están los dos encantados con este espectáculo.
-Dominas el tiempo y el relato cada vez que subes a escena. ¿Eso es gracias a los 40 años de experiencia o es trabajo puro y duro?
-Es experiencia y es trabajo. Nunca imaginé que después de cerrar la etapa del Tricicle pudiera tener una vida profesional propia. Cuando llevas 43 años casado con el mismo producto no crees que pueda haber otra cosa. Pero llegó el momento y tomé la decisión. No te engaño si no te digo que un poco de ganas de utilizar la palabra sí que tenía. En mis orígenes yo estudié interpretación durante las clases de Arte Dramático que cursé en el Institut del Teatre en Barcelona. Era un actor de texto hasta que se cruzó Tricicle y cogí ese camino. Lo que vengo a decir es que yo ya tenía la conciencia de que podía sacar adelante un proyecto con texto porque lo conozco y lo domino, y constatarlo ha sido una gran satisfacción.
-¿Cómo es que siempre consigues conectar con el público, Carles?
-No lo sé. Es una cosa de oficio. Un actor, más allá de su capacidad por interpretar personajes ha de tener una capacidad innata de saber comunicar, transmitir y tener empatía con el público. No sé si es algo que se aprende, si se va adquiriendo o si es una cualidad con la que se nace. Pero lo cierto es que la gente enseguida conecta conmigo y yo con el público. Es algo que ya nos ocurría con Tricicle.
-¿Tuviste claro enseguida que tenías que hacer este espectáculo de la mano de José Corbacho?
-Si. Supe desde el primer momento que necesitaba a alguien a mi lado. Aunque yo tenía en la cabeza el espectáculo, era importante para mí que hubiera una persona que lo trabajara con perspectiva. Quien lo estudia desde fuera posee una capacidad de mejora de la obra que tú no tienes. La colaboración con Corbacho ha sido maravillosa. Me dio grandes sugerencias y nos entendimos enseguida muy bien los dos.