VALÈNCIA. Todavía descansan en sus salas las esculturas cerámicas proyectadas por la nigeriana Otobong Nkanga. También las imágenes acumuladas de Alberto Feijóo, que irrumpió en el centro con una suerte de almacén de objetos perdidos, o una revisión de su colección fotográfica, que reúne piezas de Robert Frank a Mira Bernabeu. Las salas del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) presentan estos días sus últimas exposiciones del año a la espera de la renovación que vendrá con la programación de 2024, un circuito en el que no solo lo expositivo marca el ritmo. La exhibición también baila con los procesos de creación, con la obra no acabada, con el prueba y error, unos procesos que de manera excepcional se abren a la mirada curiosa del público. De esta forma, el museo abre de nuevo las puertas de su peculiar estudio de artista, un espacio que en esta ocasión estará ocupado por el dibujante Carlos Maiques (València, 1971).
Será a partir del 22 de diciembre –y hasta el 5 de enero- cuando el creador ocupe el espacio IVAMLab3, que de manera excepcional se transformará en un estudio abierto en el que el visitante podrá encontrar a Maiques trabajando, al que podrá observar y con el que, cómo no, podrá dialogar en unas jornadas en las que su espacio de trabajo se muda a la calle Guillem de Castro. La iniciativa de ‘Estudio abierto’ nació en el año 2022 con el objetivo de dedicar un lugar del museo para que creadores pudieran producir, mostrar y compartir sus líneas de investigación y sus procesos de acción, un estudio que tuvo a LUCE como primer inquilino y que ahora recibe a Carlos Maiques. Lo hace con el proyecto Pareidolia hipercúbica, que recopila algunos de sus procesos artísticos, todos ellos con el denominador común del encuentro y continua aproximación de elementos dispares, imágenes y objetos.
Para desgranar su propuesta, el primer paso es sumergirse en el propio título de la acción. “La pareidolia sucede cuando el cerebro adjudica una identidad conocida a cualquier objeto, área o paisaje de la naturaleza. Se trata de un acto reflejo que todos hacemos de forma involuntaria. Ver caballos o dragones en las nubes, rostros en los azulejos, figuras en el suelo, etc.”, explica el artista. Mientras, el concepto matemático de hipercubo es una “reintensificación de un concepto previo, el cubo, que a su vez puede ser completamente imaginario o tener una forma física, representada en plano o como objeto tridimensional”, detalla.
En este sentido, es clave una mirada que, dependiendo de dónde y cómo se sitúe, es capaz de observar una u otra forma, un juego de percepciones al que el visitante del IVAM está invitado. “Como suele ocurrir, no se trata de algo permanente, hay grietas, y lo que parecía algo se desvanece como un espejismo. Como si fuera un truco de magia, puede volver a aparecer. Es un proceso de reparación constante, de recogida de incógnitas que aportan nuevos significados a lo anterior”. A partir de este concepto se conforma el proyecto de Estudio Abierto de Carlos Maiques, que abrirá sus puertas al público con el objetivo de compartir procesos y generar un diálogo, no necesariamente de generar un resultado. “Me gustan mucho los desvanes, los sótanos, la parte que normalmente no se ve. Cuando se visita la sala de un museo, una exposición, está todo el proyecto acabado. Siempre hay algo interesante en ver los trabajos cuando no están finalizados, cuando empiezan a salir”, explica en conversación con Culturplaza.
Maiques, que ha expuesto su trabajo en galerías como Luis Adelantado o Espai Visor, despliega ahora en el laboratorio del IVAM un taller que invita a reflexionar sobre lo que ocurre cuando cambia el espacio, los puntos de vista, utilizando tanto el dibujo como construcciones tridimensionales, como estructuras de madera, escayolas, papel o cartón. Además de transformar el IVAMLab3 en una suerte de espacio de creación, el proyecto incluye otras acciones artísticas y de mediación, actividades como 'Andar', una propuesta de recorridos y acciones a partir de frases disponibles en el espacio del taller; 'Palabras encadenadas, conceptos desatados', en la que los asistentes podrán crear una obra junto al artista combinando palabras e imágenes al azar, para generar nuevos conceptos y paradojas; un taller de escritura y dibujo sobre pizarras adhesivas; o el concierto de improvisación electrónica 'Los cantos de la demolición'.