Hoy es 15 de octubre
CASTELLÓ. Desde que Chicks on Speed inició como el colectivo artístico de tres jóvenes (Alex Murray-Leslie, Melissa Logan y más tarde Kiki Moorse) y en su larga trayectoria hasta hoy, han pasado y se han unido al movimiento artistas de todas las ciudades (Berlín, Londres, Viena, Hamburgo…). Han trabajado bastante en España; Cataluña, Bilbao, Canarias… y estos meses también en Castelló, preparando en el EACC la exposición ‘Utopia’, inaugurada el pasado 13 de septiembre y que se podrá visitar hasta el 29 de diciembre. “En España hemos podido hacer muchas colaboraciones, como con Alaska o Las Bistecs. En general para nosotras es fundamental la colaboración, performar juntas” explica Alex.
Chicks on Speed han recorrido medio mundo, pasando por grandes ciudades así cómo relacionándose con otras escenas de carácter local, fortificando la presencia de las mujeres en la cultura. Puede decirse que se han convertido en una manifestación de lo glocal. Cuando viajan a lugares para actuar o montar exposiciones lo hacen también “intentando apoyar y extender lo que hacen otras escenas, relacionándonos con ellas, llevando lo local a lo global y a la inversa. Se trata de llevar las cosas un paso más hacia adelante”.
“Por ejemplo, trabajar con broadcasting es interesante. La difusión por medios y redes efectivamente te permite muchas cosas. Como ya sucedió en los 80, la difusión de esas escenas locales, y usarlo para crear incluso más conexiones y redes. Como hicimos con el colectivo UKRAiNATV, ese es un ejemplo maravilloso de glocal, porque a través del streaming, a través de lo telemático, puedes juntar esos centros de actividad local en una suerte de stream internacional”.
A la hora de trabajar dan mucha importancia a estar físicamente en el lugar. “Me encanta la idea de estar en el sitio, al menos un par de días trabajando en la ciudad, como en el Espai d’Art, poder trabajar con gente de la ciudad. Claro que traemos cosas e ideas de casa, pero también nos llevamos del lugar que visitamos y las cogemos de allí. Obtenemos inspiración del entorno”. Para Chicks on Speed todo funciona mucho en el presente. “Llevas idea de cómo debería ser o cómo debería verse, pero luego tu mirada puede cambiar. Es bueno tener la oportunidad de trabajar así”.
“Es verdad que el trabajo que hacemos es bastante radical. Ahora la gente ya está preparada”, Chicks on Speed pueden performar en distintos lugares “y nos sentimos muy en casa, muy cómodas con que la gente no se va a quedar shockeada o algo” Dentro de las performances o acciones que han llevado a cabo el colectivo, lo han hecho siempre con un punto llamativo, de atrevimiento o de cuestionamiento.
El concepto de atreverse lo tienen muy presente: “La colectividad te empodera, te da esa fuerza superhumana para hacer algo que probablemente no harías solo”.
“Sí, en realidad, han pasado un montón de cosas gracias a atreverse, nos retamos y animamos entre nosotras. De esta manera se dan un montón de cosas nuevas, lo interesante te sucede cuando necesitas acercarte a otra gente. Se va volviendo complejo”.
La primera vez que Alex invitó a colaborar a Kathy y a subirse al escenario fue cuando vio la ropa que diseñaba. “Es genial que haya gente que te inspire y te empuje e invite. Te da ese espíritu de empoderamiento colectivo para salir y hacer cosas, como un alter ego que se crea colectivamente, o una entidad… es muy especial”, reflexiona Kathy. Exponen que “al final es hacer algo en conjunto, la audiencia completa bastante del trabajo en el escenario”.
Sin duda el lenguaje de Chicks on Speed es algo reconocible, el collage, la ropa, los instrumentos, el estallido de colores… que se deriva también de la presencia de muchas personas distintas que han pasado por el colectivo o que han conocido por el camino. Alex explica: “tenemos mucha gente distinta. En la escuela de arte, cuando conocí a Melissa, ella era pintora.
En Chicks on Speed hay escultura, audiovisual, hay artesanía, como joyería, cerámica… Melissa estaba expuesta a cosas muy diferentes en la escuela y creo que aquello influenció en lo que ya estábamos haciendo por entonces. Está la parte de la ropa, de tocar música… Y otra es el estar expuesta a la situación. Como al ver el Cabaret Voltaire, y haciendo paralelismos, montamos nuestra especie de propio “bar de arte”. Es bastante similar en principio, pero con más artistas femeninas.
Recordando sus inicios Chicks on Speed hablan de Miss Kittin, que a la edad de 22 años empezó a pinchar música electrónica en Francia, allá por los 90; “ya sabes, con la presión femenina, y pensé: pues tenemos que hacer algo así también. Había muchos chicos dj tirando ritmos y aquello fue un momento más femenino. Cuando ella empezó… pues yo lo pensé sobre un año después”, explica Alex. Hablan también del jazz, “es interesante, es libre y experimental, liberador. Fue inspirador porque puedes usar el instrumento de maneras que por la técnica que usas no hace los sonidos que se supone que ha de hacer, sino sonidos extraños. Es pensar fuera de la caja”.
“Chicks on Speed es eso, intentar pensar fuera de la caja, ¿por qué no? Es un tipo de filosofía mía”, continua Alex, “siempre pregunto por qué no. Si no puedes responderlo, probablemente sea sí, entonces sólo hazlo. Todo aquello que influenció a Melissa y a Kiki, fue un catalizador, el núcleo de lo que por aquel entonces era crecer”.
“También es reinventarse, reinventar el propio mundo. ¿Qué te da pistas de que algo está cambiando? Quiero decir, evidentemente está cambiando”. El grupo empezó con la performance, pintura de pantallas… “¿Qué ha sido lo que ha pasado para convertirse en un colectivo más inteligente, de manera que no haya ese culto a la personalidad? Que tienes una idea honesta que siempre has tenido”.
Alex es profesora en la escuela de arte “es importante mantener ese espacio para el feminismo. No es solo algo sobre nosotras, lo hemos compartido con mucha gente, pero sí es nuestra responsabilidad dar a los demás y compartir esos conocimientos. También trabajamos en proyectos de investigación. Pero para algunas personas es muy difícil entenderlo e intentan cortarlo o aplanarlo. Es bueno ser abierto”.
Explica la artista que es positivo que haya cosas que escapen al control: “No va de controlar todas las cosas, es dejar que florezcan y crezcan en diferentes aspectos, desde diferentes núcleos. Emborronar las fronteras, cruzándolas y creando nuevos lenguajes. También hemos trabajado con científicos en algunos proyectos y siempre está aquello de encontrar un lenguaje compartido con otras disciplinas”.
¿Qué diferencias hay desde el inicio de Chicks on Speed hasta ahora? Afirman que el espíritu es básicamente el mismo, pero hay cambios, “al final fuimos haciendo nuestras reglas artísticas juntas, fue en un momento también de cuestionar el foco del trabajo artístico y cómo usábamos la música para ubicar esas cuestiones”.
Respecto a la exposición ‘Utopia’, en que combinan antiguos y nuevos trabajos, explican que “es genial la posibilidad de adaptar las cosas que ya tenemos y rescatarlas para cosas que estemos haciendo en el presente para ver dónde nos lleva, qué puede pasar…”. “Desde siempre tenemos también mucho humor. Y no tenemos exactamente un manifiesto, tal vez algo cercano. Pero no hay un entrenamiento para pensar libremente, de nuevo es como todo, intentar salir de la caja”.
Chicks on Speed han diseñado varios instrumentos musicales, funcionales, a partir de objetos aparentemente inconexos con la producción musical. Como con una caja de cigarrillos o un sombrero con altavoces y filtros de sonido. “Se convierte en algo más, no es solo una dimensión, sino que siempre todo puede ser cualquier cosa. En otras palabras, es hacer que algo resulte extraño”.
‘Utopia’ es una experiencia inmersiva y un show audiovisual. Para Alex “es como una celebración del colectivo. Hay varias capas de complejidad. Un ejemplo son también los zapatos que vistió Kate Moss para Vogue. No creo que ella realmente supiera sobre qué se estaba subiendo, y no quiero sonar arrogante, pero lo pienso no como algo solo de moda, sino que a la vez era más. Para la actualidad visual del consumidor de productos parece muy bonito y brillante, pero precisamente jugábamos con ello. Hay una capa invisible de crítica, ella entra a formar parte de esa historia”.
En cuanto a la exposición, continua; “por ejemplo en ‘Utopia’ creo que se podrán ver estas complejas capas que están embebidas en el colectivo. Es como que, antes, algo fue metido en cajas, y ahora lo estamos sacando. También es juntar muchas cosas, viendo cómo el propio colectivo se convierte aún más en Chicks on Speed, creando algo diferente cada vez. No es solo una exposición retrospectiva del trabajo, hay trabajo nuevo, mezclado con lo antiguo, y añadidos. Lo conduces hacia delante todos los días, porque quieres. Es cada día. Y con esto lo más importante es llegar a la audiencia”.