UNA ESPACIO CLAVE PARA ENTENDER QUÉ SUCEDE EN LA CIUDAD 

Cinco de años de Pols: un "disparadero artístico" para València a pesar de la precariedad

El centro de arte celebra su primer lustro habiendo logrado dar proyección a numerosos artistas valencianos, pero también conviviendo con una precariedad que, a día de hoy, no desaparece. Algo que ha llevado a sus organizadores a repensar su modelo, aunque las actividades no se detienen. En diciembre Pols inaugurará una nueva exposición con la escultura June Crespo

26/10/2024 - 

VALÈNCIA. Un octubre de 2019 Pols abría sus puertas en València y lo hacía pensando en enriquecer la escena cultural local y convertirse en punto de encuentro entre aquellos que la habitan. Su primera exposición, En Amores Inflamada, ya sirvió de escaparte para una serie de artistas con los que el proyecto trabajaría posteriormente. 

M Reme Silvestre, Marina G Guerreiro, Mar Reykjavik, David Bestué, Fernando Gandasegui y Javi Cruz, Alex Reynolds, Guillermo Ros y Cyriaque Villemaux protagonizaron la primera colectiva con la que el espacio artístico se abría paso en la gran ciudad. Cinco años después puede decirse que Pols sirvió de "disparadero" para muchos de ellos y se ha erigido como uno de los lugares alternativos clave desde los que entender qué sucede en València en el mundo del arte.

I- Qué ha supuesto Pols para València

"No sé si nos corresponde a nosotros decir todo lo que ha supuesto Pols para València, pero es cierto que funcionó muy rápido, porque en el momento en el que abrimos había muy pocos espacios en la ciudad. Por eso, el proyecto atrajó pronto la atención y puso a toda esta gente en el mapa", reflexiona Néstor García, uno de sus fundadores -junto a Carles Àngel Saurí y Paula García-Masedo- y quien sigue hoy al frente del espacio de la mano de Empar Polanco. 

A lo largo de estos años, Pols ha trabajado siguiendo dos líneas: ha querido visibilizar o dar espacio, por un lado, a prácticas emergentes que estaban sucediendo dentro de la ciudad y que no encontraban la manera de crecer. No existía un espacio que hiciera de "puente" entre lo que sucedía en las universidades y lo que programaban las grandes instituciones, y en ese sentido, se abrió una ventana para todos ellos. Y, por otro, ha querido acoger también los proyectos de artistas nacionales e internacionales a los que nunca antes se les había ofrecido la oportunidad de exponer en València.

Siguiendo estos dos patrones, durante su primer lustro, el centro artístico ha acogido muestras individuales de artistas como David Bestué, que antes de ello había expuesto en el Reina Sofía; Marina G. Guerreiro, quien tras su paso por Pols en 2020 tuvo la ocasión tres años después de exponer en el IVAM, en una muestra colectiva; también M Reme Silvestre desarrolló tres acciones en el IVAM en 2023; así como Martin Llavaneras, Andreu Porcar, Sean Roy Parker, Monia Ben Hamouda, Weecolors, Las Mediocre, David Aliaga, Aeri, Guillermo Ros, Mar Reykjavik y Iagor Peres. Artistas a los que en cada uno de sus 'solo show', el equipo de Pols ha acompañado en sus procesos creativos. 

II- El nexo de unión: su propio espacio

Y es que otra de las peculiaridades de Pols es que el propio espacio marca, de alguna manera, qué proyecto se va a realizar. Los artistas acceden a él y desarrollan una obra site-specific. Esto ocurre así porque Pols está integramente ligado a la propia arquitectura del espacio, un antiguo taller de ropa cuyos colores, rótulos y hasta humedades sirven para moldear cada una de las muestras. Cuando Pols abrió sus puertas se conversó su apariencia a fin de que no perdiera su identidad. La infraestructura ofrece, así, a los artistas un "vocabulario" a partir del que crear. 

"Si hay algún tipo de unidad estética es esta. En principio esa cohesión no se da desde la planificación, sino justamente cuando se empieza a generar la muestra. Invitamos a todos los artistas a que se relacionen con el espacio, porque es tan idiosincrático y particular que no se puede producir sin tenerlo en cuenta. Te obliga a que sea así y los artistas son conscientes desde el inicio", señala García.

Esto, aunque pudiera parecer un condicionante, funciona al revés, libera mucho a sus creadores. "Los artistas se pueden tomar libertades que no se dan en un lugar como un museo. Hay materiales que no se pueden utilizar en ellos, porque puede poner en peligro la conservación de otras obras. En la última exposición recreamos una piscina y eso humedece mucho el espacio. En Pols se pueden hacer posibles todos los experimentos", asegura el alicantino. Cuenta, además, Néstor García que en la tercera exposición del centro -protagonizada por Marina G Guerreiro- tuvieron que cerrar a causa de la covid-19 y cuando reabrieron el espacio tiempo después, éste había mutado: "Había hasta moho". 

III- Los museos "nos escucharon, nos reconocieron"

Como sea, Pols ha querido siempre implicarse en los procesos creativos desarrollados en su interior y esto ha tenido "recompensas". Además del salto de muchos de sus artistas a museos; también ha supuesto la proyección de sus propios fundadores, como Carles Àngel Saurí, quien se convirtió en director artístico del EACC hasta principios de este año, o el mismo Néstor García, que ha formado parte del equipo curatorial del festival Sâlmon de Barcelona 2024. 

Ahora bien, reconoce García que sí se ha dado esta proyección entre los artistas que han expuesto en Pols es porque también las instituciones valencianas estaban abiertas al cambio. "Se nota cuando las instituciones están dirigidas desde un lugar en el que se presta atención a lo que sucede en la ciudad. Si los artistas han llegado a los museos es porque los museos han prestado atención. También muchas galerías venían a nuestros openings y al de otras iniciativas. A veces no hace falta tener una relación directa para notar que se está teniendo en cuenta lo que sucede en el tejido artístico local. Nos escucharon, nos reconocieron y nos dieron cabida en sus espacios", señala García, quien nota ahora cierto cambio entre los centros culturales.

"La mitad de instituciones están descabezadas, funcionando por inercia, gracias a los equipos gestores y esto se nota. Hay como cierto vacío, ya no miran más allá. Estamos un poco más solos", afirma el responsable de Pols. 

Aunque, cuenta Empar Polanco que sí se mantiene cierta relación, dado que Pols ha pasado a formar parte de 'Articulacions', el programa de estudios del IVAM. El espacio se ha convertido en "organización asociada" y por eso ofrecerá la posibilidad de llevar a cabo prácticas y acciones artísticas en su interior. "Nuestro problema principal son la falta de ayudas y becas, que impiden que el proyecto se consolide", afirma la gestora cultural.

IV- Pols repiensa su modelo 

En la actualidad Pols se sostiene gracias a artistas, comisarios y trabajadores culturales que también trabajan en otros sitios. Sin embargo, esto no es suficiente para sostener la actividad a largo plazo. En septiembre de 2020, el espacio recibió una ayuda del Instituto de la Juventud que les dio cierto oxigeno para poder programar exposiciones y conferencias, pero desde entonces no han vuelto a recibir ningún tipo de beca.

"En los inicios vas con todo, entiendes que partes de una situación precaria y sabes que lo sacarás pase lo que pase. El problema es que después de la ayuda de la Injuve se vuelve más difícil volver a esos principios. Los proyectos deben desarrollarse siempre hacia delante y hacia lugares más sostenibles. No puede sostenerse en la precariedad tanto tiempo. No puedes siempre tirar de amigos o de tu propio dinero", reflexiona García. "En València no existen ayudas ni ese paso natural que te permite consolidarte. Aunque siempre decimos que somos un espacio de arte independiente, no tiene nada de independiente, porque depende de nosotros, nuestra fuerza y nuestro dinero", agrega Polanco.

Es por eso que desde hace un tiempo Pols está repensando su modelo: temporalmente alquilará partes del espacio, "pero no como quien alquila un trastero", matiza Polanco. La organización se ha dirigido directamente a artistas con los que anteriormente ha trabajado para que puedan desarrollar su práctica artística ahí. "Ahora mismo están Lucía y Sara de Las Mediocre. Y también hemos enviado la propuesta a grupos del Master de Producción Artística que acaban de finalizar sus estudios. La idea es llevar un seguimiento de sus prácticas, acompañarles y generar un poco de grupo", cuenta la valenciana.

"Es una iniciativa temporal hasta que podamos conseguir fondos más seguros con los que sostener la actividad. Nos quita presión de costes de alquiler y le damos un uso con el que seguimos en contacto con las prácticas artísticas de València", señala García, quien incide en que lo ideal sería contar con "una ayuda estructural como sí existe en Barcelona". "Para llegar a ese modelo sostenible al que aspiramos tendríamos que dedicarle todo nuestro tiempo y no podemos porque tenemos trabajos que sostienen nuestra vida. Haría falta que dedicáramos todo nuestro tiempo a la búsqueda financiera y ayudas y quizá, así, sí que se podría. Igual es el momento de planteárnoslo, pero es díficil emprender sin saber el retorno". 

V. June Crespo

Pols sigue, a pesar de ello, siendo un espacio de arte de referencia en València. No ha dejado de trabajar para que así sea. En los últimos meses no se ha dedicado tanto a la exposición al uso, pero ha introducido otras líneas artísticas de la mano de artistas como Pau Lorenzo, que impartió un club de lectura a partir del visionado de la película The Water Melon Woman (1996) de Cheryl Dunye. También Aicha Trinidad profundizó en los discursos decoloniales y queer en su paso por Pols; mientras que fruto de su investigación para el proyecto 'Idensitat', Zishi Han y Wei Yang llevaron a cabo Hairpin Beneath, una performance en evolución que entrelaza múltiples relatos para explorar las existencias queer en China y la diáspora china.

Asimismo, las exposiciones han continuado presentes en el centro. Pols acogió el pasado mes de junio el trabajo del artista brasileño Iagor Peres y a partir de diciembre será sede de la escultora June Crespo, quien ha expuesto recientemente en el Museo Guggenheim de Bilbao. Sobre qué mostrará ahora la artista en València, todavía es un misterio, puesto que la creadora está en pleno diálogo con las posibilidades que el centro artístico le ofrece.