ESTE FIN DE SEMANA EN VALENCIA

Cirque du Soleil rinde tributo a la tradición circense con Varekai

15/01/2016 - 

VALENCIA. Con doble sesión este viernes, sábado y domingo, Cirque du Soleil ha desplegado sus alas en Feria Valencia. Las suyas que son las de Ícaro, el mito clásico que las pierde y cae del cielo en una primera escena entre lo mejor de la compañía de origen canadiense que continúa con su gira de cortas estancias y medianas ciudades y que seguirá por Málaga, Vitoria y Santander entre otras, tras la capital valenciana.

Varekai, una obra a partir de un idioma fonético, inventado, se articula en torno a un repaso por algunos de los hitos del circo contemporáneo en su historia: payasos, trapecio, equilibrio sobre bastones, columpios rusos, danza georgiana, bastones, malabares, superficie deslizante o volteretas sincronizadas. Todo ello sucede en escenas de show a blackout, fluidas en cada una de sus piezas, aunque no especialmente engrasadas en su conjunto.

De hecho, y con las distancias técnicas que se pueden percibir en la excelencia de los 50 artistas, la previsibilidad del ritmo es a veces lo menos atractivo de la obra. Una historia que, por otro lado, lleva representándose desde hace nada menos que 12 años por todo el mundo y para la cual se utilizan 600 elementos de vestuario entre trajes, pelúcas, complementos, accesorios, zapatos o sombreros. De hecho, el propio circo confirma que gasta hasta 250 horas semanales en mantener a punto estos trajes. En el aspecto de producción, más allá de lo artístico, no es menos meritorio que la cantidad de personajes acaba autoaplicándose el maquillaje al ser tantos y al tardar hasta hora y media en lograr la versión de su personaje. 

Del origen a la rutina 'nada glamurosa'

Lo cierto es que esta obra, una de las que más tiempo ha aguantado Cirque du Soleil en el cartel internacional, está relacionada con una vivencia muy personal de su escritor y director, Dominic Champagne. Éste se cayó de seis metros y se rompió las piernas. Él mismo experimentó, como relata Michel Smith para Valencia Plaza, su director artístico en esta gira, que "Champagne se planteó qué sucede cuando todo lo que sabes hacer no puedes desarrollarlo porque estas impedido. Y, además, los demás no te ven válido para hacer aquello mismo que hacías".

La obra, que tiene contratadas representaciones hasta 2018, no se ve afectada según Smith por estas giras de pocos días: "nosotros trabajamos para que el producto sea el mimo" y se aproxima a la realidad de esta obra: "lo que sucede en el escenario, la historia o el argumento, sólo es importante para nosotros". Esta idea que podría resultar contradictoria, está totalmente entendida tras ver la obra ya que, la linea argumental, más todavía sin un texto al que seguir, conforma las escenas; sin embargo, para el público todo son estímulos emocionales o visuales y, sobre todo, un reencuentro con técnicas de circo tradicionales, aunque con la mirada del mismo director artístico que durante los últimos años ha estado al frente de Michael Jackson ONE.

Las representaciones de Varekai que desde 2004 se han podido hacer son casi incontables. No obstante, Smith asegura que "dos horas antes del espectáculo estoy revisando todo. Veo las condiciones físicas, las vocales. Puedo cambiarlo". Es un organismo vivo, en el que la rutina habla de una compañía en la que "el día a día no es nada glamuroso", se sonríe Smith. El resultado es sin duda el de un espectáculo en el que destacan el trapecio, la escena inicial titulada el vuelo de Ícaro, las correas aéreas o el equilibrio sobre bastones. 

El drama, sencillo y fácil de digerir para el espectador, tiene su carga dramática que se enfatiza a partir de las acrobacias. Chirrían, quizá, las escenas de payasos que por su cuenta, en otro contexto, es posible tuvieran un gran punch. Varekai, que significa "cualquier lugar", es el escenario de la vida en el que Ícaro trata de aprender a recuperar lo que era, quién era, y encuentra seres maravillosos a ras de suelo, en una aventura que nunca había vivido.

El viaje que atraviesa un bosque, "donde la imaginación es el único límite para crear personajes y lugares", asegura Smith, para acabar llegando a un gran volcán. Esa escena final, con los saltos rusos, pone el broche a una obra sin parangón en el acceso del público valenciano en la oferta al circo contemporáneo. Tras visitar 130 ciudades, Feria Valencia dispone de seis oportunidades más para dejarse llevar por sensaciones y emociones a partir del trabajo de cuerpos de los artistas y con una banda en directo notable, a partir de las composiciones de Violaine Corradi.