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Ciutat Vella contará con una policía cultural para proteger el patrimonio

Un centenar de agentes recibirán cursillos para poner freno al botellón y actos vandálicos en los espacios protegidos

10/11/2015 - 

VALENCIA. Una policía cultural para proteger el patrimonio histórico. El centenar de agentes que patrullan por las calles de Ciutat Vella pasará en las próximas semanas por un cursillo impulsado por la concejalía de Seguridad Ciudadana mediante el cual se quiere dar a conocer a los efectivos el amplio catálogo de bienes protegidos de la zona, una información con la que se espera poner freno a la degradación de algunos de estos inmuebles.  

Con el botellón y los graffitis en el punto de mira, esta actuación sería, a largo plazo, el "germen de una futura policía turística", explica la concejala Sandra Gómez, un proyecto piloto que busca aumentar la vigilancia sobre espacios como la Lonja, aunque también sobre otros bienes de interés cultural o de relevancia local que no resultan tan evidentes ni para valencianos ni para visitantes. “No serán guías turísticos, pero con esta información podrán recomendar a turistas qué visitar y podrán velar mejor por el cuidado y conservación del centro histórico”.

Estos cursos no se organizan de forma unilateral, sino que cuentan con la colaboración de la coordinadora de Ciutat Vella, la asociación de vecinos de La Boatella y la asociación Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio. Los representantes de esta última entidad, precisamente, serán los encargados de realizar una visita “práctica” por el centro histórico en la que explicarán a los agentes de la zona los espacios y elementos a tener en cuenta, así como los problemas más comunes que afectan a estas construcciones.


“Es necesaria una formación específica de elementos patrimoniales, se puede conocer lo más característico, como la Lonja, pero no otros BIC”, explica César Guardeño, presidente Círculo, que aplaude el “cambio” que en la comunicación con el servicio ahora dirigido por Sandra Gómez. “La experiencia piloto es en el centro histórico, pero tenemos confianza en que, si funciona, se extienda a otros barrios como Marxalenes o Benicalap”.

Escalada en bienes protegidos

La medida se pone en marcha como respuesta a las continuas protestas de las asociaciones de vecinos de Ciutat Vella, que demandan a la administración un mayor control del turismo ‘de fiesta’ en la zona. Los problemas de la llegada de estos visitantes han derivado en numerosos problemas en la zona, no solo en el estado del patrimonio, sino también de seguridad.

Gómez hizo que desde este verano se aumentara la vigilancia en los alrededores de la Lonja, único inmueble de la ciudad declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. El motivo: la existencia de fotografías tomadas por los vecinos que mostraban a jóvenes escalando por los muros del monumento.

Pero esta no es la única ‘intervención’ fuera de lo habitual que ha tenido que soportar Ciutat Vella en apenas unos meses. A finales de septiembre la estatua de San Vicente que reina sobre la Puerta de los Hierros de la catedral, declarada Bien de Interés Cultural, amaneció con un pañuelo negro rodeando su cuello. La fechoría fue perpetuada por un grupo de jóvenes, que escalaron la Seo de madrugada sin que ningún miembro de seguridad se percatara del acto.

Sin cámaras a corto plazo

Este problema va estrechamente ligado a descontrol de jóvenes y turistas, una situación que se hace patente en algunos de los apartamentos turísticos de la zona, tal y como vienen denunciando las asociaciones de vecinos desde hace años. De hecho, estos han mantenido reuniones con la concejala para tratar de encontrar una solución que rebaje los problemas de convivencia.

A pesar de esto, la concejala delegada de Seguridad Ciudadana no es favorable a la instalación de cámaras de video vigilancia en la ciudad, algo que sí piden desde Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio. Al menos en los puntos clave de gran afluencia turística. “Me lo podría plantear en determinados monumentos, pero es un tema muy delicado”, explica Gómez, que aboga por aumentar el número de agentes antes que por este sistema. 

Este cursillo cultural no será el primero que, a propuesta de Gómez, se imparta a los agentes de la Policía Local. Con el objetivo de ahondar en la preparación en diferentes materias, desde el Ayuntamiento se están llevando a cabo actualmente una serie de clases para conseguir una mayor eficacia del cuerpo ante los casos de violencia machista, charlas en la que colaboran desde psicólogos hasta trabajadores sociales.

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