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elecciones 2019

Competición de anticatalanismo (y lingüismo) entre Català y Cantó

22/01/2019 - 

VALÈNCIA. Anticatalanismo. Ese es eje estratégico que han elegido tanto la candidata del PP a la Alcaldía de Valencia, María José Català, como el candidato de Ciudadanos a la Generalitat Valenciana, Toni Cantó, sobre el que pivotar sus campañas para las elecciones municipales y autonómicas que se celebrarán el próximo 26 de mayo. Una palanca que sus formaciones han estado utilizando en el ámbito nacional con un escenario de permanente agitación por el conflicto independentista de Cataluña.

La elección del tema no es un elemento sorpresivo, como tampoco lo fue que finalmente el actor decidiera dar un paso adelante este domingo y anunciar su aspiración a liderar el proyecto en la Comunidad Valenciana, pues venía siendo un secreto a voces. No en vano, a lo largo de la legislatura ambos partidos han empleado este tema como envite en las sesiones de control al president de la Generalitat, Ximo Puig, exponiéndose a que Cataluña relegara a un segundo plano, e incluso eclipsara, las cuestiones valencianas en los debates en el Parlamento. También la de la financiación autonómica.

Así, apenas un día después de ser encumbrado por Rivera en un acto de presentación celebrado en la Plaza del Patriarca, Cantó organizó un desayuno informativo con la prensa este lunes para hablar sobre su candidatura. Y aunque aseguró que los temas en los que se centrará serán "vivienda, educación, sanidad y dependencia valenciana", todas sus declaraciones terminaban en un denominador común: Cataluña.

Se refirió a À Punt como la "TV3 valenciana que hace campañas a Compromís" y que pretende "despolitizar"; rebautizó a los socialistas de Ximo Puig como el PSC valenciano; denunció el arrinconamiento al castellano que, según él y su partido, se produce en algunos colegios valencianos –si bien no mencionó ninguno con nombres y apellidos–; definió al Ejecutivo formado por PSPV y Compromís como pancatalanista; y cuestionó que se subvencione a entidades que a su juicio siguen esa línea.  

Un camino que ya marcó la diputada autonómica popular Maria José Català la semana pasada en su acto de presentación al que asistió Pablo Casado. Entonces, la candidata al Cap i Casal aseguró que se presentaba para que la senyera volviera a entrar a la Catedral y el catalanismo quitara "sus manos de esta ciudad". Días después ahondó en esta cuestión en la entrevista concedida a Valencia Plaza criticando que el Govern de la Nau haya concedido más de 300.000 euros en subvenciones a entidades catalanistas, haya utilizado "la política para imponer una ideología concreta", y "trate de hacer creer que existen els Països Catalans".

Para que el discurso no sonase manido, Cantó tiró mano este lunes de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) que presentó la semana pasada el Gobierno de Pedro Sánchez como alegato para echar más leña al fuego que justifique ese anticatalanismo. Aunque, eso sí, sin demasiada fortuna. "Aquí parece que te tienes que portal mal para que te hagan caso, porque Cataluña es quien más crece en estos Presupuestos", espetó el diputado nacional. 

Un desliz del también actor, pues la comunidad autónoma que más ve aumentadas las inversiones territorializadas en términos porcentuales con el proyecto de ley actual es Navarra, seguida de la Comunidad Valenciana con un crecimiento del 61% respecto a las consignadas en el pasado ejercicio. 

El argumento, de hecho, se le volvió en contra, pues ese aumento de inversiones previsto en los PGE podría considerarse en cierta medida como consecuencia de la reforma del Estatuto de Autonomía que se aprobó en el Congreso de los Diputados al que su formación se abstuvo porque defendían que era "papel mojado"; "una tomadura de pelo" -como reiteró de nuevo este lunes Cantó-, que no iba a traer "ni un recurso extra a los valencianos". Los 449 millones más para la Comunitat Valenciana refutaban tal afirmación -aunque la cifra se haya quedado por debajo del 10,7% que corresponde a la autonomía-. 

El grupo parlamentario de Ciudadanos apoya a Cantó después de su intervención. Foto: EFE/MARISCAL

Tras el aluvión de críticas a la también tildada "telecompromís" -À Punt-, de la que consideró que tiene "un presupuesto superior al que deberían" con "una audiencia inferior al 1%", volvió a censurar a la coalición valencianista, a la que calificó como "populismo de izquierdas". 

Lo hizo cuando se le preguntó si pactaría con Vox para alcanzar el Palau de la Generalitat.  Única cuestión en la que la respuesta de Cantó fue significativamente más rotunda que Català: "Ni con Podemos, ni con Compromís, ni con Vox. También hay populismos de izquierdas como Compromís, no solo de derechas". La popular, por su parte, fue menos contundente al indicar que se sentaría "con todas las fuerzas políticas" a dialogar, pero "al final" en los pactos intentaría sentirse "cómoda".

Valenciano y catalán

De la misma manera en que coincidieron en la elección del foco de campaña, Cantó y Català también lo hicieron en otra cuestión: la distinción del valenciano del catalán. Ambos señalaron que eran lenguas diferentes, si bien la popular justificó su afirmación alegando que el primero ha tenido una evolución diferente al segundo. 

Ahora bien, mientras la candidata explicó que estaba en desacuerdo con el dictamen de la Academia Valenciana de la Lengua (AVL) de 2005 en el que se reconoce que la lengua que se habla en la Comunidad Valenciana es la misma que la que se utiliza en Cataluña, Cantó se situó en la otra orilla de su propia afirmación segundos después, pues aseguró que compartía el veredicto de la AVL en torno al debate lingüístico -es decir, que son la misma lengua- porque respetaba "la opinión de los expertos, que son los lingüistas" y consideraba que esta era una cuestión sobre la que los "políticos no tienen que meterse". 

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