VALÈNCIA (EP). El barítono Leo Nucci debuta en el Palau de Les Arts de València con Rigoletto la ópera "más perfecta" de Giuseppe Verdi en la que el compositor realizó un "ideal de unión dramatúrgica y musical". "No hay ni una sola palabra que se pueda sacar ni añadir" en una obra cercana que inspira "muchas emociones". Así lo ha asegurado este jueves el director musical de la obra -que en esta ocasión llega en una coproducción de la ABAO y el Teatro São Carlos de Lisboa-, Roberto Abbado, que ha estado acompañado en la presentación por Nucci, que actuará como Rigoletto en dos funciones; el director artístico de Les Arts, Jesús Iglesias Noriega, y el director de escena, Emilio Sagi.
Abbado ha resaltado que Rigoletto es una "obra maestra" y la ha calificado como "la obra más perfecta de Verdi". "La música es estupenda, pero no es bastante; por eso Verdi realizó un ideal perfecto de unión entre dramatúrgica y musical. No hay ni una sola palabra que se pueda sacar ni añadir", ha asegurado. Asimismo, ha destacado la importancia de las notas, porque cada una "tiene su sentido y su importancia". "Si empiezas a contar los números de los compases, las proporciones, las estrofas y ves que está todo calculado, te quedas con la boca abierta, porque todo es parte de un proyecto, lo escuchas y es lo más natural y simple", ha señalado.
El director musical ha sostenido que el espectador conecta "muy bien" con el personaje de Rigoletto, un bufón que a través de la "ironía sarcástica" se burla de los dolores del resto y que muestra su faceta más humana al ver en peligro a su "tesoro", su hija. Por su parte, Nucci, cantante que más ha representado a Rigoletto con más de 500 funciones y que actuará en Les Arts por primera vez, cree que esta obra es "la otra cara de la moneda" de Víctor Hugo, en cuya obra teatral está basada la ópera. Nucci ha señalado que uno de los momentos "más dramáticos" y la contemporaneidad de Rigoletto está en que "el poder se sale cantando", y ha añadido que cree que la obra tiene una "actualidad increíble".
"No es una opera de banalizar el canto, hay demasiados lugares comunes en el mundo de la ópera. En estas funciones vamos a hacer dos pequeñas cosas. En muchas funciones he actuado como Rigoletto banalizando la profundidad. Aquí, la humanidad de los personajes sale y eso es importante; espero que demos un ratito de emoción el sábado", ha señalado el artista. Después de tantas representaciones, que con los ensayos y pruebas suman más de 2.000, Nucci ha asegurado que cada noche su representación es diferente, porque "la transformación del personaje es la propia evolución del hombre" y ha destacado la importancia de "vivir el momento trágico y sufrir" con el personaje.
A sus 77 años, el intérprete boloñés ha cimentado una de las carreras más longevas del panorama lírico mundial. Estrechamente vinculado a la Scala de Milán, el barítono es un caso único de presencia durante más de
tres décadas en el 'templo' milanés, donde, a fecha de hoy, ha intervenido en más de 200 funciones en más de veinte títulos, con compromisos también en la presente temporada.
Respecto a las novedades de esta función, Abbado ha detallado que siempre intenta buscar "cosas nuevas" y en esta ocasión se ha centrado en los metrónomos, pues cree que las representaciones actuales son más rápidas que la obra de Verdi.
El director de escena ha explicado que ha intentado acercarse a este detalle y ha asegurado que en estas funciones "sale algo que no es lo que se hace normalmente", al tiempo que ha remarcado que es una opera "de relaciones interpersonales", en la que "el uso de la 'mezzavoce' y los duetos para plasmarlas, junto con la belleza de la música complementan una trama que podría suceder hoy en día".
Por su parte, Sagi ha detallado que la puesta en escena es "muy simple y arquitectónica" y que ha jugado con una paleta de colores muy sencilla, con negro, gris, blanco y rojo, que se completa con un vestuario "abstracto".
La propuesta escénica de Sagi transcurre en una atmósfera sombría, para destacar la teatralidad de la obra y la soledad en la que viven los personajes, "incomunicados y obsesionados". Además, incluye una rampa que se transforma en virtud de los diferentes cuadros y un suelo que se va desmenuzando para simbolizar la corrupción, de manera que en el último acto ya solo queda un trozo de tierra bajo los pies de los cantantes.
La obra se estrenará en Les Arts este sábado y continuará en cartel los días 14, 17, 19 y 22. En las dos primeras funciones, Nucci interpretará a Rigoletto, mientras que las tres últimas correrán a cargo de Vladímir Stoyanov.
El reparto está formado por Celso Albelo como el Duca di Mantova; la soprano Maria Grazia Schiavo, que regresa a Les Arts 13 años después, que será Gilda; y el quinteto protagonista lo cierran el bajo italiano Marco Spotti (Sparafucile) y la 'mezzosoprano' georgiana Nino Surguladze.
El elenco se completa con las voces de Gabriele Sagona (Monterone) y de los cantantes del Centre Plácido Domingo: Marta Di Stefano, Alberto Bonifazio, Mark Serdiuk, Arturo Espinosa, Olga Syniakova, Pau Armengol y Juliette Chauvet.