VALÈNCIA (EP). La Rambleta de València pone en escena el próximo 12 de abril Coraje de madre, una historia "real, íntima y dolorosa teñida del fino sentido del humor del dramaturgo George Tabori, uno de los hombres de teatro de referencia del siglo XX".
En esta "poderosa" obra teatral, Tabori relata un momento clave en la vida de su madre, una heroína anónima que fue detenida en el Budapest nazi de 1944 cuando se dirigía a casa de su hermana a jugar su partida semanal de cartas, e introducida en un tren camino a Auschwitz junto a otros 4.030 judíos.
Elsa Tabori, cuyo marido ya estaba detenido y sus dos hijos exiliados en Londres, consiguió escapar gracias a la insólita intervención de un oficial nazi. Esta sorprendente anécdota es una excepción, pero es real. Diez años más tarde, bajo el almendro de un patio interior de una casa londinense, Elsa Tabori entregaría a su hijo unas cuartillas donde relataba su historia para que la contara algún día.
Así nace Coraje de madre, primero como novela, más tarde como pieza dramática para la radio, luego llega la obra para la escena y finalmente guion cinematográfico.
El viernes llega al teatro de Rambleta bajo la dirección de Helena Pimenta y protagonizada por Carmen del Valle y Pere Ponce junto a David Bueno, Xavi Frau y Sacha Tomé, y siendo candidata a Mejor espectáculo de teatro y Mejor dirección de escena en los Premios Max 2024, cuyos galardonados se conocerán el 1 de julio.
Para contar la historia, el autor se sirve de un planteamiento curioso en busca de cómo representar en un escenario, y con palabras, algo tan terrible como la deportación masiva y el exterminio: El hijo narra la historia mientras que la madre, la protagonista, la que le transmitió esa vivencia en la que él no estaba presente, le va corrigiendo y matizando los detalles. Así, entre la risa y el llanto, los personajes dan su testimonio y la historia vuelve a cobrar vida.
Su final feliz denuncia aún con más eficacia los millones de seres humanos que se diluyeron en humo sobre Europa y la inacción de los que miraron hacia otro lado. "Hoy no debemos olvidar una historia como esta y nuestro desafío es ser capaces de encontrar el arte para contarla", señala la directora del montaje en un comunicado.
Anteriormente, Tabori reflejó en otra pieza teatral, Los caníbales, la experiencia y la muerte de su padre en Auschwitz. Cuando transcurrió todo el autor estaba "a salvo" en Londres y sentía cierto sentimiento de culpa por no haber hecho lo suficiente para sacar a sus padres del país. La obra no solo habla de la fuerza de voluntad, el impulso de supervivencia y las atrocidades del régimen totalitario, sino también de la relación maternofilial en circunstancias extremas y los mecanismos psicológicos que estas pueden activar en el ser humano.