VALÈNCIA. La cuenta atrás está en marcha y (casi) todo está preparado para dar el siguiente gran paso en la constitución de la nueva sede del Institut Valencià d’Art Modern (IVAM). “Estamos trabajando en ponerla en marcha, con el Ayuntamiento para el tema de la cesión administrativa y con la Generalitat para las cuestiones de patrimonio. En cuanto tengamos ambas autorizaciones podremos licitar el proyecto”. Así se expresaba Nuria Enguita el pasado mes de septiembre en una entrevista con Culturplaza. Y parece que el proceso está más cerca de ser una realidad. Tal y como ha podido confirmar este diario, la licencia de actividad está y también la petición desde la concejalía a la comisión de Patrimonio, con lo que el próximo paso será elevarlo a dictamen para llegar a la aprobación definitiva del proyecto, algo que se espera se resuelva en apenas unas semanas.
Cuestiones administrativas, uno de los escollos que el proceso todavía tiene por superar viene de lejos, una herencia del proyecto de la arquitecta Kathryn Gustafson para el Parc Central. El proyecto acabó modificando la situación física las naves, una modificación que ahora debe ser solventada también sobre el papel para poder avanzar en el proceso. Con todo, desde el Ayuntamiento se afanan por avanzar en la cesión del espacio al museo, un paso sin el que no se puede pasar a la acción. Y es que el proyecto, explicaba Enguita en septiembre, está “redactado, escrito y pensado” y a la espera de que finalicen estos trámites administrativos para llevar a cabo la licitación. Esta deberá llegar más pronto que tarde para cumplir con los objetivos marcados, pues se espera que el próximo año se lleven a cabo los trabajos de adecuación correspondientes para una apertura fijada en 2023.
La nueva sede del IVAM es uno de los grandes proyectos de la nueva etapa del museo, tras la inauguración del espacio en Alcoy (compartido con el Ayuntamiento de la localidad y la Fundación CAM), en el año 2018. Ahora la maquinaría está en marcha para la apertura de un nuevo espacio que no solo será una extensión de la actividad de la sede principal, sino que dibujará una nueva propuesta que ampliará el campo de acción del museo. “Estoy trabajando en un hipotético programa para la sede, que esté también situado, en el sentido de que está en un parque, con lo que hay cuestiones que puede ser interesante trabajar allí por ser un espacio paisajístico; porque está entre Ruzafa y Malilla, en un barrio en expansión... estamos trabajando para desarrollar este programa a partir de 2023”, explicaba Nuria Enguita a este diario.
Este espacio plantea, expresa la directora, una “libertad mayor que el cubo blanco”, un espacio más abierto e informal que se presta más a acoger propuestas de carácter más contemporáneo, dejando el arte moderno, más objetual, en el IVAM de Guillem de Castro. Así, la nueva sede dibuja un proyecto que pasa por generar proyectos específicos para el espacio, sea pasando por nuevas producciones o por nuevas propuestas expositivas de artistas de mediana carrera, así como un espacio para los creadores más jóvenes. La performance o la experimentación sonora también serán uno de los pilares del nuevo proyecto, una sede que también quiere ser un lugar para la investigación.