10 AÑOS DE LA ERRERÍA 

‘Cuirear’ la Historia para ganar el futuro

La escena queer se erige como la última transgresión a través del arte 

2/12/2018 - 

VALÈNCIA. Frente al manido lema de Todos somos iguales, que ha acabado siendo utilizado para normalizar, desde algo tan abstracto como la sociedad, a algo tan abstracto como la identidad. La teoría queer surgió para luchar contra ello: para decir que no querían ser normales, y que la identidad sexual poco tiene que ver con la moral y mucho con los prejuicios y las construcciones sociales. Desde los años 90, el movimiento queer ha sido la expresión más radical del movimiento LGBTIQ+, rechazando el win-win que las sociedades occidentales les han ofrecido para clamar que es la gente la que se tiene que adaptar a la diferencia. Esa condición de transgresión total tiene su máxima representación en las artes, que recogen el guante y se hermanan desde sus obras más políticas.

La Errería nació en Xàtiva hace nueve años de la mano de Anna Maria Staiano y Graham Bell Tornado, dos artistas visuales naturales de Italia y Reino Unido (respectivamente). El proyecto era construir un colectivo que contara con una casa-museo en la que mostrar la vida y obra del movimiento cuando las instituciones no se hacían eco de ellos. Y empezaon poniendo en valor la carrera de Ploma 2, pioneros de la escena en València.

Cuando aterrizaron en València las dos artistas, Ploma 2 ya no existía, pero encontraron un sitio en el que no se recibía con tanta hostilidad como en Reino Unido esa diferencia que ellas proponían. Y así es: la ciudad ha acogido esta escena y ha querido aprender de ella. Son numerosas las iniciativas que han acercado la realidad de la escena al público valenciano. Este mismo año, la tercera edición de Museari dedicó su muestra en Fundació La Posta al arte queer, además de instituciones como el IVAM o la UPV que han acogido en los últimos meses, conferencias con personalidades del movimiento.

En estos nueve años, ha sido La Errería la que ha cogido el testigo activista de Ploma 2, y aunque mantiene su sede en Xàtiva, ha mutado para tirar del carro en la ciudad a través, ya no tanto de un lugar expositivo sino decenas de eventos que organizan de todo tipo. Graham Bell Tornado es performer, mientras que Staiano es artista plástica. 

Queering el Archivo Nacional

Pero de entre todos los proyectos que tienen en marcha, este artículo se quiere centrar en el que, a partir de mañana, llenará la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes de la UPV. Queering el Archivo Nacional es el resultado del trabajo de La Errería, junto a una veintena de colaboradores y los alumnos de un taller que se desarrolló el mes pasado en la misma facultad sobre cuir-zines.

Aclarando conceptos. El título está inspirado en un grupo llamado Queer Nation un grupo fundado en los 90 y que sugiere que tejer una nación cuir sin fronteras, género o generación desde la disidencia sexual. Por otra parte, Cuir-zine viene de queer-zine, un subgénero del fanzine desarrollado por la comunidad queer en los años 80, buscando su lugar en un underground mayoritariamente heterosexual. Las publicaciones recogían a partes iguales disidencia cultural y moral.

Inspirado por estas publicaciones, Graham Bell Tornado empezó a recopilar un archivo de enciclopedias, libros didácticos y revistas provenientes de los años de la dictadura franquista en España con el objetivo de resignifcar las imágenes y darles una perspectiva queer y ecofeminista. Este trabajo, que tituló La Reciclopedia es el origen del taller que dio como frutos algunos trabajos de esta muestra, y en el que se incluyen ilustraciones, collages o textos. A través de hacer queer unas imágenes que no han sido antes leídas desde esa perspectiva, se altera una la Historia para ganar el futuro.

La escena queer, en tres respuestas

Anna Maria Staiano y Graham Bell Tornado, más allá de esta propuesta cultural, representan una de las voces más autorizadas (gracias a una dilatada y cuidada trayectoria) del colectivo queer en València. Así que aprovechando esta muestra, responden a algunas preguntas sobre la situación actual del colectivo. 

Tanto desde el feminismo como desde las periferias artísticas, se apunta hacia la teoría queer como el punto de partida para seguir avanzando, ¿por qué?. “Tal vez yo lo vea diferente desde el otro lado: yo creo que el queer tiene mucho que aprender del feminismo. Hace 10 años, hubo un gran avance cuando surgió el transfeminismo y se extendió la lucha hacia nuevos feminismos. Muchas veces en colectivos como el gay puedes encontrar cierta misoginia, y poder reivindicar no uno sino varios feminismos es algo muy valioso”.

¿En qué momento se encuentra el colectivo? “Por una parte, lo queer se va extendiendo y los avances sociales van de la mano a una mayor comprensión de las personas. Pero por otra parte, se ha vuelto una cosa tan masiva que está dejando de ser una periferia, por eso yo me considero más ecotransfeminista, una corriente que difumina incluso la diferencia entre especies y que llama a una conciencia de hacer el amor (simbólicamente) con la naturaleza. Ahora mismo me siento más cómoda ahí”.

¿Cuál es el futuro de la escena? “Creo que es muy importante la idea de formar alianzas con otros grupos de activistas (feministas, ecologistas, anti racistas, etc.). De hecho, en las primeras manifestaciones LGTB en España, salieron asociaciones de vecinos en apoyo, y en Reino Unido recuerdo los mineros apoyándonos durante la época Thatcher, porque los grupos de lesbianas y gays les habían apoyado en su huelga. ¡El futuro es queer y ecotransfeminista!”

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