Jerry Seinfeld ya gozaba de bastante popularidad cuando una productora le encargó un programa. Él le pidió ayuda a su amigo Larry David, hoy conocido por la serie Curb Your Enthusiasm (y bautizada como Larry David en España) y, entre los dos, escribieron un programa que, inicialmente, iba a emitirse dentro de Saturday Night Live. Finalmente, se decidió convertirlo en piloto y testar las aguas de cara a hacer una serie. Los comentarios del público no fueron muy favorables. La trama giraba en torno a las vivencias cotidianas de un cómico judío que vive en Nueva York, está obsesionado con la limpieza, es fan de Superman y es capaz de mantener las conversaciones más absurdas con sus amigos. A pesar de todo, se estrenó en la NBC, en julio de 1989 y se mantuvo en la parrilla hasta mayo de 1998. El dosier con los comentarios negativos fue colgado en el cuarto de baño de los estudios donde se grababa la serie por deseo del propio Seinfeld.
No es cierta esa leyenda que asegura que los responsables de Seinfeld afirmaban que era una serie sobre nada en concreto. Tras esa apariencia despreocupada, centrada en asuntos tan cotidianos como hacer la colada, había unos guiones llenos de diálogos chispeantes e inteligentes. Se puede decir que el monólogo de humor tal como lo conocemos ahora mismo le debe mucho —si no todo— a Jerry Seinfeld. La serie despegó sin pena ni gloria, pero su público fue creciendo con cada nueva temporada. Como dijo el periodista Ramón de España, en una reseña que le dedicó en El País cuando la serie llegó a nuestras pantallas, Seinfeld era «una lenta adicción».
De las dudas al éxito absoluto
Hubo gente que no fue tan optimista. La NBC venía de triunfar con series cómicas como Las chicas de oro y La hora de Bill Cosby. Uno de sus altos directivos, Brandon Tartikoff, no se cortó un pelo y dijo que no confiaba para nada en aquel proyecto porque le parecía «demasiado judío y demasiado neoyorquino», dos adjetivos que él conocía bien. Tampoco tenía mucha fe en él Jason Alexander, uno de los actores principales. Comentó que, en cuestión de semanas, se veía en el paro y que, algún día, entretendría a sus hijos poniéndoles una videocasete con aquel piloto que nunca llegó a despegar. Seinfeld gozaba de los mejores datos de audiencia cuando se optó por bajar el telón en su novena temporada.
- Michael Richards y Jerry Seinfeld.
Alexander era una de las piezas clave de la serie. Interpretaba a George Costanza, el mejor amigo de Seinfeld desde los días del instituto. Un tipo caótico, mentiroso vocacional, un liante con mucha gracia, cuya personalidad tiene muchas cosas de Larry David, que coescribió todos los guiones de la serie. Sin embargo, hubo un hombre surgido de la vida real, también llamado George Costanza, calvo y con gafas como el personaje de ficción, que se querelló contra la cadena alegando que le habían destrozado la vida, así de insoportable podía ser el personaje ficticio de George Costanza.
Otro personaje fundamental, Cosmo Kramer, también estuvo a punto de apellidarse de otra manera (Kessler), porque era más que evidente que estaba inspirado en un vecino que tuvo David. Finalmente se llegó a un acuerdo económico con el susodicho (le pagaron mil dólares) y este les dio permiso para usar su nombre. Kramer (interpretado por Michael Richards), con su tupé, su falta de tacto social y su ropa vintage, pasó a ser la tercera pata masculina del taburete de la serie.
La cuota femenina recaía sobre Julia Dreyfus, que encarnaba a Elaine Benes. Exnovia, y sin embargo muy buena amiga de Seinfeld, les daba en más de una ocasión sopa con onda a sus amigos. Lista y sarcástica, Elaine estuvo a punto de ser interpretada por Rosie O’Donnell.
Chistes para el recuerdo
«Pedirle dinero prestado a un amigo es como tener sexo con él: la relación cambia completamente». «Es sorprendente la cantidad de noticias que ocurren en el mundo cada día y que todas quepan en el periódico». «¿Por qué los paquetes de condones cuestan tanto de abrir? Probablemente, para darle una oportunidad a la mujer de cambiar de idea». Estos son solo algunos ejemplos de lo que daban de sí los diálogos en Seinfeld. Su humor ha hecho de ella una de las series televisivas más aclamadas de todos los tiempos. Seinfeld publicó varios libros, entre ellos Seinlanguage — estuvo en la lista de Best Seller del New York Times—, donde se recogían algunas de las expresiones de la serie que más habían calado entre el público. El último capítulo terminó igual que había comenzado el primero nueve años antes, en 1989, con una conversación entre Jerry y George acerca de cómo abrocharse correctamente el último botón de la camisa.
El cómico cancelado
En un espectáculo en el Laugh Factory de Los Ángeles en 2006, Michael Richards profirió insultos racistas al público, lo que llevó a cancelar su show. También le costó su carrera. Lo contaba en sus memorias, Entrances and exits (Entradas y salidas), donde aprovechaba para disculparse por aquella reacción.
La serie en datos
Duración: Nueve temporadas, emitidas entre julio de 1989 y mayo de 1998. En España se estrenó en abril de 1998.
Premios: Ganó el Globo de Oro a la Mejor Serie en 1993. En 2023, Variety la eligió como la octava mejor serie de todos los tiempos.
El tema: Jonathan Wolff creaba un tema nuevo para cada episodio, que adaptaba al monólogo con el que abría Seinfeld.
¿Cómo verla?: En Max, en DVD y Blu-Ray.
* Este artículo se publicó originalmente en el número 123 (febrero 2025) de la revista Plaza
