VALENCIA. Cuando Goya presentó su serie de grabados sobre la tauromaquia pasó lo que parecía imposible: fue un fracaso comercial. En un momento en el que el público estaba acostumbrado a escenas amables en torno a la fiesta nacional, el genio plasmó el drama de una plaza en la que se podía ver más el tormento que el jolgorio, una reflexión sobre el dolor a veces crítica y a veces cercana. Realizadas a partir de 1816, estas piezas suponen la primera pieza de la exposición Otras tauromaquias. En el 200 aniversario de la tauromaquia de Goya, proyectada por la asociación Capital Animal, que ha reunido ilustraciones y fotografías de una veintena de creadores con el objetivo de crear una conversación en torno al pasado, presente y futuro de los toros.
Según Rafael Doctor, comisario de la muestra, los grabados del genio, realizados en la ciudad francesa de Burdeos, "tienen más relación con los Desastres de la guerra" que con su obra anterior, pues reflejan "el espanto general que veía en la condición humana". Esto contrasta con algunas muestras de simpatía que, siendo más joven, el autor mostró hacia la fiesta nacional. Calificada de "fracaso comercial", Doctor justifica el poco éxito de la serie con que la gente estaba “acostumbrada a estampas más dulces” y lo que se ve en esos grabados es “dolor, espanto, sufrimiento” por una condición humana “que le atormentó” hasta el final de sus días. El comisario reivindica así a Goya como “un gran avanzado” y se declara convencido de que, si viviera en la época actual “sería el máximo defensor contra esta barbarie” que es la tauromaquia, como lo fue contra “todas las miserias que tuvo que vivir en un mundo que se le escapaba”.
Las escenas representadas por Goya son sólo una parte de una exposición dividida por parejas. Ilustradores como El Roto o Forges o la fotógrafa Eva Mañez participan de un proyecto que recorre dos siglos de arte en el que se abandonaron las estampas plácidas y decorativas hasta llegar a una violencia explícita o a una crítica hasta el momento impensable. En este sentido, el académico delegado de la Calcografía Nacional, Juan Bordes, explica que con esta muestra se busca "descargar a Goya de ser el gran defensor de la tauromaquia" y lamenta "la utilización que se ha hecho de su obra", así como "la malversación sobre su pensamiento".
Los creadores de la exposición se apoyan en que "una inmensa parte de la población española aboga por la abolición de esta fiesta" para, no abrir, sino continuar con un debate que, precisamente en Valencia, vivió hace apenas unas semanas uno de sus momentos álgidos con una multitudinaria manifestación para defender la tauromaquia. Fotografías e ilustraciones acompañan a una colección de grabados que, en algunos cosas, son expuestos por primera vez. Las obras se centran tanto en la pérdida de público como en los derechos animales, una muestra que se presenta de manera explícita como una reivindicación antitaurina, una manifestación artística que contará con un apartado audiovisual y, también, con una protesta más allá de las salas expositivas.
La exposición incluye entre sus obras un vídeo rodado por la cineasta Chus Gutiérrez en el que el cantaor Niño de Elche canta al toro Fadjen para pedirle perdón por la tauromaquia. Ambos cara a cara, conociéndose, mirándose, oliéndose. El cantante es presentado como embajador de todas las personas defensoras de los toros y activistas contra la tauromaquia. Por su parte, el toro, rescatado de su destino en un coso, se muestra como representante de los miles de animales de su especie "que cada año son torturados y asesinados en todo tipo de espectáculos y festejos", explican sus organizadores.
Cante a Fadjen fue rodado en Francia, donde vive el toro con su cuidador, Christophe, que le rescató del destino para el que había sido criado. “Es muy emocionante ver, sentir y tocar un animal tan poderoso, tan majestuoso y a la vez tan dócil, tan vinculado a la persona que lo ha cuidado desde que era un cachorro. Hay una inmensa belleza en su ser, en su comportamiento natural, en su interacción con los humanos que se acercan a él sin amenazar esa belleza. Nunca podrá haber belleza en el sufrimiento, la tortura, la humillación y la muerte de un animal”, explica Ruth Toledano, cofundadora de Capital Animal.
Comisariada por Rafael Doctor y proyectada por Capital Animal, la exposición exhibe los grabados originales de las Tauromaquias de Goya junto a obras de El Roto, Forges, Marina Vargas, Santiago Talavera, María del Barro, Niño de Elche y Chus Gutiérrez, Elena Fernández Prada, Eider Agüero, Ruth Montiel Arias, Gladiadores por la Paz, Jon Amad, María Cañas, José Antonio Reyes, Miguel Ángel Rolland y Kike Carbajal, Paco Catalán, Tras los Muros, Eva Máñez, Lino Lago, Malagón, Miguel Scheroff, Manuel León Moreno, Joaquín Paredes Piris, y La Ruina y Jaime Alekos. La muestra, que será inaugurada hoy, se podrá ver hasta el 25 de mayo en Calcografía Nacional de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid.
La exposición se completa con una acción de Gladiadores por la Paz para reunir 629 libros para la localidad de Tordesillas (Valladolid), uno por cada millón de euros que las administraciones dedican a subvencionar la tauromaquía en España, según denunció Doctor. Por este motivo, Capital Animal invita a los asistentes a dejar uno o varios libros con los que se construirá una muralla de protesta ante Tordesillas, convertido en "símbolo" de las protestas antitaurinas.