VALÈNCIA. La multinacional del automóvil Ford anunció con el año nuevo un plan de ajuste en sus plantas europeas que implicará el despido de miles de trabajadores. Un mes antes había cambiado a parte de su equipo directivo en Europa, cambio que continuó con la sustitución del presidente ejecutivo de la división europea, Steven Armstrong, por Stuart Rowley.
En lugar de presentar el plan completo, la compañía mantiene en vilo a trabajadores, proveedores y gobiernos con un goteo de recortes aquí y allá: al anuncio de cierre de la planta de cajas de cambio de Blanquefort (Francia), le siguió la reducción de 5.000 empleos en Alemania, en las plantas de Colonia, Saarlouis y Aquisgrán; el cierre de dos plantas de vehículos y una de motores en Rusia; el cese de la producción del C-Max en Alemania... ¿Y Almussafes?
En la planta valenciana contienen la respiración cada vez que desde Detroit o desde Colonia se emite un comunicado. En marzo se anunció el traslado a México, en 2021, de parte de la producción de la Transit Connect, casi 40.000 coches al año, el 10,5% de la producción de la factoría el año pasado, pero entre los más de 7.200 empleados de Ford Almussafes dan por hecho que habrá más ajustes. Temen, por ejemplo por el tercer turno, cuya supresión ya se ha anunciado en Saarlouis.
¿Y cuándo va a anunciar Ford lo que tenga que ser? El run-run en la factoría es que será después del 28 de abril, quizás para no interferir en las elecciones generales y autonómicas, quizás a la espera de ver quién gobierna aquí y allá a partir de entonces.