VALÈNCIA. El artista Manolo Valdés (València, 1942) exhibirá, del 15 de septiembre al 15 de octubre, en Singapur una selección de sus célebres esculturas monumentales y meninas, así como pinturas, esculturas de pequeño formato y collages, que conformará la mayor muestra hasta el momento del creador valenciano en Asia. En concreto, Orchard Road, la principal avenida de Singapur, acogerá nueve esculturas monumentales de Valdés y una fila de diez de sus conocidas Meninas de bronce, y la sede de Opera Gallery exhibirá cerca de 45 obras que incluyen tanto pinturas como esculturas de pequeño formato y collages.
Algunas de las nueve esculturas monumentales presentan unas dimensiones de más de cinco metros de alto por once de ancho y un peso que supera en algunos casos las seis toneladas. Esta exposición coincidirá con la celebración del Gran Premio de Fórmula 1, que tendrá lugar en Singapur del 15 al 17 de septiembre, y tras la su finalización las esculturas monumentales se trasladarán a los jardines de la Marina de Singapur donde permanecerán durante seis meses, explican responsables de la muestra a través de un comunicado.
En palabras de Manolo Valdés, Singapur es "una ciudad que tiene mucha presencia pública en este momento, por lo que es toda una responsabilidad exponer aquí, en un lugar con una cultura tan diferente". "Las características que tienen estas esculturas es que, al estar enseñadas en lugares tan distintos, terminas viéndolas de una manera muy distinta. Cuando las ves en el castillo Chambord es distinto a cuando las ves en Broadway en la calle 166 y cuando las ves en Arizona en medio de un jardín de cactus con 60 grados de calor las ves distintas, porque no se pueden ni tocar, a cuando la ves en Nueva York después de que ha nevado y están blancas o cuando las ves en las noches blancas de San Petersburgo o sobre la lámina de agua de la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia", añade el autor.
"Uno ve cómo las mismas esculturas -prosigue- cambian y el paisaje y el entorno puede ayudarles o lo contrario pero es muy bonito ver la misma escultura cómo te habla en muy distintos sitios, cómo influye el entorno". La exposición va acompañada de un voluminoso catálogo que contiene un ensayo del comisario y doctor en Bellas Artes, Javier Molins, quien destaca que "con esta exposición, Valdés continúa también con una de las prácticas artísticas más antiguas de la historia del arte, la de la escultura monumental.
Muchas de estas esculturas presentan además la novedad de que están recubiertas de pintura, con lo que retoma la tradición de la escultura policromada tan característica de las antiguas civilizaciones como Egipto o Grecia". Esta exposición se enmarca dentro de la tendencia actual del arte contemporáneo de mostrar las obras de arte en espacios al aire libre abiertos al público.
Manolo Valdés ha sido uno de los grandes representantes de esta corriente pues ha expuesto sus esculturas en lugares tan singulares como Park Avenue en Nueva York en 2002, en el Palais Royal de París en 2005, en el castillo de Chennoceau en 2005, en Bryant Park en Nueva York en 2007, en el castillo de Chambord en 2010, en la avenida Broadway de Nueva York en 2010, en las calles de La Haya en 2010, en el Jardín Botánico de Nueva York en 2010, en la place Vendôme de París en 2016 o en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia en 2017, entre otros lugares.
La obra de Valdés forma parte de la colección permanente de museos tan importantes como el Metropolitan de Nueva York, el Centro Pompidou de París, el Museo de Bellas Artes de Boston, el de Houston, el National Art Museum de Pekín, el Museo de Israel, el MOMA de Nueva York, la Hispanic Society de America, el Museo Estatal de San Petersburgo, el Museo Rufino Tamayo de México, el Museo Reina Sofía de Madrid, el Guggenheim de Bilbao o el IVAM, entre otro muchos. La muestra, que cuenta con la colaboración de la Oficina de Turismo de Singapur, constituye una ocasión única para poder ver el Valdés más conocido, con sus Meninas, el Valdés más monumental, con sus grandes esculturas, y el Valdés más íntimo, el de sus pinturas.