ABIERTO A EVENTOS PUNTUALES

El Ayuntamiento de Valencia, más próximo al 'slow food' que al 'street food'

10/11/2015 - 

VALENCIA. El street food lucha contra su propia realidad en España. Sin un marco legal que le ampare, enfrentado a las ordenanzas municipales que no permiten la venta ambulante -salvo productos contados vinculados al origen del territorio-, lo cierto es que el último de estos eventos en Valencia, el II Contravan, reunió a 15.000 personas en tan solo dos días. Unas cifras que, en el pasado, hicieron que entre la hostelería y otros agentes culturales se creara un grupo de trabajo frente a la demanda... pero esta alerta parece ser cosa del pasado.

El grupo de trabajo que incluyó a la Academia de Gastronomía de la Comunitat Valenciana, empresarios hosteleros, representantes de la patronal y responsables de formación y de la Admonistración, no retomó sus reuniones. Tal y como uno de sus componentes ha asegurado a Valencia Plaza "los ciclos electorales han hecho que no se articule una comunicación con los representantes de la Administración y, de alguna forma, no existe el mismo interés que hace un año por su impacto en el sector".

La presión sí ha aumentado en Madrid y Barcelona, donde los eventos mensuales periódicos (desde Madreat a Palo Alto Market, respectivamente y entre otros) han llevado a que lobbys como Street Food Mad se hayan articulado junto a la administración local. Un portavoz de esta asociación aseguró recientemente a Valencia Plaza que el Gobierno local de Madrid se prepara para ser el primero en regular el street food "habilitando una serie de zonas en las que ejercer una actividad comercial libre y regulada no solo con las normativas actuales de restauración que ya se nos aplican, sino con unas específicas".

Sin embargo, en el Ayuntamiento de Valencia aseguran no haber recibido "ninguna propuesta" o haber advertido "ninguna inquietud" con respecto a la formulación de una normativa ad hoc en materia de street food. El concejal de Comercio, Licencias y Ocupación de la Vía Pública, Carlos Galiana, asegura que desde el Ayuntamiento se es "especialmente sensible a los comercios que ya generan una actividad sostenida en la ciudad. Valencia es una ciudad que ya tiene una actividad gastronómica en la calle, a través de las terrazas, y que marca una distancia con otras ciudades".

Galiana, que se muestra especialmente protector con el sector hostelero y que afirma comprende que el street food le puede generar reticencias, no se cierra a que esta manifestación, cultural y comercial, tenga su propio espacio "a través de eventos, muestras o ferias". De hecho, fue su propia concejalía la que dio luz verde a que se celebrara la segunda edición de Contravan, esta vez en los Jardines de Viveros de Valencia. 

Por lo que sí se muestra especialmente sensible es "por la gastronomía que se vincula a un consumo de 'Kilómetro 0'. Nos interesa más el slow food y todo aquello que tiene que ver con la promoción de una dieta mediterránea y vinculada a los productos y productores locales", añade. De hecho, hace especial atención en su intención de potenciar más "todo lo que tiene que ver con la promoción de los mercados municipales".

Acepta, por otro lado, que "es una posible solución para eventos en la ciudad como las Fallas. Si en este marco encuentran cabida, es una solución, pero no tengo en la mesa ninguna propuesta distinta ni es un tema que desde la Administración se perciba que genera una urgencia social o un interés general". Lo cierto es que, hasta la fecha, apenas existen vehículos propios en la Comunitat Valenciana dedicados al street food ni una organización que canalice una demanda que, por otro lado, cuando sucede y siempre dentro del marco de un evento acotado, no abierto a la propia calle como su filosofía precede, genera una atención masiva.