VALÈNCIA. El mercado saturado de la producción de eventos y montaje de escenarios tuvo una consecuencia directa en la Gran Fira de Juliol: dos de los concursos para dar servicios a eventos culturales.y festivos quedaban desiertos a pocos días de su celebración. La solución propuesta por el Ayuntamiento, tal vez la única que quedaba a estas alturas, ha sido la de hacer el contrato por urgencia sin publicidad, es decir, elegir directamente la empresa ‘a dedo’.
La solución ha llegado y el pasado viernes la Junta de Gobierno aprobó los dos contratos, si bien la factura se ha disparado a casi el doble de lo previsto en las licitaciones. En el caso de la licitación para el escenario que acoge, por ejemplo, las actividades del festival Polirítmia, el concurso público calculó un importe con impuestos de 72.094,22 euros. Tras 15 días para presentarse, no hubo una sola empresa que propusiera oferta.
“Se ha cursado invitación a tres empresas para participar en el procedimiento y se han recibido dos ofertas”, explica el acuerdo de la Junta de Gobierno. Se ha optado —comenta el mismo documento— por la de menor informe, presentada por Twist Productions. Aún así, el desembolso del consistorio llegará a los 130.533,59 euros.
En la letra pequeña del contrato, “en la Plaza de la Virgen —en la Gran Nit—, la empresa adjudicataria se compromete a la instalación de una grada/tarima supletoria para elevar la segunda fila del coro que actuará con el propósito de darle visibilidad. Por otra parte, en cuanto a las actuaciones que se realizan en la plaza del Ayuntamiento, la empresa adjudicataria se compromete a instalar toldos/sombrillas durante las pruebas de sonido de los artistas, de modo que se mitigue en lo posible las altas temperaturas. Por último, la empresa adjudicataria se compromete a aportar pequeños soportes para la distribución de los programas de mano. Como contrapartida, se reduce el número de escenarios pequeños que pasa de 5 a 4. Así en la plaza Redonda no se instalará escenario, aunque sí se mantendrán las instalaciones de luz y sonido”.
Por otra parte, el escenario que más preocupación generaba a la oposición, porque acogía eventos falleros, era el del Jardín del Túria. En esta ocasión, en la licitación, que proponía un presupuesto de 85.383,65 euros (siempre con impuestos) para el despliegue técnico, sí se presentaron dos empresas. Las dos presentaron —en un primer momento— una bajada económica sobre lo propuesto por el Ayuntamiento, pero una vez abiertos los sobres, renunció una y después la otra al ser propuestas.
En esta ocasión, se ha optado por el mismo procedimiento y el Ayuntamiento admite que de tres empresas consultadas solo ha recibido una oferta, por lo que se ha contratado por EST Instalaciones. Lo hace por un importe de 158.376,90 euros. Otra vez, prácticamente el doble de lo estimado en la licitación.
Con todo, los contratos se autorizaron el mismo viernes 1 de julio en el que empezaba la vigencia del contrato y este fin de semana ya han estado funcionando. Las dos empresas tienen experiencia en el montaje de escenarios en otras localidades.
Esta solución ha sido la última posible ante lo que el Ayuntamiento alegó en un informe la semana pasada: "a causa del enorme incremento del número de espectáculos programados por diferentes entidades tanto de carácter público como privado, unido a la escasez de empresas especializadas en la organización de eventos, cuyo número ha mermado tras la crisis económica sufrida a consecuencia de la covid-19, así como por precios que han sufrido los precios de un tiempo a esta parte”. Y recordaba que "puede provocar la suspensión de toda la programación artística de la Gran Feria de València, dada la dependencia de este servicio para las contrataciones artísticas”. Por su parte, Fernando Giner, portavoz de Ciudadanos, criticó “la falta de previsión por parte del Gobierno” y señaló que “los precios no eran suficientemente atractivos”.