ante la situación de confinamiento

Cine en casa de la mano del Centre del Carme con ‘Confi(n)ados a la comedia’

Dentro de la propusta 'CCCCinema', se proyectarán ocho títulos en el canal de YouTube del Consorci de Museus

6/05/2020 - 

El Centre del Carme Cultura Contemporània presenta el ciclo Confi(n)ados a la comedia, una nueva propuesta de su programa #CCCCinema, pero en esta ocasión diseñado específicamente para disfrutarlo desde casa. Enmarcado dentro de su programa en línea #CCCCenCasa, el ciclo propone ocho títulos de la comedia española que se proyectarán en el canal de YouTube GVA Consorci Museus, del 9 al 17 de mayo, cada noche a las 22 horas.

El título del ciclo Confi(n)ados a la comedia alude en principio a nuestro idioma, tan voluble y versátil, pues le basta una letra para transformar un adjetivo amargo, confinados, en otro extra dulce, confitados. Lo mismo podríamos decir del cine español, hijo de la tragicomedia, esa tragedia grotesca que transforma la frustración y el desempleo, la enfermedad y el desamor, la soledad y la muerte, en un material perfecto del que extraer humor.

El recorrido propuesto consta de ocho comedias españolas, tres de ellas valencianas, que en su mayoría no tenían espacio en la frondosa oferta cultural en línea. Coordinado por el crítico de cine Daniel Gascó, el ciclo sigue la línea de su propuesta ¿De qué nos reímos en Europa?, el primer ciclo de comedia europea que reunió a más de 8.000 personas en el claustro gótico del Centre del Carme el pasado verano y del que se prepara ya una segunda edición.

El director del Centre del Carme, José Luis Pérez Pont, ha manifestado que “este ciclo, que comenzó a organizarse tras el cierre de los centros de arte, nació con la idea de ser un aperitivo de la nueva propuesta de cine de comedia que podremos disfrutar este próximo verano. Sin embargo, la colaboración de los directores españoles ha hecho posible desarrollar una propuesta específica, con entidad propia, con la que pretendemos hacer un reconocimiento a la cinematografía española y valenciana”.

Pérez Pont ha explicado que “en la víspera de la celebración del Día Internacional de los Museos este ciclo pretende calmar las ansias de cine del público con películas que están fuera de los circuitos habituales de las salas de cine y de televisión y que se insertan dentro de nuestra oferta multidisciplinar. Verdaderas joyas de la comedia española que buscan sacarnos la sonrisa y nos proponen diferentes reflexiones sobre aspectos de nuestra vida cotidiana”.

El director del Centre del Carme ha agradecido “el apoyo de los directores de las ocho películas que han hecho posible este ciclo y ha recordado que el #CCCCenCasa ha contado con la colaboración de agentes culturales en diferentes ámbitos para permitir que el arte y la cultura continuara llegando a todas las personas, confinadas estos días en sus hogares, y al mismo tiempo seguir respaldando a las y los profesionales de la creación”.

Según Daniel Gascó “la naturaleza de la risa ya es destructora a nivel de contenido, irrumpe cada vez que alguien desenmascara ese circo en el que todos vivimos. Por eso la comedia es el género más político. Lo interesante de este ciclo era recuperar algunas muestras de ese cine fronterizo que tensó el hilo del humor atentando contra la forma, esa obra singular que no fue prisionera de su tiempo”.

Para Daniel Gascó “en este programa ha sido clave la complicidad y generosidad de sus ocho autores”. Así, además de las presentaciones del coordinador del ciclo, que precederán a cada película, algunos de los directores, como Vicent Monzonís y Javier Rebollo, participarán también introduciendo sus películas, compartiendo reflexiones que permitirán acercarse al cine español y valenciano de un modo especial.

Un futuro esplendoroso

Hubo un tiempo en que el cine valenciano tuvo un futuro esplendoroso. Ocurrió a mediados de los 90, cuando se firmó un acuerdo por el que el Gobierno se comprometía a apoyar seis producciones valencianas al año. Entonces, la palabra ‘futuro’ se convirtió en un karma. Como ‘austrohúngaro’ en el cine de Berlanga, reverberaba en cada una de las películas que Toni Canet, Enrique Navarro o Carles Pastor realizaron aquellos años. Quizá la que más público obtuvo fue Una piraña en el bidé (1996) de Carles Pastor, que se proyectará el 15 de mayo. La película, que llegó a estrenarse en toda España, abordaba la influencia de los hijos en nuestras relaciones sentimentales. Una producción que contaba con un buen reparto (Tito Valverde, Silvia Munt, Enrique San Francisco, Ata Gomis) y una fotografía y una dirección artística notables.

Vicente Tamarit se adelantó al criticar en El hombre de la nevera (1993), que se podrá ver el 13 de mayo, las nuevas medidas adoptadas por la Comunidad Europea, que potenciaban una expropiación de la población rural y un éxodo a la ciudad. Su defensa de los espacios agrícolas se ha mantenido luego en su obra documental. Resulta muy curioso que su tratamiento del humor se apoye exclusivamente en los personajes secundarios. Como Dripping (2003), prevista para el 10 de mayo, que concursó en la Mostra de València y resultó una rara avis. Hablada en valenciano, su discurso, si no es universal, sí que es absolutamente extrapolable a cualquier gran ciudad provista de museos, certámenes o publicaciones artísticas. Vicent Monzonís demuestra ser un cineasta libre que no se muerde la lengua ni modera su crítica del mundo del arte por estar ambientada en espacios institucionales como el IVAM o el propio Centre del Carme.

Un clásico perdido para comenzar

El ciclo arranca este sábado, 9 de mayo, con un film olvidado. La única razón por la que la ópera prima de Francesc Betriu no se conoce es que apenas se proyecta. Pese a haber sido concebida en los años 70, esta obra magnífica entronca con este nuevo mundo antimatérico, que abomina de la experiencia física y ensalza la virtual. Su protagonista es un frustrado sexual que se ha pasado media vida soñando con la mujer de su vida. Sueños de papel que firma como Corazón solitario (1973).

Carlos versus Marvel

A punto estaba Chiqui Carabante de realizar su primer largo cuando fue reprendido por la empresa Sony. Esta tenía los derechos de Spider-Man y no podía admitir que el mismo año hubiese un film titulado El hombre araña contra el mundo, por muy modesta que fuese la producción. Rebautizada como Carlos contra el mundo (2002), esta divertidísima película, que se podrá ver el 12 de mayo, cuenta la peripecia humana de un tipo incapaz de asumir de golpe todos los compromisos que su familia le impone. Como cualquier Peter Pan, Carlos nos desafía mirando fijante a la cámara con un mensaje contundente: “Da igual lo mal que hablen de uno: todos somos superhéroes”.

Vivir sin dinero

Pero a cuerpo de rey. Eso es lo que intentó el protagonista de Un millón de amigos (2007), Javier Jurdao, estrella fugaz del cine y la televisión, showman venido a menos, que podría pasar por filósofo antisistema si no fuese porque tiene un plan de seducción perpetuo: conseguir que un buen puñado de amigos le albergue periódicamente en sus casas sin tener deudas ni necesidad de trabajar. Fernando Merinero demuestra ser un cineasta ético y con la misma falta de presupuesto retrata su extraña odisea en este film que se ofrecerá el 14 de mayo.

El triunfo de la sinrazón

Cerrarán el ciclo dos road movies cervantinas que comparten la misma conclusión: el cine puede salvarnos del mundo. Sobre todo, si sucede al margen y no acepta pactos ni se vende con su tiempo.

Por más que Javier Rebollo ambientara El muerto y ser feliz (2012), programada para el 16 de mayo, entre Argentina y Uruguay, su protagonista, José Sacristán, lleva España dentro. De hecho, el actor, que tantos premios cosechó por su papel de Santos, considera que se trata de la segunda parte de Cara de acelga (1986), solo que aquel personaje trashumante es ahora un viejo asesino a sueldo que recibe un último encargo. El director y la coguionista, Lola Mayo, incorporan su voz, que genera un diálogo fascinante entre palabra e imagen, ensueño y realidad. Un recurso que permite que la cordura de Sancho conviva con ese periplo ebrio y alucinado digno de don Alonso Quijano.

Cerrará el ciclo Todo el tiempo del mundo (2014), que se podrá ver el domingo 17 de mayo, en la víspera del Día de los Museos. En esta película el paisaje varía bruscamente en sus dos partes. Fran, personaje y actor, sufre un dolor que escapa a la ciencia. Acostumbrado al engaño y la picaresca en un Madrid escaso de oportunidades, saldrá sin más rumbo que transitar los paisajes rurales de su infancia, en Asturias. Su director, José Antonio Quirós, aprovecha esta circunstancia real para hacer comedia y de paso abrir una brecha en ese mal endémico de nuestro siglo, cuando todo el mundo parece haber vendido todo su tiempo.

Cada una de las películas de este ciclo estarán disponibles en el canal YouTube del Consorci de Museus, GVA Consorci Museus, con acceso libre, en la fecha y la hora programadas y se podrán disfrutar de manera exclusiva a lo largo de esa noche.

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