La obra documental de Álex Rigola se representa en el Centre del Carme con motivo del Festival 10 Sentidos hasta el 19 de mayo
VALÈNCIA. El Centre del Carme Cultura Contemporània presenta Macho Man, el último trabajo del dramaturgo catalán Àlex Rigola como parte del Festival 10 Sentidos, en su XVII edición, y que lleva por lema Bestias. La representación sin actores se podrá visitar hasta el próximo 19 de mayo de forma gratuita, bajo reserva.
Salir del maltrato es difícil. La asfixia que sufren sus víctimas se asemeja a un laberinto del que es muy complicado salir y que Àlex Rigola consigue representar de forma poco convencional en Macho Man. La instalación se visita a través de un recorrido que conduce al espectador por un espiral de sensaciones. ¿Qué se plasma en Macho Man? La dureza del machismo en sus múltiples versiones: en el entorno familiar, social, laboral y cultural.
El objetivo del teatro-documento es que el espectador salga de la representación reconociendo que “personalmente no estamos haciendo todo lo posible por erradicar el machismo”, tal y como declaraba el director de la obra. Macho Man pretende visibilizar un problema que está enquistado en la cultura colectiva mediante la concatenación litúrgica documentos y testimonios reales expuestos de forma muy meditada y artística.
La pieza de Rigola ha sido presentada este lunes a los medios de comunicación en una rueda de prensa en la que han estado presentes el director del Consorci de Museus de la Comunitat Valenciana, José Luis Pérez Pont; el director de Relaciones Institucionales y RSC de Caixa Popular -principal patrocinador del festival- Paco Alós; las directoras del Festival, Meritxell Barberá e Inma García y el propio Àlex Rigola.
José Luis Pérez ha manifestado que “con esta instalación Álex Rigola nos introduce en el ámbito de lo privado para ver con nuestros propios ojos la realidad de un problema en el que todavía nos falta mucha información y sobre todo formación”. ¿Cómo transmitir esa información a las nuevas generaciones? Para difundir ese horror cotidiano que se vive más cerca de lo que se cree, el Festival 10 Sentidos ha concertado diversas visitas escolares en colaboración con el Institut Valencià de la Joventut-IVAJ y que se sucederán hasta el próximo 19 de mayo.
Para la clausura de la obra el domingo 19, en el Centre del Carme se contará con la actuación de Mujeres que Bailan, una coreografía realizada por 10 mujeres que han superado el terror del maltrato. Ellas forman parte del programa de reinserción de Alanna, la asociación integrada por profesionales, mayoritariamente mujeres, formadas en intervención social y que se inquietan por la inclusión social de las mujeres víctimas de violencia de género.
Esta pieza ha sido dirigida por Alicia Herrero, responsable del proyecto Danza Social, quien ha trabajado con las amateurs para expresar a través el cuerpo el dolor y el afán de superación que han vivido estas mujeres, pero que también forma parte de una dinámica de socialización y diversión.
Macho Man ya ha sido representado en diferentes ciudades, como en Madrid o Girona, por lo que ya cuentan con una experiencia contrastada. No en vano se dieron cuenta de que muchos alumnos se sentían identificados con muchas de las situaciones que se plasman en la obra, provocando en ellos sentimientos de alarma. Es por eso que cada grupo de adolescentes va acompañado de personal psicológico, para tratar adecuadamente esas sensaciones.
El fin que busca el teatro-documental es hacer una reflexión en el espectador y dotarle de consciencia de la presencia del machismo en la vida cotidiana. “Gracias a Macho Man hemos sido capaces de detectar desde diferentes alumnos que vivían situaciones de violencia de género que no sabían identificar, hasta la denuncia de una alumna que estaba siendo abusada por su padre” declaraba Rigola. Esa es precisamente una de las vocaciones con las que nació Macho Man: aprender a reconocer y nombrar esas situaciones que, lamentablemente, con tanta frecuencia se dan en nuestra sociedad.
Macho Man se plantea como un recorrido que el público atraviesa durante cerca de una hora. Los asistentes entran en grupos de ocho personas cada seis minutos cruzando 11 salas. En estos espacios pueden escuchar, leer, tomar decisiones, pasear e interactuar con el entorno, invitando a la participación entre el público.
A lo largo del laberinto se encuentran con testimonios y conversaciones reales, textos, sentencias, declaraciones, fotografías, libros y vídeos que les permiten conocer en profundidad las tinieblas de la violencia machista, además de darle foco a casos mediáticos como el de La Manada o recordando a Diana Quer.
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