El empresario Jon Fatelevich estudia convertir el edificio 'Casa Calabuig' en hotel o coliving

VALÈNCIA. El empresario Jon Fatelevich mueve ficha en cuanto al futuro del emblemático edificio Casa Calabuig de València. Hace unos meses decidía ponerlo a la venta y, desde entonces, ha recibido varias ofertas de family offices valencianos y fondos de inversión para hacerse con el activo y transformarlo en un hotel. Una posibilidad que no descarta, pero también baraja finalmente quedárselo y reconvertirlo en alojamiento hotelero o en coliving dada su ubicación en La Marina, una zona con alta demanda turística.

El inmueble, el último de la avenida del Puerto -número 336-, alberga el mítico Bar Calabuig y cuenta con otras cinco plantas. Pero, además, el empresario también posee un solar adyacente, por lo que, en total, ambos activos suman en total una superficie de 250 metros cuadrados con un volumen edificable de más de 1.600 metros cuadrados. El valor de venta es de cinco millones de euros.

"El Edificio Calabuig ha despertado un gran interés, recibiendo diversas ofertas atractivas. Nos encontramos en plenas negociaciones con family offices valencianos, fondos de inversión e inversionistas extranjeros", explica a este diario para apuntar que también baraja "de manera seria" las propuestas de varias cadenas hoteleras para desarrollar con ellos un hotel de lujo en este emplazamiento. 

El empresario argentino compró este histórico inmueble en 2017 a la viuda e hijos de Juan Brotons, quien regentó el bar hasta su fallecimiento en 2015. Su primera intención era venderlo al ver la efervescencia tanto empresarial como turística de toda la zona de la fachada marítima valenciana. Sin embargo, ahora no descarta darle él mismo una nueva vida. "La posibilidad de desarrollar un hotel de lujo en este emplazamiento nos resulta sumamente intrigante. Evaluamos la opción de llevar a cabo este proyecto en colaboración con un socio hotelero que pueda aportar una marca de prestigio internacional, algo que, hasta el momento, no está presente en La Marina de València", asegura.

Y es que La Marina se ha erigido como uno de los puntos más demandados en el mercado inmobiliario valenciano . Tanto es así que en los últimos años se han cerrado importantes operaciones de venta de suelo tanto para construir obra nueva destinada a la venta tradicional como alquiler u oficinas. El propio Fatelevich adquirió en noviembre cinco plantas de un edificio de siete alturas, ubicado en la calle Doctor Lluch número 2, para dedicarlo a oficinas. Por ello, ahora no descarta ninguna posibilidad, aunque lo que tiene claro es que se transformará en un hotel tanto si lo vende como si se queda el activo. 

También, en su caso, abre la puerta a reconvertirlo en un coliving, una nueva solución habitacional que emerge con fuerza y que permite al usuario vivir en comunidad, pero con espacios privativos. "Estamos en un punto crucial de las negociaciones y estamos comprometidos en explorar todas las opciones que puedan potenciar el valor y la prominencia del edificio", subraya.

Compra más de 300 plazas de parking en Ciudad Gran Turia

Paralelamente, Fatelevich ha comprado a Solvia un total de 366 plazas de estacionamiento en Ciudad Gran Turia, complejo ubicado en el linde entre Xirivella y València, frente al centro comercial Gran Turia y a pocos metros del polígono industrial de Vara de Quart. De esta forma, diversifica y amplía su negocio, muy centrado en la compra de edificios para uso turístico o de oficinas. "La razón detrás de esta inversión radica en la creciente demanda de estacionamientos en la zona. Actualmente, observamos que las personas se ven obligadas a estacionar en aceras e incluso recurren al centro comercial frente al complejo para encontrar espacio", señala.

Además, el empresario conoce bien esta zona, ya que ha invertido en varios pisos y dos edificios en este complejo residencial de València, que cuenta con más de 800 viviendas y oficinas. Por tanto, considera que existe una necesidad de plazas de aparcamiento. A su juicio, existe una creciente tendencia de empresas y personas que se están trasladando hacia esta área de la ciudad, por lo que su movimiento responde a una estrategia basada en el principio de oferta y demanda.

"En este enclave, la oferta es escasa mientras que la demanda es considerable, lo que nos llevó a reconocer la oportunidad y actuar de manera proactiva. Mantenemos una postura agnóstica en nuestras inversiones inmobiliarias, guiados por un enfoque claro: adquirir a precios altamente competitivos, en áreas con una demanda robusta y, preferiblemente, con amplias perspectivas de crecimiento", afirma el empresario.

Actualmente, las plazas están a la venta, pero también las alquila mensualmente con precios que van desde los 50 euros por plaza para empresas que buscan alquilar en volumen y a 60 euros por unidad. Además, asegura que también está en fases avanzadas de negociación con diversos inversores interesados en adquirir la totalidad del paquete de plazas.

"Esta diversificación nos brinda flexibilidad. En caso de lograr una desinversión rápida, sería una situación ideal. No obstante, mientras esperamos posibles acuerdos de venta, estamos generando ingresos significativos a través de los alquileres, fortaleciendo así nuestra posición financiera y maximizando el rendimiento de la inversión en las plazas de estacionamiento", sostiene.