VALÈNCIA. Los seres humanos pasamos aproximadamente 17 años de nuestra vida sentados, más de tres lustros amarrado a una silla que tiene más importancia de la que imaginamos. Aunque el porcentaje de tiempo que uno pasa sentado en la terraza de un bar o restaurante no está medida, no es poco, espacios que se fusionan con la calle generando un mobiliario urbano alternativo tan parte de la ciudad como bancos y árboles. Conscientes de ello, el estudio de diseño valenciano La Mamba –integrado por Raúl Durá, Ommar Uribe y Pedro Rivera- ha pensado y repensado el nuevo diseño de silla que desde este año se prevé se instale en aproximadamente 25.000 terrazas del país de la mano de Coca-Cola Iberian Partners. El proyecto de renovación, que se realizará durante los próximos tres años, se inició el pasado mes de junio con la distribución de nuevos kits de mesas, sillas y sombrillas que suponen el 30 por ciento de su actual parque de terrazas.
Este es el punto de partida para el usuario de un proyecto que implicó al estudio valenciano hace aproximadamente dos años, cuando se dio el pistoletazo de salida a un proceso de renovación del mobiliario de la filial de la multinacional que contó con distintos estudios participantes. “Fue clave haber ido a la historia de la empresa. Hay que conocer los antecedentes y llevarla al presente. Ese pasado marca un futuro”, explican desde el estudio valenciano. Ese proceso de investigación les llevó a conectar su diseño con otro clásico de la empresa, quizá el más reconocible: su botella. La conocida como contour, que en 2015 cumplió cien años, fue el punto de partida del equipo formado por Durá, Uribe y Rivera, cuyo objetivo era generar una silla que devenga en un elemento “icónico” para la marca.
No en vano, en el briefing de la Root Glass Company, que patentó la botella en 1915, se centró en la necesidad de diseñar un producto que “pueda ser reconocido roto en el suelo o al tocarlo en la oscuridad”. A partir de este “primer elemento” que identificó la marca más allá de la propia bebida, La Mamba trabajó por generar una silla que simulara en su forma las curvas propias de la contour, una referencia sutil que se vuelve explícita con un respaldo que la presenta en relieve en torno a una trama de celosía con botellas en miniatura. Generada a partir de elementos reciclados, este supone el proyecto “más ambicioso” asumido por el estudio valenciano, que desde 2008 ofrece servicio a empresas del sector del mueble y la iluminación, desarrollando proyectos de diseño de producto y branding, así como la dirección de arte y asesoramiento de empresas.
Los kits de terraza se han diseñado en rojo, blanco y marrón para adaptarse a los entornos urbanos y las sombrillas son las primeras que se realizan en España estampadas en las dos caras. Según explican desde el diseño del estudio esta es la primera vez que la filial de Coca-Cola diseña una silla desde el principio para representar la marca, pues antes se imprimía el logotipo o imagen sobre un modelo preexistente. "Ahora están representados en la calle tal y como quieren estar representados". Para esto se ha tenido en cuenta desde la referencia histórica al elemento práctico, como que se puedan apilar en grandes cantidades."Nos fascina el proceso de investigación. Cogemos toda esa historia, esos antecedentes fáciles de reconocer, para crear una silla representativa de Coca-Cola de cara al mercado, que la posiciona también como una marca que apuesta por el diseño", indican desde La Mamba.
“Las terrazas forman una parte importante del negocio de hostelería. Desde el sector se estaba reclamando una apuesta decidida por ofrecer un nuevo mobiliario acorde con nuestra imagen de marca”, explicó Viviana Gomes, responsable de Activación de Consumo Inmediato y Merchandising de Coca-Cola European Partners (CCEP) Iberia, en la presentación del plan de renovación de terrazas. Las nuevas terrazas aúnan innovación en el diseño y en la fabricación buscando los máximos estándares de sostenibilidad y eficiencia energética, un plan de renovación de terrazas que cuenta con kits diseñados y fabricados empleando materiales reciclables y siguiendo criterios de eco-diseño, mobiliario que se complete con las mesas y las sombrillas de Ripay. “Hemos incorporado en la silla un código bidi a través del cual contamos la historia que hay tras la silla y, además, mostramos cómo se concreta nuestro compromiso de responsabilidad corporativa.”
Fue en el salón NUDE de Feria Valencia en 2008 cuando La Mamba hizo su puesta de largo como estudio tras conocerse sus miembros haciendo estudios de postgrado en València. En 2014 fueron nominados en los German Design Awards por los Daltons, un contenedor para almacenar diferentes tipos de alimentos, como cereales o frutos secos, que nació de la reinterpretación de las antiguas cajitas metálicas de caramelos. Además, en 2011 fueron los vencedores en los premios de ámbito nacional Diseño Injuve y en 2012 hicieron lo propio en los premios Valencia Crea, en este caso por Mamut, un centro de mesa fabricado en madera de haya y polipropileno cuyo contenedor varía su tamaño de acuerdo con el número de veces que se gire la bola de madera.