VALÈNCIA. El festival Pops Marítims romperá en su nueva edición con el mundo de lo frágil e in tangible para acercar a los espectadores a "la crudeza de las propuestas más vibrantes" del panorama de las "músicas indispensables" de canciones de autor, en un certamen con seis presentaciones y un "regreso inesperado", el de la banda 121dB.
La tercera edición del evento, que tendrá lugar este viernes y sábado en La Mutant de València, llega después de que el certamen haya acogido propuestas de Rosalía, Maria Arnal i Marcel Bagés, Dorian Wood, Pony Bravo o Anari, ha explicado el centro cultural en un comunicado.
El festival será el espacio en el que se presente el segundo largo de Enric Montefusco, después de que Standstill anunciara una parada indefinida, con el nuevo flamante trabajo del barcelonés y su banda, Diagonal (El Segell, 2019), que se ha estrenado con una notable acogida por la crítica.
Además, el "fenómeno paranormal" de Niña Coyote eta Chico Tornado, que vienen de escenarios como el Mad Cool, vuelve a València para presentar el que será el nuevo largo Aitzstar (2019), producido por Ricky Falkner.
Otros que pasarán por el Pops Marítims son Las Víctimas Civiles, el grupo conformado por el artista Hèctor Arnau y los alcoyanos Arthur Caravan, para presentar El auge de la extrema pereza (2019).
Maria José Llergo interpretará "un canto a la disrupción de la libertad en todas sus vertientes" acompañada a las seis cuerdas por Marc Lòpez. La artista afronta una carrera abierta con "valores antiguos: compromiso con el arte, emociones, con los demás".
Crisàlide (Satélite K, 2019) es el tercer disco de estudio de Donallop, una banda de dream pop "sin precedentes" en la escena estatal con "elegancia, prosa poética y pasión" en once cortes llamados a convertirse en "himnos" de una generación desorientada emocionalmente.
Por otro lado, Baiuca es el proyecto capitaneado por Alejandro Guillán, que presenta un diálogo entre la Galicia de antes de ayer y la de pasado mañana. El artista se presenta por primera vez en València para responder a preguntas como si puede una caja de ritmos bailar a la vez que una muñeira. Las respuestas a las preguntas son las que proyecta Baiuca en una de sus sesiones: samples de instrumentación tradicional pasados por los filtros de bases techno, el global bass, la musica House.
La sorpresa de este año en Pops Marítims la dan Ciento Veintiuno Decibelios: 121dB, la extinguida banda de València que vuelve para reconocerse en esta época, seis años después de su despedida, donde los procesos y los mecanismos han cambiado. El grupo vuelve para "darse el gusto" y el público podrá deshacerse y adentrarse de nuevo en el indie "más rabioso" de Assaig/Error (Gor Discos, 2009) y Leshoto (Autoeditado, 2013).