VALÈNCIA (EP). El Teatro Flumen de València se viste de revista musical por la celebración de sus 60 años de historia con la vuelta al cartel del homenaje a Lina Morgan Maravilloso fue volver. El edificio creado en 1959 se ha renovado completamente para la ocasión con un grafiti en la fachada de la gallega Lula Goce, junto a un nuevo patio de butacas y caja escénica. Con este lavado de cara, el Flumen encara una nueva etapa desde que abrió sus puertas como "mítico" cine-foro y luego espacio de arte y ensayo y terraza popular de verano. En 2007 cesó hasta su transformación en teatro tres años después con las ya clásicas sesiones de zarzuela, las 'golfas' y las familiares, musicales y de monólogos y cine.
Maravilloso fue volver. Un viaje de la revista al musical, en cartel hasta mediados de enero, rememora a la incombustible Lina Morgan -fallecida en 2015- y enmarca tanto el aniversario como la nueva era del espacio, como han destacado en rueda de prensa su director, José Saiz, y la actriz Paula Bares, vestidos de gala para la ocasión. El homenaje arranca este martes con una gala-fiesta inaugural y el reestreno de la función, que ya ha girado por la Comunitat Valenciana y llegará a Gran Vía en Madrid. Este viaje de la clásica revista al musical actual, donde conviven canciones de hace medio siglo con otras recientes, permite juntar en el mismo patio de butacas a tres generaciones, abuelos, padres y nietos, lo que supone "un subidón".
"No podíamos hacer un homenaje a la revista sin Lina Morgan, que fue el padre, la madre y la tía de la revista; lo ha hecho todo", ha manifestado el responsable del teatro, recordando a la vedete madrileña como ejemplo de "los grandes musicales de hoy" al comprar La Latina y atraer a gente de toda España. La actriz Isabel Gaudí se mete en su piel con una "brutal interpretación, que no imitación porque era inimitable".
Este show lleno de purpurina y lentejuelas recupera los mejores episodios de la carrera de la estrella, a partir del hilo conductor de dos actores mayores que se escapan de la residencia donde viven y regresan al teatro donde trabajaban con Lina. De ahí viajan al pasado con el contrapunto de una "auténtica vedete" que interpreta Paula Bares, valenciana que afronta este papel como "una vedete de ahora, fina y que habla con 'el respetable'" al bajar del escenario.
El nuevo aire del Flumen se nota desde la misma puerta con el grafiti de la artista Lula Goce, que ha estampado sus creaciones en fachadas de Nueva York, Dubai o Tokio. Ya en el interior, la vitrina luce partituras originales de Lorca junto a diseños de vestuario de la época y un rincón dedicado al mundo del circo y del 'clown' "muy especial" para el director del teatro, al recordar a su padre. "Tenía unas ganas brutales de volver a pisar el escenario; tengo mono", ha confesado a unas horas de estrenar la nueva sala.
Para el resto de la temporada siguen los ciclos de zarzuela de los miércoles por la tarde con míticas como El manojo de rosas o una antología de las clásicas madrileñas La revoltosa, La verbena de la paloma o Azucarillo y aguardiente. A estas propuestas se sumará un tributo a Nino Bravo y Raphael para introducir la copla, con la "gran voz" de Ángel Aliaga. El Flumen mantiene su objetivo de captar "adictos al teatro" con las sesiones golfas de los fines de semana, un ciclo "muy canalla y cabaretero". "Queremos abrir nuevos públicos: que no sea traumático ver a gente joven en los teatros y vayan más allá de los monólogos", ha expresado el director, ante su público actual con "el 70% mujeres mayores de 50 años".
También continúan el ciclo de magia y el familiar, con clásicos como El mago de Oz, Hansel y Gretel y las propuestas navideñas como Frozen, Disneymania, Toy Story o Campanilla, tras el "éxito" de Coco en las últimas semanas. Para 2020, el Flumen estrenará los jueves un ciclo de compañías valencianas con obras de danza, circo y teatro, tanto en castellano como en valenciano. Una de las protagonistas del próximo año será Mª Luisa Merlo, una actriz valenciana que "ya es de la casa".
Con todos estos ingredientes, el titular del teatro ha reivindicado que "no hay que salir para disfrutar de buenas propuestas porque València está más que preparada". Eso sí, ha exigido un apoyo "claro y decidido" de las administraciones, tanto a nivel económico como publicitario, con más espacios promocionales en 'mupis', farolas o autobuses.
El director del Flumen ha puesto como ejemplo que las ayudas a los teatros llegan a topes de 40.000 euros en la Conselleria de Cultura o 8.000 en el Ayuntamiento, cifras que "no vale la pena comentar". "Es muy triste ver cómo han desaparecido espacios teatrales en València; el último, el Escalante. Las administraciones no deberían permitirlo". En cualquier caso, ha asegurado que la ubicación ya no es un "obstáculo" para el teatro del barrio de Les Tendetes y que es "privilegiado" por su calle peatonal. "A la gente cada vez le cuesta menos cruzar el río para venir", ha ilustrado.