El centro cultural explora la vertiente más tecnológica del pintor a través de un proyecto que, a falta de obra original, explora sus códigos y obsesiones con una exposición inmersiva
VALÈNCIA. Salvador Dalí copa, por partida doble, la renovación del mapa expositivo en la ciudad de València. Si hace unos días el Museu de Belles Arts de València inauguraba una exposición sobre los surrealismos en la que muestra la obra gráfica de Dalí y Miró, ahora el renovado Bombas Gens hace lo propio con el de Figueres, aunque en este caso posando la mirada en el futuro. Esto es, sin obra original del artista, sino a través de un proyecto inmersivo que quiere indagar en la vertiente más tecnológica a partir de su universo creativo, discurso y obsesiones.
Tras el 'aperitivo' de Falla I.A., que se presentó durante las fiestas josefinas, este es el primer gran proyecto que acoge Bombas Gens desde su transformación en centro de artes digitales, tras el acuerdo alcanzado por la Fundació Per Amor a l’Art y la empresa Layers of Reality para su gestión, una puesta de largo que quiere mostrar al completo su ambición para el museo de Marxalenes. Así, las naves de complejo fabril, que antaño mostraban la colección de arte de la fundación privada, ahora sirven de lienzo en blanco para los proyectores que dibujan a través de la luz distintas figuras inspiradas en el universo creativo del catalán.
Bajo el lema Dalí Cibernètic, la exposición abre sus puertas al público este miércoles desvelando por completo el nuevo proyecto del centro cultural, en una reapertura que fía a la 'marca Dalí' su carta de presentación al público valenciano. “Dalí imaginó en su día una ‘máquina de soñar’ y hoy en Bombas Gens Centre d’Arts Digitals hacemos realidad esa idea, ofreciendo la oportunidad de entrar y caminar en la mente de Dalí, en la sala de metaverso más grande de Europa”, explicó Jordi Sellas, director artístico de Bombas Gens Centre d’Arts Digitals, quien presentó la muestra junto a Artur Duart, director de Bombas Gens, e Imma Fondevila, comisaria de la exposición.
El proyecto, que cuenta con la colaboración de la Fundación Dalí, ha viajado a distintas ciudades del mundo -de hecho, ahora mismo se puede ver en varias localizaciones, como Berlín, y en apenas unos días llegará a Grecia-, una exposición que ahora desembarca en València con el objetivo de aportar una “perspectiva nueva” en torno a la vida y obra del autor. Lo hace apostando todo a la tecnología. Esto, además, en este caso va por una doble vía. Por una parte, lo obvio, con el despliegue de un proyecto que se basa en las proyecciones de gran formato, instalaciones interactivas o realidad virtual. Pero, también, por lo que respecta al discurso del propio Dalí, cuyo interés en las primeras herramientas digitales ha dado pie a esta exposición.
“Dalí tuvo contacto personal con científicos, algunos de ellos ganadores del Premio Nobel, y en algún momento de su vida confesó que su padre ya no era Freud sino Heisenberg, el padre de la física cuántica, lo que es una frase muy reveladora de su relación con la ciencia”, explica la comisaria. Es, seguramente, la sala de metaverso, que se presenta al final del recorrido, el espacio que más va a llamar la atención a los visitantes. Unas gafas marcan la diferencia entre la sala vacía y una experiencia inmersiva de unos quince minutos que sumerge al visitante, convertido en avatar, en un ‘viaje’ a través de un universo imaginario que da movimiento a algunos elementos icónicos de la obra de Dalí, como sus elefantes o los panes que decoran el Teatro-Museo Dalí, en Figueres.
La vinculación entre Dalí y la tecnología es el marco de un recorrido que se inicia con una sala inmersiva en la que que, a través de distintas proyecciones y una música compuesta por Rafael Plana, se descompone y recompone algunas de las obras del autor. Se trata de un viaje de aproximadamente media hora que pasa por los "paisajes emocionales" de la Costa Brava o el Empordà o una sección creada con Inteligencia Artificial. El recorrido también incluye un pequeño cine en el que se muestra un documental sobre Dalí en Nueva York, así como un apartado que presenta distintas piezas de artistas de la Universitat Politècnica de València.
Con Dalí Cibernètic se pone en marcha la maquinaria del renovado Bombas Gens, un centro ahora convertido en espacio para las artes digitales. Con este proyecto la Fundació Per Amor a l’Art, impulsora original del centro, ha dado respuesta a años de dudas sobre el futuro del proyecto, aunque no ha respondido a todas, pues todavía está pendiente desvelarse cuál será el futuro de la colección de arte privada, tras anunciarse su donación a la Generalitat y, posteriormente, dejarla en el aire. Por lo pronto, con el universo Dalí comienza una nueva etapa que ya ha definido sus primeros pasos con una programación que sumará más exposiciones vinculadas a grandes nombres del arte, como Frida Kahlo, o experiencias inmersivas con sabor local como La Ruta. Modernitat, cultura i descontrol, una experiencia que viajará a la València de los 80 y los 90, o València. Memòria fotográfica.