Manuel Blázquez, por su parte, gana el premio en la categoría de proyecto artístico con ‘El gran libro de la pintura’, que se podrá ver el año que viene en el Centre del Carme
VALÈNCIA. Los premios de artes visuales Alfons Roig, concedidos por la Diputació de València, ya tienen ganadores, dos firmas que sirven para hacer una fotografía del pasado, presente y futuro de la creación valenciana. Aunque estos no sean compartimentos estancos. Por un lado, el pop feminista de Ángela García Codoñer (València, 1944), que ha recibido el premio a la trayectoria artística; por el otro, Manuel Blázquez (València, 1978), galardonado con el premio a mejor proyecto artístico. Esta edición era, además, especial, pues incluía por primera vez la modalidad a proyecto artístico, unos renovados premios que se han querido conectar con algunos de los primeros espada de la gestión cultural. Para seleccionar a los vencedores, que se dieron a conocer este sábado en un acto en Llutxent, un jurado de excepción: Manuel Borja-Villel, director del Museo Reina Sofía, en Madrid; Ferran Barenblit, del MACBA de Barcelona; Nekane Aramburu, d’Es Baluard, de Palma de Mallorca; Vicent Todolí, exdirector del IVAM y de la Tate Modern; y Elena Juncosa, directora de la Fundació Mas Miró.
En el caso de Ángela García Codoñer, la recepción de este premio tiene algo de cierre de círculo, y es que el propio Alfons Roig era profesor cuando ella se formaba en Bellas Artes. “Nos hablaba de pintura moderna, así que imagínate”, recuerda en conversación con Culturplaza. Cierre de ciclo… o no tanto, porque todavía queda mucho que ver de la artista valenciana. “Me da mucha satisfacción. Aunque todavía no me he muerto [ríe] De hecho todavía no he parado, sigo produciendo”. Tanto es así que actualmente está trabajando en una serie experimental de collage, de formato pequeño, un proyecto que ha ocupado sus horas en estos meses de encierro que, confiesa, le han ayudado a concentrarse. Y eso que en su labor ya va el silencio como marca de la casa, razón por la que este reconocimiento a toda una trayectoria sabe mejor. “Nuestro trabajo es muy silencioso. Estamos mucho tiempo en el estudio, nos relacionamos poco. Ahora con la pandemia, además, peor. Este premio es un espaldarazo. Es muy importante”.
Vinculada a la marca ‘pop feminista’, la carrera de García Codoñer ha estado vinculada de una manera explícita a esa necesidad de abrir camino a las mujeres, algo que se puede ver en sus primeros trabajos en la década de los 70, con series como Morfologías, Misses y Labores. “Estas primeras series eran una forma de rebelarse frente al papel que se nos había asignado a las mujeres en la década de los 70. Estábamos muy tapadas. Tapadas por los demás. Ha sido un camino duro, pero hemos llegado a un momento muy bueno y los cuadros han ido evolucionando en este tiempo”. De ella el jurado ha destacado la “originalidad y el trabajo” de su trabajo, “reutilizando imágenes de los medios de comunicación con una práctica que subvierte y cuestiona el sentido original de las imágenes, especialmente aquello que afecta a la asunción del rol femenino en la sociedad contemporánea”.
Recientemente, de hecho, su obra formó parte de la exposición A contratiempo. Medio siglo de artistas valencianas (1929-1980), en el Insitut Valencià d’Art Modern (IVAM), un proyecto que no solo fue significativo desde el punto de vista artístico, sino que también tenía por objetivo completar el relato de la Historia del Arte desde el punto de vista de las casi siempre olvidadas artistas mujeres. “Fue un trabajo de reivindicación de las mujeres, siempre se nos ha orillado. Además, teníamos a dos curadoras excepcionales: Isabel Tejeda y Mª Jesús Folch. Resultó una exposición, además de interesante desde el punto de vista estético, muy afectiva”, recuerda.
Por su parte, el premio a mejor proyecto artístico ha recaído en Manuel Blázquez, por ‘El gran libro de la pintura’, un proyecto que parte del título de un tratado de pintura escrito por Gérard de Lairesse y que se compone de dos partes, una vinculada al día a día en un taller, en referencia al dibujo y la pintura, y otro centrado en la configuración de un libro de artista. “Este proyecto está muy vinculado con el mundo de la pintura y los formatos estandarizados para lienzo”, explica Blázquez. Precisamente, el jurado ha destacado de este trabajo que supone una “revisión” de la propia acción artística, un proyecto que juega con distintas prácticas. “Una derivada de la acción precisa del artista y otra que va hacia la formalización matérica”, explican. De igual forma, el jurado ha destacado de Blázquez su articulación de la relación entre libro y espacio, “estableciendo entre ellos un vínculo interesante” que nada entre la bidimensionalidad y el espacio físico.
El premio consiste en una aportación de la Diputación de 17.500 euros para el desarrollo del proyecto, que se presentará en el Centre del Carme en otoño de 2021. "El premio es una beca a largo plazo, de mucho peso. Además, es un muy buen aval, sobre todo en este año, una edición muy competitiva en la que el jurado es muy bueno", recalca el artista.
Esta nueva edición de los premios Alfons Roig se ha reorientado a reconocer la originalidad, creatividad y el esfuerzo de los creadores, sin limitaciones de edad. Además se han aumentado considerablemente las dotaciones de ambos premios en relación a la modalidad anterior, siendo de 17.500 euros a la modalidad de proyecto y de 22.500 euros a la modalidad de trayectoria. Con motivo de la entrega de premios en la localidad de Llutxent, además, el diputado de Cultura, Xavier Rius, recalcó: “La presentación del premi Alfons Roig en Llutxent tiene un valor transversal y muy enriquecedor. Por un lado, reivindica el valor de nuestro arte y del patrimonio de la Diputació; por otro, da fuerza y argumentos a los municipios com Llutxent, que entienden la cultura com un aliciente contra la despoblación”.
Teresa Lanceta resulta premiada per la seua trajectòria artística, mentre que Patrícia Gómez i Maria Jesús González agafen el premi al millor projecte a concurs