El TEM convierte su taller escénico en "foco de resistencia para un sector conmocionado"

VALÈNCIA (EP). Des del barri,  el taller escénico del Teatre El Musical (TEM) de València retomó este fin de semana sus sesiones a través de una plataforma digital, reconvertido en "foco de resistencia para un sector que continúa paralizado y conmocionado, pero que jamás detiene su vertiente creativa, ni siquiera durante este confinamiento".

El estado de alarma derivado del coronavirus ha provocado un paréntesis indefinido en el mundo de la cultura, silenciando por extensión a los creadores de las artes escénicas. Un escenario al que quiere "plantar cara" este curso coordinado por Anna Albaladejo e Isabel Caballero, dentro de la iniciativa FormaTEM.

En octubre, estas actrices y dramaturgas valencianas pusieron en marcha Des del barri, taller de formación para participantes no profesionales con la finalidad de crear una pieza escénica que inicialmente se iba a representar en mayo dentro de la décima edición de Cabanyal Íntim, recuerda la sala en un comunicado.

El aplazamiento del festival no impide que el taller siga adelante por "pura insistencia" de sus coordinadoras y de los propios participantes, vecinos de València sin experiencia artística pero decididos a vivir una experiencia teatral comunitaria y colaborativa.

Eso sí, su planteamiento cambia por completo debido a las circunstancias: de un taller de creación de artes vivas apoyado en la teatralidad y el contacto a un encuentro online a través de una plataforma donde los participantes y sus formadoras ocupan al mismo tiempo la pantalla, interactuando desde sus domicilios.

La pieza que estaban preparando de manera presencial queda así en paréntesis, dando lugar a un nuevo proceso creativo adaptado a las propuestas artísticas que surgen en torno a la emergencia sanitaria. Destacan los monólogos y las propuestas centradas en el encuentro con la individualidad.

Cada sábado por la mañana, a lo largo de tres horas de cursos, Des del barri "desafía a la incertidumbre" desde el fundamento mismo del arte escénico: el aprendizaje. Lo hace de momento con 14 personas conectadas por streaming, con la intención de mantenerse hasta su fecha inicial (mediados de mayo) o incluso más allá si se prolonga la cuarentena.

Una de sus impulsoras, Anna Albaladejo, confía en encontrar la fórmula para compartir el taller con el público, "que es el momento que dará verdadero sentido al acto de comunicación artística", mientras reflexiona sobre el nuevo panorama: "A nivel personal, he podido habitar de nuevo mi propia identidad, seguir desarrollando aquello que sé hacer y sentir que aporto algo al mundo, en un momento de tanta frustración por no poder ayudar".

La dramaturga también cree que "haber encontrado la fórmula, tecnológica y administrativa, para reabrir este taller puede ser un punto de referencia para que se reactiven más talleres municipales". "Creo firmemente que nuestras herramientas artísticas pueden acompañar a la gente y hacer menos duro el terrible momento que estamos viviendo", asevera.