Foto: CARLOS PASCUALCASTELLÓ. La primera vez que Sergi Tellols vio un cortometraje suyo en la gran pantalla fue en 2002. Ese mismo año el Festival de Cortometrajes de Vila-real pasaba a llamarse Cineculpable y estrenaba nueva dirección. Entre las novedades con las que el certamen contó por entonces fue la incorporación de una sección provincial que, aunque todavía no estaba dotada de un premio, proyectó aquellas obras que habían sido realizadas por creadores de Castellón. En las recibidas estuvo la del vila-realense, que con 16 años se animó a enviar un film que había grabado con sus amigos. Un trabajo que, aunque no era muy profesional -lo grabó con la cámara prestada de su tío-, le dio "alas" para seguir en el mundo audiovisual.
Ahora Sergi Tellols se estrena al frente del Festival de Cine de Vila-real, el cual cambia no solo de dirección, sino también de marca e imagen. El conocido como Cineculpable pasa a llamarse VIST, pero tras este cambio de nombre se esconde una metamorfosis mayor. Aunque el evento, en marcha desde 1997, mantiene su esencia, la de proyectar los "mejores" cortometrajes nacionales y locales grabados en el último año, la cita quiere reforzar su vertiente profesional, para convertirse en un "punto de encuentro" entre la gente del sector. Pero hay más.
Sobre el nuevo rumbo que toma el festival de cine más longevo de la provincia habla su director con Castellon Plaza.
No es Sergi Tellols un desconocido para el festival de cine de Vila-real, además de por haber presentado cortometrajes en varias ediciones, la asociación a la que pertenece, 'Sal de la Fila', lleva años dinamizando la ciudad con actividades dedicadas al audiovisual. Tiene, en efecto, el colectivo un convenio con la concejalía de Juventud que les permite organizar una vez al año, desde 2014, el Día del Cortometraje, así como una actividad llamada 'Seqüència', donde no solo proyectan films, sino que además organizan conferencias y talleres.
De alguna manera, el futuro del festival recayó en sus manos porque, tras desaparecer la antigua empresa organizadora, fue la propia gente del sector la que les pidió que cogieran sus riendas. "Nos preguntaron mucho si no lo podíamos coger. Así que pensándolo bien, como ya trabajábamos con la concejalía, decidimos que sí y presentamos el proyecto del nuevo festival". Un proyecto que no va a poder desarrollarse por completo este año, por ser esta, al fin y al cabo, su edición cero. El Festival de Vila-real, ahora VIST, cumple en 2022 veinticinco años, aunque, por el parón del año pasado, celebrará su 24 edición.
Otra de las novedades del festival de cortos de Vila-real es el cambio de fecha. Ubicado tradicionalmente en otoño, el certamen se adelanta a primavera para celebrarse del 25 de marzo al 1 de abril. Aunque no se celebró el año pasado en fechas habituales, según expone su director, por falta evidente de tiempo. "No contábamos con infraestructuras, teníamos que redactar las bases, abrir la convocatoria, hacer la criba y la posterior selección, así como montar el mismo festival". Observaron, además, desde Sal de la Fila que hay festivales de similares características en la provincia programados para finales de año. Sería el caso de Alma (el festival de cortometrajes de Almassora), que se celebra en la primera semana de noviembre; o Alcurt (de l'Alcora), que lo hace la primera de diciembre. "No teníamos problemas, precisamente porque estábamos cambiando toda la imagen del festival, de movernos de día", explica Tellols.
Lo cierto es que la provincia no ha dejado de vivir en los últimos años la aparición de múltiples festivales especializados en el cortometraje. Desde 'En xicotet' en Onda; pasando por 'FesOhCurt', en Nules; o el recién llegado 'FIV Vilafamés'. Aunque son el de Vila-real y el de Vinaròs los más longevos. Por eso, en su caso, desea Tellols poder "reposicionar" el certamen de Vila-real. "Hace años tuvo una gran repercusión. Fue el primero en incorporar una sección provincial y ante la oleada de respuestas decidieron aumentar los premios. Sin embargo, somos conscientes de que a Castellón le hace falta un festival de referencia como en su día fue el de Peñíscola".
Ahora bien, en su puesta en marcha, la nueva dirección ha conseguido recibir 778 trabajos. Cifra récord para la historia del festival.
Con todo, otro cambio que tuvo que asumir la nueva dirección fue el nombre de la cita, por ser propiedad de la antigua empresa organizadora. El Festival Internacional de Cortometrajes de Vila-real, Cineculpable, pasa a llamarse ahora VIST, pero además se presenta como un Festival Internacional de Cine. ¿Por qué? "Por dos razones: porque reivindicamos los cortometrajes como cine y porque queremos expandir las actividades del festival más allá de las proyecciones". Un cambio de miras que han querido reflejar en la marca.
En los últimos años, la cita prescindió de las actividades profesionales. Unas actividades que se desarrollaban en paralelo al festival y que ahora desde Sal de la Fila quieren recuperar. "En lugar de entre semana como antiguamente, las repartiremos en los fines de semana para que puedan ir más personas", añade su director, que aunque no puede desvelar todos los planes, ya avanza que habrá, por un lado, actividades más destinadas al sector profesional, aunque el público general podrá asistir; y por otro, el espeacio formativo 'VIST express', para incentivar la cinefilia entre los jóvenes de la localidad.
Así pues, el festival de Vila-real dejará de contar con un actor o actriz que apadrine la edición. Un "culpable" como lo hacía llamar la antigua organización. Y que en los últimos años, permitió que se acercarán hasta la ciudad rostros conocidos como el de Federico Aguado, Yassmine Othman o Víctor Palmero. Esto, como aclara la organización, no significa que ningún actor, actriz o director nacional e internacional viste el certamen, sino que siempre lo hará en calidad de invitado de una ponencia o actividad.
