VALÈNCIA. Mari Carmen Contelles es una de las mujeres de confianza de Isabel Bonig, tanto es así que en el pasado congreso regional del PPCV la líder popular la nombró vicesecretaria de Organización del partido. Tras aquel cónclave sin sorpresas precedido por un proceso de primarias descafeinado, la cita que mayor atención suscitó fue el congreso provincial. Desde que el entonces presidente Vicente Betoret -número dos de Alfonso Rus en el PP durante 11 años- se viera salpicado -aunque no imputado- por diversas informaciones en el marco de la Operación Taula, la relación con Bonig se resintió y durante semanas sobrevoló la intención de Contelles de plantear batalla al exalcalde de Villamarchante.
Finalmente dio el paso y la presidenta del PPCV la arropó; defendió su derecho a presentarse contra Betoret, quien como presidente provincial del PPCV la propuso años atrás para ser portavoz de la Diputación de Valencia -cargo que actualmente ocupa-. Tras meses de enfrentamiento ante ambos candidatos y ante la imposibilidad de que llegaran a un acuerdo, Génova intervino imponiendo una gestora para silenciar el conflicto y borrar del mapa el escenario de división interna. Con ello, la convocatoria de congreso se pospuso sine die.
La concejal en el Ayuntamiento de la Pobla de Vallbona no siente que haya "traicionado" al ya expresidente del PP en la provincia de Valencia -por contra a lo que él manifestó en una entrevista-. Contelles se reúne con Valencia Plaza para hablar de cómo se prepara el partido para los próximos comicios, cómo vería el PPCV un posible adelanto electoral, y del futuro de la formación en la ciudad y provincia de Valencia.
-En las últimas semanas se ha estado barajando la posibilidad de adelantar las elecciones autonómicas. ¿Lo ve posible?
-El PP está en clave electoral desde 2015, por lo tanto a nosotros nos viene bien. Al final no nos importa que se adelanten o no, es Ximo Puig el que deba hacerlo. Pero nosotros tenemos la maquinaria preparada para afrontar las elecciones cuando sea, sea en el 2019 o ahora.
-La presidenta regional del PP, Isabel Bonig, instó este martes de nuevo al president de la Generalitat, Ximo Puig, a hacerlo. ¿Cree que beneficiaría al PP un adelanto electoral?
-No se trata de que beneficie al PP, sino a los ciudadanos. En estos tres años el gobierno cuatripartito de la Diputación de Valencia, o bipartitos de la Generalitat y de la mayoría de los ayuntamientos tratan de mantener los equilibrios entre PSOE y Compromís, y esto hace que se tomen decisiones totalmente arbitrarias y no realmente pensadas en la ciudadanía. Por lo tanto, la presidenta (Isabel Bonig) ya ha indicado que si no saben gobernar y no saben tomar decisiones, que las adelanten y estaremos ahí para tomar ese relevo.
-¿Teme que la agenda judicial de 2018 pueda ser un hándicap para la recuperación del PP tanto para la Generalitat como para la ciudad de València?
-Los temas de corrupción ya nos pasaron factura en 2015. La sociedad ya hizo pagar al PP, y seguramente los alcaldes y alcaldesas no tenían la culpa de todo aquello que pasó, pero creo que ya pagamos pasando a la oposición en aquel momento. A pesar de que fuimos los más votados, hemos estado estos tres años purgando esa culpa. Pero hemos pasado página de eso. Ahora tenemos un proyecto claro para esta comunidad, y todos nuestros equipos están preparados para atender las necesidades de los valencianos y de los 266 municipios de toda la provincia de Valencia.
-¿Ve a Isabel Bonig como un buen proyecto a largo plazo?
-Sin duda yo creo que es la mejor candidata para la Generalitat y lo ha demostrado. Tiene proyecto, las ideas claras y sabe cuáles son los problemas de los valencianos, cosa que el Gobierno actual no ha demostrado en esta legislatura.
-¿Ve que 2019 es un examen definitivo para Bonig y si no gana tendría difícil seguir?
-Creo que no. Discrepo. Desde Mariano Rajoy a otros líderes han tenido más de una oportunidad para presentarse a otras elecciones posteriores; y estoy convencida de que Isabel Bonig va a ganar en 2019. Por lo tanto, creo que no va a darse el caso. Ximo Puig y los tripartitos y cuatripartitos están preocupados porque las encuestas no les dan unos resultados muy claros. Por ello en el PP vamos a seguir trabajando para demostrarle a la ciudadanía el proyecto que tenemos y que podemos recuperar su confianza.
-¿Cómo son las cuentas que hace para recuperar la diputación? ¿Dónde están los diputados clave que les hacen falta?
-La ciudad de València y el área metropolitana son clave porque hay más habitantes y, por lo tanto, más diputados. Podríamos empezar a desgranar, pero donde hay más diputados es ahí. Luego hay partidos judiciales importantes donde se decide un diputado y ahí te la juegas, como Sueca. La presidenta Isabel Bonig tiene muy clara cual es la estrategia en toda la provincia y dónde hay que hacer más fuerza, dónde están esos diputados. Es importante, además, que la ciudadanía perciba la renovación a la vez de la experiencia que nos ha llevado al éxito en muchos pueblos y que al final terminará dándonos la Generalitat. Y también la Diputación, donde ahora tenemos 12 diputados, y con 16 se alcanza la mayoría; por lo tanto, estamos a unos números alcanzables para gobernar.
-Siendo clave la ciudad de València, ¿está a favor de un candidato conocido para la Alcaldía como Esteban González Pons, María José Catalá? ¿Preferiría a Eusebio Monzó? ¿o alguien desconocido?
-Por suerte para el PP, perfiles hay muchos. Hay gente que prefiere apostar por la experiencia, otros por una persona totalmente nueva... que a lo mejor es lo que la ciudadanía espera. La suerte es que tenemos muchísimos perfiles adecuados para dirigir la ciudad. Isabel (Bonig) es la que decidirá junto a Mariano Rajoy y la secretaria general quién va a dirigir el proyecto.
-Y de entre tantos perfiles que dice que tienen, ¿por cuál se decanta usted?
-No lo tengo claro. Un candidato conocido es importante, porque ya tienes superada esa primera fase de que todo el mundo sepa quién es el que lleva la bandera del PP en la ciudad de València. Pero también es importante la renovación y las nuevas ideas. Lo que tengo claro es que suscita mucho interés el candidato d el PP a la ciudad porque Ribó ha demostrado que no es el líder. Ciudadanos tampoco acaba de levantarse...
-¿Se ve repitiendo en la Diputación de Valencia?
-Eso todavía está por ver. Ahora mi objetivo es centrarme en la labor de oposición en la Diputación y también en mi pueblo, la Pobla de Vallbona. A partir de ahí, cuando llegue el momento intentaremos revalidar y ganar el municipio para el PP. Quiénes serán los diputados, todos sabemos que los provinciales se eligen a posteriori. No hay una lista previa y lo debe decidir el partido. Yo estoy a disposición del partido.
-Pero, ¿le gustaría?
-Seguramente sí. Mi objetivo es revalidar el municipio de la Pobla de Vallbona y a partir de ahí a mí me gustaría estar en la Diputación. En estos años he podido conocer la problemática y riqueza de los 266 municipios de la provincia de Valencia, y desde luego a todos los que venimos del municipalismo nos apetece trabajar por mejorar esa realidad.
-¿Cómo le sentó que no se hiciera el congreso provincial? ¿Y que no vaya a haberlo hasta después de las elecciones?
-Eso ya está pasado. Las circunstancias hicieron que no se hiciera. Nos habría gustado a todos que se hubiera hecho y que se hubieran renovado las estructuras, pero ya hemos pasado página. La gestora está trabajando muy bien junto con la presidenta regional, que lidera toda la estrategia de la provincia de Valencia, apoyada por todo el equipo de diputados. Ahora trabajamos todos juntos para volver a recuperar las instituciones porque consideramos que el proyecto que tenemos nosotros sí que es un proyecto de verdad que va a hacer crecer a la Comunidad Valenciana y la provincia.
-¿Era imposible que se llegara a un acuerdo de candidatura única de integración? ¿Por qué?
-No se dio el caso. No sabemos qué hubiera pasado. No creo que fuera imposible, pero no se llegó a plantear. Se dieron situaciones agradables y desagradables. Es normal que se presente más de un candidato en cualquier sitio porque es un síntoma de democracia interna tranquila y sin sobresaltos. No pudo ser, pero lo más importante es lo que viene ahora: 2019.
-¿Y por qué no se llegó a plantear?
-Hubo muchas circunstancias que complicaron el proceso. Con buen criterio se tomó la decisión de imponer una gestora para acabar con aquella situación que se había enquistado. La idea no era que la gestora se mantuviera tanto tiempo, pero está funcionando bien. Los dos primeros años de legislatura siempre los tratamos para renovaciones internas, y los dos últimos para preparar el proyecto de la legislatura siguiente. Una vez pasado ese ecuador lo que ya no tiene sentido es empezar otra vez con temas internos porque lo que de verdad tiene que ocupar todo nuestro tiempo es buscar los mejores equipos; candidatos que sean capaces en cada pueblo de recoger las demandas de la ciudadanía y trasladarlas para mejorar sus municipios. Superado el ecuador de la legislatura no tiene sentido seguir con temas internos.
-Sin que se celebre el congreso antes de 2019, se camina hacia los 8 años sin renovación de la provincial. ¿Cómo cree que puede influir esto en la militancia?
-Las renovaciones son importantes. La realidad de esta legislatura es especial porque el PP en la anterior gobernaba en casi todos los municipios de la Comunidad Valenciana. Ahora no, por lo que la prioridad no es lo orgánico, sino generar equipos y elegir a las personas adecuadas para dirigir las localidades. Las estructuras no se han renovado pero sí que siguen activas: tenemos un presidente local en cada municipio, un comité, una junta local, comarcal, y en la provincial está la gestora además de la presidenta regional que está dirigiendo las tres provincias y más centrada si cabe en la de Valencia por la situación especial que tiene. ¿Es importante la renovación? Sí, pero no es indispensable.
-Con el escenario de que no habrá congreso provincial hasta después de las autonómicas de 2019, ¿se plantea ser la próxima presidenta provincial del PP?
-Ahora no me planteo eso. Me importa que en 2019 recuperemos las instituciones y que Isabel Bonig sea la presidenta de la Generalitat. Así como que la Diputación la vuelva a gobernar el PP. Significará que hemos ganado en la mayoría de los pueblos de la provincia y haber recuperado la confianza de los ciudadanos por renovar nuestros proyectos y equipos.
-Betoret llegó a decir que se sentía traicionado por usted, ¿cómo ha sido la relación en los últimos meses después de que Génova decidiera intervenir imponiendo una gestora?
-La verdad es que ha sido una relación cordial. Él está en las Cortes, yo estoy aquí en la Diputación y cuando coincidimos en actos de partido nos saludamos. Todos habríamos querido congreso, no ha habido y no pasa nada. Seguimos porque todos unidos podemos ganar el 2019 y eso tanto Betoret como yo lo tenemos muy claro.
-¿Entiende que dijera aquello?
-Todos podemos decir algo así en un momento determinado, pero creo que no lo traicioné. No creo que traicionara a Vicente (Betoret) ni que él lo piense. Y si lo piensa está en su derecho. Él cuando era presidente siempre hablaba de abrir el partido, y que se pudiera presentar más gente. Que haya más de un candidato es lo normal, no es nada raro. Por lo tanto, pensar que otra persona es desleal por presentarse... No puede ser que un presidente se elija a dedo.