la galería entra en el programa 'opening'

Espai Tactel logra su "estrella Michelín" y pasa a formar parte de ARCO Madrid

2/09/2016 - 

VALENCIA. No venía escondido en una tableta de chocolate de la casa Wonka, pero el billete dorado ya es para Ismael Chappaz y Juanma Menero. La galería de arte contemporáneo Espai Tactel (C/Dénia, 25) ha logrado su plaza en ARCO Madrid, la feria de arte contemporáneo de referencia en España. Integrados en la sección Opening, para espacios con una trayectoria de menos de siete años, son una de las dos españolas que se suman este año al programa y la única galería valenciana que se estrena en ARCO en la última década, en la que sí han estado presentes de forma continuada o intermitente otras salas locales. Su inclusión se ha convertido en una rareza cuando la propia dirección de la feria está haciendo un esfuerzo consciente por bajar el número de participantes de un encuentro mastodóntico. Nadie dijo que fuera sencillo.   

Al contrario que en el programa general del salón, la sección Opening busca directamente a sus participantes sin necesidad de aplicar para ello, pues la composición final corre a cargo de dos comisarios: Juan Canela - comisario independiente y codirector de BAR projects, en Barcelona-, y Stefanie Hessler - comisaria independiente y co-directora de andquestionmark, en Estocolmo-. Con la mirada puesta en febrero de 2017, los Tactel agarran con fuerza el billete dorado al tiempo que preparan un desembarco cargado de símbolos. Sus dos artistas, ambos premio Generaciones de la Fundación Montemadrid, constituyen una representación significativa de una producción que, aunque palpando lo internacional, respira de lo local. Por un lado, Rosana Antolí (Alcoi, 1981), cuya obra expone actualmente la Fundació Joan Miró en una muestra comisariada por Martí Mane, encargado en 2015 del pabellón español de la Bienal de Venecia. Por otro, Fito Conesa (Cartagena, 1980), que se formó en Altea y ha desarrollado la mayor parte de su carrera en Barcelona, donde todavía reside.

Foto: Eva Máñez.

"La idea era llevar a artistas que nunca hubieran estado en ARCO. Siendo una galería española, también era importante llevar artistas de aquí, de la franja mediterránea. No para caer en el regionalismo, pero sí nos parecía interesante", explica Ismael Chappaz. Con el proyecto en marcha, el desembarco de Espai Tactel en la feria es mucho más que una oportunidad comercial. Tras haber participado en Arte Santander, Zona Maco y Zona Maco Foto (México) o JUSTMAD (Madrid) y visitado otras tantas como Art Basel (Suiza), ésta se siente como una de esas zancadas en las que se suben varios escalones de un golpe, una aventura que aporta a la joven galería, que nació en 2011 e integra su estudio de diseño Tactelgraphics, un "plus de credibilidad" de cara al comprador, una "marca de calidad" que, en última instancia, resulta "un básico para moverte a nivel internacional", indica Menero.

"Es la primera feria del país. Nada te asegura la venta, pero de cara al resto de artistas, comisarios, coleccionistas y demás galeristas estás en el primer nivel: es como una estrella Michelín. Puedes ser un restaurante excelente, pero cuando te la dan, cambia todo. Es el máximo reconocimiento de tu país, reafirma tu proyecto". El programa Opening, que se abrió en 2015 a galerías españolas, se ha convertido en la cantera de ARCO de cara a futuras ediciones, apostando por artistas emergentes y galerías de menos de siete años de vida. Cada una de ellas, de entre las que entre dos y tres son españolas, acude con uno o dos artistas, un espacio común pensado para generar el caldo de cultivo de la feria futura.  

“ARCO cada vez es más duro, cada vez es más difícil entrar y echan a más galerías, por eso es tan importante que nos hayan escogido. Es prácticamente imposible”. De hecho, con la clausura de su 35 edición, ARCO anunció su intención de readaptarse reduciendo el número de galerías para celebrar una feria "centrada en la calidad y en el descubrimiento de nuevos contenidos". Lo cierto es que la feria madrileña es un empujón indudable para posicionarse, ante un cliente de grandes ciudades e internacional que rara vez se deja caer por la terreta y, también, para seguir ampliando la cartera del largo plazo que asegura la supervivencia de aquellos que viven e invierten 'por amor al arte'.

Arte y política: de la desidia a la falta de comunicación

En tanto que galeristas y representantes de la profesión, como miembros de la junta directiva de la Asociación Valenciana de Galerías de Arte Contemporáneo (LaVac), bien es cierto que no eran pocas las esperanzas depositadas en la nueva política aunque, parece, la relación con el arte, y en especial con la gestión privada del mismo, no es sencilla. El último año y medio, desde las elecciones autonómicas y municipales, ha devenido en una transición más larga de lo esperado y de la que, cuenta, pocas conclusiones han logrado extraer. "El anterior gobierno había desmantelado las salas de exposición del Ayuntamiento, el Consorcio estaba un poco en declive... entendemos que ellos han tenido que emplear este tiempo para reformar y revisar la política cultural pero nos gustaría que tuviesen claro dónde va a ir ubicado el arte contemporáneo en su gestión", incide Juanma Menero. 

Si bien a principios de año tuvieron un primer encuentro, junto con representantes de más asociaciones, con la concejala delegada de Cultura, Glòria Tello, este ha sido el único hasta el momento. La "falta de relación" también se dio durante el proceso de selección del nuevo gerente del Consorcio de Museos de la Comunitat Valenciana, del que no participaron, y la posterior colaboración en la redacción de las bases de las convocatorias por las que se elegirán comisarios y artistas para conformar la programación de la próxima temporada, que sí contó con la Asociación de Artistas Visuales de Valencia, Alicante y Castellón (AVVAC) y con la Asociación Valenciana de Críticos de Arte (AVCA). "Por un lado está bien, pero no sé hasta que punto se puede dejar la actividad de un centro en convocatorias". 

El cambio, que se antoja más lento de lo que esperaban, convive con otro proyecto de ciudad que, parece, anda solo. "Valencia está resurgiendo como capital cultural gracias al sector privado, con proyectos como Bombas Gens, y también al IVAM". Con un proyecto común (público y privado) todavía por definir y marcar objetivos que impulsen el arte contemporáneo creado, gestionado y cuidado por las salas expositivas valencianas, parece que la máquina no está dispuesta a parar, aunque se alimente de los impulsos individuales. Por lo pronto, la próxima cita de LaVac, una nueva edición de Abierto Valencia con la que 18 galerías iniciarán la nueva temporada, ya tiene fecha: el 30 de septiembre y 1 de octubre. Y mientras tanto, con el billete dorado en la mano.   

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