Russafa Escènica se presenta hoy. Abre la temporada de festivales alternativos, que han dinamizado la ciudad al margen de las instituciones
VALENCIA. "No empezamos con ningún objetivo de nada", explica Jerónimo Cornelles. El director teatral valenciano, cabeza visible de Russafa Escènica, se encuentra en capilla. Este martes presenta la quinta edición del festival de vanguardia de artes escénicas que llega a su primer lustro de vida plenamente consolidado. "Este año hemos recibido 125 propuestas para participar en el festival; y eso que vamos a taquilla, que no podemos pagar cachés. El año pasado tuvimos 10.381 espectadores", comenta.
Son dos datos que dan fe de la relevancia que ha adquirido una propuesta que tenía como fin dar respuesta a la necesidad del público de nuevos lenguajes escénicos. Es la punta de lanza, el primero de los nueve certámenes urbanos que se han establecido ya como parte indispensable de la agenda cultural de la temporada y que se han agrupado bajo un paraguas común.
El nombre que los une a todos es PICUV y son consecuencia, dice Armand Llàcer del MUV! (Circuito Música Urbana Valencia), del "vacío institucional" de los últimos años de gobierno autonómico y municipal, cuando las iniciativas culturales fueron directamente desechadas y recortadas por las diferentes administraciones del PP al grito de ‘austeridad'. "La sociedad civil se fue organizando de alguna manera para unir descontentos y necesidades, y ahora vamos a ir a las instituciones como asociación", explica Llàcer. Se hicieron fuertes en el desierto.
Russafa Escènica, Russafart, Cabanyal Íntim, Circuito Bucles, Ciutat Vella Oberta, Distrito 008, Benimaclet ConFusión, Intramurs, y MUV! Circuito Música Urbana Valencia son también nueve ejemplos que explican cómo la creación encontró su camino cuando se les habían cerrado todos los senderos. Artes plásticas, diseño, teatro, danza, música y demás disciplinas inundan los barrios de Valencia y atraen a miles de ciudadanos durante todo el año, y lo hacen a espaldas del dinero público, acallando a los mediocres que prejuzgan desde la ignorancia. Su público "ya no es sólo unas pocas personas del barrio", insiste Cornelles.
"En Valencia se han dado las condiciones climatológicas para hacer poesía en un terreno devastado que necesitaba agua", prosigue el dramaturgo y actor. "Valencia pedía esto a gritos. Un montón de creadores y compañías se encontraban con el problema de tener las puertas cerradas. En Russafa Escènica fuimos los primeros y se creó un ejemplo que recogieron gente como Cabanyal Íntim adaptándolo a sus circunstancias", relata.
Para Cornelles, "todos estos festivales son un hecho político en sí". "Ha ocurrido. La propia sociedad nos hemos dado cuenta de ello. Nosotros, ya te digo, empezamos sin ningún objetivo de nada. Tras ver Russafart pensamos: 'estaría genial lo mismo en artes escénicas'. Y así nació la primera edición. Con nosotros ha estado Víctor Sánchez [creador de Nosotros no mataremos con pistolas, la obra revelación, ahora en el Talía]... Ahora le tendremos de nuevo a él, o a Eva Zapico", recalca. No son una excepción. Es la norma.
En su caso, como en el de todos sus compañeros de viaje, hicieron realmente de la necesidad virtud. "Estábamos condenados a una serie de teatros alternativos porque los teatros públicos estaban copados por una programación que se componía de la gente de siempre", ironiza Cornelles. Y allí llegaron ellos. Los jóvenes. Los nuevos. Los difernetes. "Nuestro objetivo era hacer una fiesta de las artes escénicas", resume. Una fiesta que se prolonga y que este año tendrá como leit motiv las relaciones de familia.
EL CALENDARIO DE FESTIVALES
Russafa Escènica abrirá fuego y le seguirán durante el mes de octubre Benimaclet ConFusión del 17 al 18, un festival multidisciplinar que da voz al alma artística del barrio y que "ocupará" los espacios públicos de este barrio; Intramurs, del 22 de octubre al 1 de noviembre, 10 días en los que el arte, la música, los happenings y recitales confluirán en diferentes espacios urbanos de la Valencia delimitada por las antiguas murallas; y Circuito Bucles, del 24 de octubre al 1 de noviembre, que llevará la danza a espacios no convencionales en Russafa y que en su tercera edición, bajo el lema Disciplinas convergentes, conectará diversos estilos de danza con talleres, charlas y eventos gastronómicos.
Los protagonistas en noviembre serán la música y las artes visuales con MUV! Circuito Música Urbana Valencia (del 5 al 8) y Ciutat Vella Oberta (del 12 al 15). MUV!, en Russafa, celebrará su primera edición con 60 conciertos y nueve exposiciones de artes plásticas y fotografía relacionadas con esta disciplina. Por su parte, en Ciutat Vella Oberta los artistas abrirán sus talleres al público para mostrar sus trabajos y favorecer un espacio de reflexión e intercambio de ideas.
Tras el largo invierno, el primer festival del 2016 llegará con la primavera, en abril, Distrito 008 (que se celebrará del 14 al 24), y que llenará la calles y comercios de Extramurs de música, gastronomía, danza, teatro, artes plásticas y arte urbano para recordar que Valencia también existe más allá de los muros y las modas. Y en mayo, espacios privados como viviendas del Cabañal y talleres de artistas de Ruzafa abrirán sus puertas al gran público. En Cabanyal Íntim (del 5 al 15) se abordará el teatro desde sus múltiples variantes; por su parte, Russafart (bienal que se celebrará del 27 al 29 de mayo) pondrá el broche final a la temporada 2015/2016 de festivales urbanos.
Todos estos certámenes apuestan por una programación de calidad donde todas las artes y disciplinas tienen cabida y cuya razón de ser es la de dinamizar y agitar la vida cultural de la ciudad desde nuevos postulados. Son el I+D de la creación artística. "Queremos que las instituciones nos apoyen de verdad", explica Cornelles. "Estamos haciendo un nuevo modelo de ciudad. En su día se apoyó a la Fórmula 1; yo quiero este modelo de ciudad, de ahí la necesidad de agruparnos", agrega.
"Nos gustaría estar enterados de los planes estratégicos que tiene el nuevo gobierno de la Generalitat y el Ayuntamiento, y colaborar con las administraciones", comenta por su parte Llàcer. "Se han hecho ya varias reuniones entre nosotros y nos hemos reunido con el Ayuntamiento de Valencia. El primer punto ha sido organizarse para no contraprogramarse. El segundo será realizar acciones conjuntas. Se trata de consensuar un canal común a la cultura y las artes en la ciudad de Valencia", asegura.
¿Y qué reclaman de la administración? Una colaboración que no debe ser necesariamente económica, dice Cornelles. "Evidentemente, en Russafa Escènica lo que queremos es dignificar el trabajo de la gente que viene al festival. Entendemos que no hay dinero, pero hay otras fórmulas. Hay espacios vacíos que pertenecen al Ayuntamiento y que podían cedérnoslos; darnos facilidad a la hora de conseguir permisos para actuar en la calle, para publicidad, como se hace con otras muchas iniciativas...".
La cultura en Valencia se mueve. PICUV engloba a esa cultura en movimiento, nada acomodaticia, para crear sinergias y reivindicar el importante papel que juegan en la ciudad y en su desarrollo económico. Una unión, explica Cornelles, que era prácticamente inevitable. "Nos encontrábamos que nos llamábamos unos a otros para consultar cosas. Unos serán más grandes, otros más pequeños, lo que importa es que estamos juntos, y queremos que se tenga en cuenta que ésta es la nueva ciudad", concluye.