En un año marcado por la electrificación y la despedida del mondeo

Ford Almussafes cerrará 2022 con un 45% más de producción pero lejos de cifras prepandemia 

18/12/2022 - 

VALÈNCIA. La producción de Ford Almussafes recupera el pulso en 2022, pese a los continuos vaivenes en el mercado por la falta de componentes obligando, y no en pocas ocasiones, a modificar el calendario laboral en la planta y suspendiendo varios días la fabricación. Y ello sumado a la despedida del Mondeo, que dejó de montarse en las instalaciones valencianas el pasado mes de abril. No obstante, la fábrica ha logrado sortear las tensiones y cerrará el año con un 45% más de producción que en 2021, aunque todavía sin llegar a los niveles previos a la pandemia. 

Y todo ello en un año marcado por la electrificación de la planta, después de conseguir ganar la batalla a la alemana de Saarlouis y adjudicarse los dos nuevos modelos eléctricos que la multinacional tiene previstos lanzar al mercado. Una victoria tras unas duras negociaciones y un acuerdo laboral para los próximos años, que contempla mayor flexibilidad en la fabricación y una contención salarial.

No obstante, los continuos cambios en el calendario laboral por la escasez de suministro y la prórroga cada trimestre de un Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) son algunas de las causas que explican que todavía la actividad no haya recuperado el dinamismo previo a la crisis sanitaria. También, la invasión de Ucrania y las huelgas en el transporte han tenido consecuencias directas en la planta. Pero, pese a ello, la recuperación de la demanda en el sector de la automoción y la acumulación de pedidos han provocado que la fabricación haya repuntado en el último año para poder cumplir con los clientes.

Con todo, la producción de Ford Almussafes registrará este año un importante repunte del 45,6% respecto a 2021, según los datos que maneja el sindicato UGT, mayoritario en la planta. En total, la planta habrá fabricado este año 245.300 coches frente a los 168.400 vehículos del pasado año, principalmente del modelo Kuga, la 'joya de la corona' en la planta y que concentra más de la mitad del volumen total. Unas cifras que ya se preveían a mitad de año, ya que hasta junio la fabricación había aumentado un 60% respecto al mismo periodo de 2021.

Unos datos que rompen la tendencia a la baja de los últimos ejercicios. De hecho, el pasado 2021 se llegó a mínimos de producción desde 2012, pero, aunque este 2022 se ha aumentado el volumen de unidades, todavía no se supera la barrera de los 300.000 coches anuales, la media de los años previos al covid. En concreto, fueron 345.600 vehículos en 2019; 381.000 en 2018; y 417.002 en 2017, el máximo de la última década. El pasado año se tocó fondo con 168.000 unidades y el año de la pandemia la producción fue de 235.400.

 

En estos momentos, la factoría valenciana fabrica unos 1.400 coches diarios, unos 500 son versiones electrificadas, -híbridas e híbridas enchufables-, que se reparten en los modelos Kuga (887 al día, más de la mitad de la producción), la furgoneta Transit Connect (405), S-Max (72) y Galaxy (36). Además, produce 1.800 motores al día, de los que el 90% se destinan al mercado de EEUU.

Hasta abril también el Mondeo formaba parte de su cartera de pedidos, pero ese mes salió la última unidad de Almussafes. Una despedida programada tras ocho años de fabricación de un modelo que suponía el 8% de la producción total de la planta. 

En concreto, el Kuga ha copado el 62% de la actividad con 153.500 unidades fabricadas, un 70% más que hace un año, cuando salieron de la factoría 90.500 coches, según los datos de UGT. Se trata del modelo que mayor volumen de trabajo concentra por su buena aceptación en el mercado y ser el último que ha llegado a las instalaciones valencianas.

Por su parte, de la furgoneta Transit Connect, que acapara el 30% de la producción, se habrán fabricado este año 73.000 vehículos, un 26% más que en 2021 que fueron 58.000; mientras que del S-Max serán 8.300 unidades, un 66% más que las 5.000 de 2021; y del Galaxy, 6.000 (+53,8%). Obviamente, el Mondeo ha descendido porque en abril se dejó de fabricar y, por tanto, han sido ocho meses sin este modelo en la fábrica. Pese a ello, en los cuatro meses que estuvo antes de su despedida se montaron 4.000 unidades frente a las 11.000 de todo 2021, es decir, un 63% menos.

Según fuentes sindicales, estos datos están marcados por la falta de componentes en el mercado, aunque con menor impacto que el pasado año. De hecho, en el último año varios paros que habían programados se han suspendido por la llegada de suministro, lo que ha obligado a cambiar de manera casi constante los turnos de trabajo en Almussafes. 

Además, apuntan que se ha conseguido mantener la producción por los esfuerzos de la compañía por evitar "en la medida de lo posible" los retrasos acumulados en la entrega de pedidos a los clientes, en un momento en el que la demanda de coches se encuentra al alza. De hecho, apuntan a que el tirón del Kuga ha llevado a la dirección de Ford a priorizar la salida de este modelo frente a otros de la firma que se fabrican en Europa. 

Más de 60 días de parada y ¿nuevo ERTE?

A lo largo de este 2022, la planta de vehículos ha suspendido la actividad con paradas programadas durante cerca de 65 días y ha ido encadenando ERTE de manera trimestral. De hecho, en estos momentos hay uno vigente hasta finales de año y la coyuntura actual no hace presagiar que el escenario vaya a cambiar. Por tanto, lo más previsible es que próximamente el Comité de Empresa y la dirección se emplacen a una reunión para pactar un nuevo expediente.

Pero no será el único ajuste que afrontará la factoría. La compañía ya ha anunciado que en abril de 2023 Almussafes dejará de fabricar los modelos S-Max y Galaxy, por lo que únicamente mantendrá el Kuga y parte de la Transit. Una decisión enmarcada en la transición que la firma del óvalo está acometiendo hacia la electrificación, pero que se adelanta un año, ya que en principio estaba prevista la salida de estos dos modelos para 2024. 

Por tanto, la pérdida de producción sumado a que la producción de los nuevos coches eléctricos precisa de un 30% menos de empleo que los de combustión, la posibilidad de un ERE cobra más fuerza. Así lo han expresado y dejado claro los directivos de la multinacional en varias ocasiones, en las que han reconocido que la factoría tendrá que pasar "por un proceso de reestructuración y recualificación".

No obstante, esa adjudicación de la nueva plataforma eléctrica ha sido el respiro y el balón de oxígeno que Almussafes necesitaba. Tras meses de duras negociaciones y una ardua pugna con la fábrica alemana de Saarlouis, la noticia más esperada en la planta llegaba el pasado 22 de junio, cuando Ford comunicaba que Almussafes se adjudicaba la nueva inversión de modelos eléctricos, lo que garantiza carga de trabajo para la próxima década y, por ende, la supervivencia de unas instalaciones más allá de 2025, cuando únicamente se iba a quedar con el Kuga.

Por el momento, se desconocen los detalles de esa adjudicación. Sin embargo, ya se ha deslizado en alguna ocasión que uno de esos nuevos modelos pueda ser la nueva versión del Mustang Mach-E, dado que la plataforma GE2, que será la que llegará a la planta, es la segunda versión de la GE1, que precisamente se utiliza para el Mustang eléctrico. Por tanto, todo apunta que serán modelos de un tamaño grande como el Explorer o el mismo Mustang. 

"Es obvio que el sector del automóvil está experimentando una profunda transformación que continuará durante los próximos años. En el caso de Ford, va a resultar decisivo contar con el Acuerdo por la Electrificación que alcanzamos desde UGT, para llevar a cabo esa transición de la manera más justa posible para los trabajadores", destaca Carlos Faubel, presidente del Comité de Empresa.

Una electrificación que ha sido posible tras conseguir presentar a la multinacional un plan de ajustes que ha cumplido sus expectativas. Un documento, sellado el 27 de enero entre UGT y los directivos de Ford Europa, que permitió a Almussafes seguir compitiendo con Saarlouis y que ha sido uno de los pilares sobre los que se ha asentado la decisión de la firma del óvalo. De hecho, representantes de UTG están manteniendo reuniones mensuales con la dirección europea en Alemania para abordar cuestiones relacionadas con la inversión.

"Este acuerdo nos dota de una hoja de ruta que nos permitirá abordar las próximas negociaciones de redimensionamiento y readaptación de la plantilla con una mayor serenidad que la que están pudiendo tener nuestros compañeros de Ford en Saarlouis", apunta José Luis Parra, secretario del Comité de Empresa de Ford Almussafes y portavoz de UGT en la factoría.

Será, por tanto, este próximo 2023 cuando se desvelará la incógnita y se conocerán los planes concretos de Ford para las instalaciones valencianas y cómo afectarán al empleo de los cerca de 6.000 trabajadores. Se abre un nuevo tiempo en la planta que requerirá de la adecuación y reconversión de las instalaciones dado que la idea es que a partir de 2026 salga el primer eléctrico con sello valenciano.

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