VALÈNCIA. “La letra pequeña de las ideas es compleja”. Es probable que muchos de los que estén leyendo este artículo, cuando todavía estaban en la edad del pavo, tuvieran que tomar una decisión clave de cara a su futuro profesional: letras o números. La división en el sistema educativo actual, que genera más bien dos apartados estancos en lugar de comunicantes, acaba por resultar en una forma no adaptada a la realidad, especialmente por lo que refiere a las industrias creativas. Este sector, más cercano al mundo de las artes, también se configura en un sistema burocrático, empresarial y legal del que no puede ser ajeno, uno además que, por su especificidad, les requiere a los profesionales una habilidad especial para proteger su trabajo. Este es precisamente el puente que quiere tender Autores sin propiedad, un documental impulsado por la revista Gràffica que se podrá ver por primera vez el próximo viernes 12 de mayo a las 19 horas en el Instituto Valenciano de Arte Moderno (IVAM).
¿Me pertenece lo que creo? Tras esta aparentemente sencilla cuestión se sumerge en un debate que pone el foco en los puntos débiles de la legislación con respecto a los derechos de autor, la protección a los creadores y su formulación en un momento en el que el botón de share es mucho más veloz que -oh, sorpresa- los tribunales. De esta forma, la cinta repasa dos de los litigios más publicitados del sector en los últimos años: a un lado del ring, Kukuxumusu; al otro, Cuétara. Así, el ilustrador Mikel Urmeneta, fundador y exdirector creativo de Kukuxumusu, relata una batalla que sigue vigente y cuyo punto de inflexión llegó cuando, después de salir de la empresa y emprender camino bajo la firma Katuki Saguyaki, la Justicia retuvo los productos con estética del Universo Kukuxumusu como medida cautelar. La guerra en torno a la propiedad de los populares personajes hizo que, tras su salida de la empresa, se planteara esa pregunta. Sí, la que parecía sencilla.
“Quizás en la música o en otros medios son típicos este tipo de contratos, pero en el mundo publicitario y del diseño es complicado que haya un contrato de cesión donde se respeten los derechos morales”. En estos términos se expresa Daniel Díez que, junto a Raúl Díez, forman Pasozebra. Creadores de Benito, mascota asociada a los cereales Choco Flakes de Cuétara, los derechos del personaje fueron parcialmente cedidos para la promoción del producto, un acuerdo cuyos pilares empezaron a temblar en 2008. Fue cuando la empresa Nutrexpa se quedó con el control del segmento de galletas de Cuétara que el personaje comenzó a ser representado en aplicaciones móviles, juegos online y redes sociales, algo que no estaba autorizado en el contrato de cesión de derechos. La lucha -legal- entre Benito y Goliat acabó por liberar al monstruo del contrato. La bestia anda suelta.
En cualquier caso, la sensación resultante de estos procesos no es nueva: la de una legislación que siempre va por detrás del panorama actual. Los retos, si bien, no son pocos ni sencillos de abordar. Las reglas por las que se rige el mundo físico han quedado obsoletas ante Internet, un espacio de lo intangible que hace mucho tiempo dejó de ser el futuro de la comunicación. “La Ley de Propiedad Intelectual en este momento no sirve para nada”, aduce el abogado Carlos Sánchez-Almeida. Con el debate situado en la efectividad o no del endurecimiento de penas, lo cierto es que el contexto digital sí sitúa en gran medida a los internautas como reyes: irresponsables. La fórmula del millón de dólares a este respecto está todavía por descubrir. También la artista y activista de la llamada ‘cultura libre’ Simona Levi urge a explorar un sistema legal que actualmente, critica, presupone la cesión en exclusiva la cesión de los derechos de reproducción, distribución y comunicación pública al productor.
Para profundizar en este aspecto, Autores sin propiedad da voz a la ilustradora Maria Herreros y el tipógrafo Eduardo Manso, que han experimentado en primera persona casos de robo y plagio de obras creativas. Por último, será Ignacio Escolar quien desgrane el caso de El Diario, un medio que libera todos sus contenidos bajo creative commons y aun así es rentable, bajo la fórmula de las suscripciones. Si este es el panel que hablará en el documental, tras su proyección en el IVAM los asistentes podrán solventar sus dudas y conocer más sobre legislación en la mesa redonda. En ella participarán Víctor Palau, director de Gràffica; Jose Mora, abogado especializado en propiedad intelectual; y Raúl Díez, del estudio Pasozebra. Si no tienen preguntas, pueden recurrir a la aparentemente sencilla: ¿Me pertenece lo que creo? Pueden usarla, tranquilos, está libre de derechos.