VALÈNCIA. Muchas veces la normativa está por encima de toda lógica. Pese a que las comparaciones son odiosas, en ocasiones sirven para poner de manifiesto incongruencias a nivel práctico. Bueno es el caso del cine Metropol para evidenciar un trato que, según denuncian entidades sociales, es bien diferente al de otros edificios similares del Cap i Casal como el teatro Rialto. Este gozará de especial protección gracias al amplio y detallado catálogo de bienes de interés elaborado por el departamento de Urbanismo que dirige Vicent Sarrià para el Plan de Protección (PEP) de Ciutat Vella. Un privilegio que podría evitar el derribo íntegro del antiguo cine pero que, hasta el momento, este no ha recibido.
"Si el Metropol se encontrara en Ciutat Vella, estaría protegido". Es lo que traslada a Valencia Plaza el director del Círculo por la Defensa y Difusión del Patrimonio Cultural, César Guardeño. La situación de la histórica sala está todavía en el aire. Fue primero el concejal Sarrià quien intervino para evitar la destrucción del edificio mediando con la propiedad. Cuando esta pidió la licencia hotelera -su intención manifiesta es construir un hostel de nueva planta-, el caso se derivó al departamento de Actividades, dirigido por Carlos Galiana, quien ha proseguido el trabajo del concejal Sarrià y lleva ahora las negociaciones. Las últimas noticias al respecto hablan de un informe municipal realizado por técnicos que niega cualquier valor patrimonial del edificio.
Bastantes voces se han manifestado contrarias a este informe y lo ponen en cuestión. Como César Guardeño, que recuerda que el cine es "uno de los exponentes del art decó valenciano y del racionalismo de la ciudad" y pone en valor su "tipografía única" propia de la época republicana, razones para justificar su importancia arquitectónica. Pero va más allá al resaltar su valor histórico por ser el último edificio intacto que perteneció al Comité Ejecutivo de Espectáculos Públicos de la Segunda República. En ese sentido, entiende necesaria su protección para cumplir con la Memoria Histórica y pide que se clasifique como Bien de Relevancia Local (BRL) según la normativa de Patrimonio Cultural Valenciano.
Con todas las posturas formuladas, el deseo en la Fundacion Goerlich, según trasladó a este diario en una entrevista publicada este domingo su presidente, Andrés Goerlich, es que las instituciones se queden el edificio para un uso cultural, aunque conscientes de la quimera, pretenden que se establezca un nivel de protección 2, que protegería la fachada y los elementos singulares de la edificación. Y en esta segunda posibilidad reside la esperanza de Andrés, sobrino-nieto del verdadero protagonista de este edificio, el arquitecto Javier Goerlich.
Teniendo en mente la situación que vive el Metropol, resulta curioso que otros edificios de características semblantes sí que puedan recibir especial protección. Es el caso del teatro Rialto. El PEP de Ciutat Vella, actualmente en fase de alegaciones y cuya versión preliminar se presentó a los vecinos la semana pasada, recoge un amplio catálogo de edificios que verán fortalecida su protección gracias a su relevancia arquitectónica, paisajística, histórica o etnológica. Uno de los numerosos agraciados Bienes de Relevancia Local (BRL) será el cine Rialto, emblema de la Plaza del Ayuntamiento desde tiempo de entreguerras.
Su ficha en dicho catálogo recuerda que "fue una obra valiente teniendo en cuenta la época en la que se construyó, por ser el primero de los de su clase que se alzó en Valencia". Su estilo racionalista y art decó valenciano es una de las razones que se arguyen para preservarlo. Sin embargo, en el caso del Metropol, al no encontrarse bajo el paraguas de ningún plan anterior -el último data de 2005-, su derribo está ahora en el aire. Cabe señalar una gran diferencia entre el Metropol y el Rialto: el primero es un edificio del siglo XIX reformado a posteriori -en 1929- con elementos que se pretenden preservar. No ocurre así con el teatro, cuyo estilo es el art decó original.
El concejal de Ciudadanos Narciso Estellés apuntó a este diario que el trato diferente "debería hacernos reflexionar". "El derribo del cine Metropol supondría una pérdida irremplazable y un sinsentido para el conjunto del centro histórico de Valencia", cree Estellés, uno de los concejales de la oposición más activo en este asunto. Mientras, por un lado las negociaciones siguen su curso entre el consistorio y la propiedad del Metropol; y por otro, el PEP de Ciutat Vella estará en fase de alegaciones hasta el 26 de septiembre.