VALÈNCIA. El próximo sábado 30 de noviembre vuelve Jardí Electrònic, en el tramo XI del Jardí del Túria, junto al Palau de la Música. Un plan de sábado por la tarde al aire libre, en un entorno natural en pleno centro de la ciudad, y cuenta en su line-up con reconocidos artistas de la escena local. En esta ocasión, el line-up incluye a tres selectores musicales de la escena local underground: Cristian G. Martí, Koseki y Cris Cross.
Cristian G. Martí es un selector musical difícil de encasillar. Su estilo no sigue normas fijas, sino que varía según el contexto, manteniendo un rasgo distintivo: su capacidad para construir narrativas a través de los géneros. Con discos que van desde la experimentación vanguardista del siglo XX hasta el jazz, el post-punk, el funk y la música de club, Cristian explora un espectro tan amplio como su enfoque creativo. Su peculiar habilidad para mezclar transforma cada set en una experiencia única, donde lo experimental y lo convencional se encuentran de forma inesperada.
Con dos décadas en la escena electrónica, Koseki ha dejado huella en la música underground de Valencia. Especialista en house, minimal y minimal techno, ha conquistado cabinas emblemáticas como las de Oven Club y Spook, y también festivales como DÍas De Campo Entre 2013 y 2018, expandió sus horizontes con giras por clubes londinenses, añadiendo una impronta europea a su estilo. Hoy, su presencia en Oven Club Valencia es sinónimo de innovación y calidad, consolidándose como un nombre clave para los amantes de los sonidos más refinados del circuito.
Desde la pista hasta la cabina, Cris Cross ha dado un giro decisivo en la escena valenciana. Inspirada por grandes nombres nacionales e internacionales, su estilo se mueve entre el house, deep house, minimal y breaks. Su debut como DJ tuvo lugar en Killing Time, y desde entonces ha participado en proyectos como Oven Bar, Mat 32 y colaborado en eventos de peso como los organizados por Special K en Spook y The Basement. Su pasión y versatilidad la han llevado también a espacios culturales como La Fábrica de Hielo, donde sigue buscando consolidar su lugar en la comunidad musical de la ciudad.