VALÈNCIA (EP). La abstracción abre la temporada del IVAM con el Final de partida' de Jordi Teixidor, Premio Nacional de Artes Plásticas y uno de los máximos representantes de esta corriente en España. Con 70 obras escogidas de sus seis décadas de trayectoria, esta exposición no está concebida como una retrospectiva, sino como una invitación a adentrarse en el universo de un artista "espiritual y analítico, místico y escéptico, muy difícil de clasificar". "Me da la sensación de que he llegado a un final del que no sé si habrá continuidad, espero que sí", ha confesado Teixidor (València, 1941) sobre el título de la muestra, que toma el nombre de una pintura que tardó 18 años en completar hasta 2020.
En la presentación, junto a la directora del IVAM, Nuria Enguita, y el comisario, Ramón Escrivà, el artista ha reconocido que acabar esta obra fue "una lucha contra el cuadro" y contra sí mismo, aunque ha defendido que "no hay que tener miedo el fracaso". "Lo más inteligente es tirar al rey y dar por finalizada la partida", ha ilustrado en un símil ajedrecístico. Final de partida, con 70 piezas entre pinturas, libros y dibujos, algunas de ellas inéditas, pretende mostrar los momentos más significativos de la trayectoria de Teixidor y ponerlos en diálogo con obras de sus fuentes de inspiración, como Barnett Newman, Ad Reinhart o Juan van der Hamen.
Una carrera marcada por "una abstracción muy precisa y no aquella que se erige por encima de la vida", ha resaltado Enguita, en la que también queda patente cómo bebió del universo de Matisse o de la poesía de Beckett. Precisamente, Teixidor ha comentado que este 2 de febrero se cumplen cien años de la publicación del 'Ulises' de Joyce, del que Beckett fue su ayudante, por lo que cree que es "un momento bonito" para dar el pistoletazo de salida a 'Final de partida'.
Una capilla para reflexionar sobre uno mismo
Durante el recorrido, el público se enfrenta a los dos extremos de la exposición, el uso del negro y del color, en una gran nave central con sus piezas más contemporáneas. Tras un área dedicada al bodegón, la muestra acaba en un recinto estrecho, una suerte de capilla concebida como espacio de meditación para sentarse y reflexionar en silencio sobre uno mismo.
"He procurado ser modesto conmigo mismo y he permanecido fiel a mi manera de entender qué es eso que se llama arte", ha manifestado Teixidor, quien se ha definido como un pintor de su tiempo a nivel social y político aunque no lo representen sus cuadros. También ha reconocido que le atrae la negatividad, que la lectura fue su gran formación y que tras muchos años ha aprendido que el color no se debe utilizar si una obra no lo demanda.
Como comisario, Escrivà ha hecho hincapié en que 'Final de partida' muestra a un artista "todavía está en plena forma", con un rigor y una coherencia "envidiable", e invita a reflexionar sobre el lenguaje pictórico sin un marco cronológico. Hay obras de sus inicios en el grupo de vanguardia Antes del Arte -aunque la directora del IVAM ha remarcado que Teixidor "no es muy de colectivos"-, cuadernos de su etapa en Nueva York y piezas más recientes en las que recupera la madera en sus lienzos. Como contrapunto, dos pinturas con un estridente amarillo, otras negras de grandes dimensiones o 'La muerte de Virgilio 2' que acabó en 2021.
Esta selección refleja que el arte de Jordi Teixidor evolucionó hacia planteamientos sobrios y contenidos, con el empleo de líneas o bandas verticales para construir el espacio. Una pintura 'muda' que sublima la idea del vacío y que también queda patente en sus cuadros negros. La exhibición, que se inaugura este jueves 3 y estará abierta hasta junio, cuenta con fondos tanto del Institut Valencià d'Art Modern como de la colección particular del artista y de instituciones como Fundación Juan March, Colección Banco Sabadell, Centro Andaluz de Arte Contemporáneo de Sevilla, Real Academia de San Fernando de Madrid, Colección Banco de España y Galería Nieves Fernández.