València a tota virolla

La cruzada continúa: el rótulo de València que te cambió (un poco) la vida

La reivindicación de los buenos rótulos callejeros favorece a la dicción de València. Su acelerada descomposición, por contra, complica su expresión. Hablamos de ellos

24/10/2020 - 

VALÈNCIA. De aquellos polvos, estos lodos. De la València sin letra y el debate sobre qué tipografía debería definir la comunicación de la ciutat, a un rastreo por los rótulos favoritos de algunos diseñadores y creativos (oh, ha dicho creativos) que hacen de este entorno el campo de sus batallas gráficas. Ante la despersonalización de la faz de la urbe, un juego que continúa.

Porque aquel rótulo de aquella marquesina no encierra solo un simbolismo estilístico, sino que ensalza territorios de la ciudad que son nuestros porque los hemos adoptado como propios. Imaginar el frontal de las calles sin letreros, sin simbología comercial, es retirar las letras de una hoja escrita por miles de manos. Aunque todavía hay algo peor: que todas las letras sean tan parecidas, tan idénticamente irrelevantes, que en lugar de denotar estilos los laminen.

Que la cruzada no pare, pues. La reivindicación de los buenos rótulos callejeros -coinciden las siguientes voces- favorece a la dicción de València. Su acelerada descomposición, por contra, complica su expresión. ¡Vamos!

El rótulo favorito de Lucía Meseguer
Bar Royal

“Uno de mis preferidos de la ciudad es el conjunto original de tres rótulos del Bar Royal, por su perfecta combinación de tipografías, formas y contenido. Siento que me cuenta una historia de antaño, una Valencia en blanco y negro, olor a tabaco, un Bitter Kas y una barra con camareros de pajarita. Una pena que los rótulos anexos más actuales lo hayan convertido en una especie de tótem kitsch algo desvirtuado. En cualquier caso, me gusta pasar y comprobar que sigue ahí”.

El rótulo favorito de Virginia Lorente
Marquesina del Rialto

“El luminoso de la marquesina del Rialto. Me parece brutal el juego entre la arquitectura y la tipografía. Durante el día cobra protagonismo el rótulo vertical marcando la torre, pero por la noche el edificio se transforma, se ilumina y son otros elementos los que cobran vida, el cuerpo de vidrio y esa marquesina que marca el plano horizontal, que sobresale y acompaña al paseante con una luz cálida y una tipografía Art Déco siguiendo el mismo estilo que el edificio, me chifa, de hecho es el primer edificio que ilustré, precisamente por esa marquesina”.

El rótulo favorito de Jose Alonso
Bar Congo

“Bajando por Reino de Valencia y pasada la Escuela de Artesanos, tropiezas con el Bar Congo. Siempre me ha resultado curioso su logo impreso en el toldo y rotulado en la fachada. Seguramente, no sea de los más representativos, ni tenga la solera de otros locales centenarios de València. Sin embargo, me gusta porque se le adivina una intención, se sospecha que hay alguien detrás. Aunque, realmente, lo que de verdad me atrapa es su similitud con el rediseño frustrado de Paul Rand para Ford. Dos maravillas”.

El rótulo favorito de Ana Climent
Club Carrovelismo Valencia

“La intrahistoria de València, contada por las personas. Hay una cosa intrínseca al carácter del valenciano, el comboi. Ese sentimiento que mueve el tejido social en València. Con él creamos nuevos rituales que acaban formando parte de lo cotidiano. Y hasta nos hace fundar clubs, casals o penyes donde celebrar, cada uno con su rótulo e identidad de grupo. No cuesta imaginar el posible inicio de esta intrahistoria… Cuatro amigos valencianos aficionados después de una paella de domingo, 'Ei, i si ens juntem i montem un club de carrovelisme?”.

El rótulo favorito de Migue Martí
Metropol

“¡Por los pelos lo tenemos todavía con nosotros! Mi letrero favorito de València es, sin duda, la tipografía Art déco del antiguo cine Metropol. Me gusta mucho cómo luce ligeramente escondido al entresuelo del edificio. Es uno de los últimos tesoros tipográficos de la ciudad que ha sobrevivido a inversores y al turismo. Una joya que todavía respira a república, Goerlich o Carceller, donde la letra "M" podría ser actualmente un logotipo de cualquier multinacional”.

El rótulo favorito de Omar Quiñones
Edificio Iturbi

“Hace unos años ayudé a mi amigo, el artista Luce, a llevar a cabo una intervención en el paso elevado que une las avenidas Giorgeta y Peris i Valero. Para indicarme el lugar de la acción él hablaba de “el puente del Iturbi”. Nunca le había prestado especial atención al rótulo más que algún pensamiento vago que me remitía a una empresa vasca de suministros industriales o algo por el estilo. Pero después de aquel día  y tras investigar un poco supe que esas grandes letras naranjas son el nombre del propio edificio, homenaje a los hermanos Amparo y José Iturbi, célebres pianistas valencianos. A mí personalmente, este rótulo, me recuerda haber pasado un buen rato con Luce”.