La corporación se vuelca en el lanzamiento del nuevo disco del cantante, tras años de ostracismo durante el mandato del PP, y recupera la defensa de la cultura valenciana
VALENCIA. Durante años la Diputación de Valencia ha primado la cultura-espectáculo, que tiene mucho de espectáculo y poco de cultura. Era la apuesta del anterior presidente, Alfonso Rus, un hombre que gustaba de divulgar y difundir lo que él entendía por estilo de vida en todas las facetas de su política. Sin reparos, el ex presidente de la corporación provincial y ex alcalde de Xàtiva llegó a gastarse 550.000 euros en discomóviles.
Esto ha cambiado. Y como ejemplo de ello, este lunes se oficializó la nueva apuesta cultural de la Diputación, tras el giro que ha supuesto el cambio político en la corporación, en un acto que tuvo lugar en el Palau de la Scala, una de las dos sedes de la institución en la Plaza de Manises, y que sirvió para arropar al popular músico valenciano, Pep Gimeno, el Botifarra. Él fue el elegido para presentar la nueva política cultural Diputación de Valencia. Él y su disco A un home que ve del poble, ningú fa abaixar la cara, cuyo título, extraído de la canción de Al Tall 'Tío Canya', alberga en su seno toda una declaración de intenciones.
La nueva política cultural estará basada en lo valenciano, no en lo chabacano, y se encaminará a potenciar las señas de identidad de la Comunitat, con el objetivo de hacer que la administración sea un instrumento al servicio de los ciudadanos y no una gestora de pasatiempos. La elección del Botifarra no es gratuita ni fruto de ningún capricho. Su irrupción en la música popular ha sido tal que hasta el anterior gobierno del PP se vio obligado a reconocerlo con una Alta Distinción de la Generalitat, una decisión en la que influyó, y mucho, la presencia de Manuel Tomás, músico de profesión, en la secretaría autonómica de Cultura. Sólo los oídos sordos podían hacer caso omiso a lo que ha supuesto Botifarra en los últimos años. Es, pues, incontestable.
Asimismo, le sirvió al presidente de la corporación, Jorge Rodríguez, para escenificar un compromiso encaminado más hacia la divulgación que la promoción de los políticos, hacia la protección de los artistas y no hacia el proselitismo. En ese contexto cabe enmarcar el anunciode que entre los proyectos que la nueva Diputación de Valencia ha previsto iniciar, dentro del programa musical conocido hasta ahora como Sona la dipu, se hallará el patrocino de este nuevo disco y de la gira por 15 localidades valencianas del cantaor de Xàtiva. Además, el disco también será repartido en todos los colegios e institutos valencianos.
Según el presidente de la Diputación, “impulsar el disco y la gira de Pep Botifarra, acompañado en esta ocasión por Pau Cháfer, es casi una obligación moral porque hemos estado instalados en la anormalidad cultural durante demasiado tiempo”. “Hemos vistos todos estos años cómo las instituciones públicas han estado discriminando a nuestros músicos y artistas en una actitud absolutamente alejada de los intereses de los valencianos”, remarcó Rodríguez.
La apuesta por la pluralidad y la música en valenciano devuelve a la administración al punto de partida. Una apuesta que hasta ahora habían cubierto de manera voluntariosa mecenas como Lluís Planes, quienes se vieron obligados a ocupar el espacio que los distintos gobiernos del PP fueron abandonado. Algo fallaba.
Ahora la nueva Diputación de Valencia “apuesta por la diversidad, la pluralidad y el respeto”, dijo Rodríguez. “Queremos una oferta para todos los públicos y sensibilidades musicales porque es necesario garantizar el derecho a escuchar música también en valenciano, en castellano o en inglés…”.
A un home que ve del poble, ningú fa abaixar la cara presenta a Botifarra con Pau Chàfer en un nuevo registro, en el que se fusiona jazz, pop y folk, acompañado de la banda de músicos compuesta por Tobal Rentero al guitarró, laúd, bandurria, dolçaina, mandolina y percusiones; Òscar Vila al bajo, guitarra, guitarró y mandolina; Edu Olmedo en la batería y percusiones; Miquel Pérez, a la guitarra y tiorba, y Vicent Chàfer a la bandurria, laúd y guitarró.
Precisamente, Vicent Cháfer es uno de los responsables de que este disco salga a la luz. La historia del mismo comienza hace más de 30 años, cuando un adolescente Pep Botifarra se presentó ante Cháfer, entonces uno de los integrantes del grupo de Xàtiva Sarau, para que lo escuchara cantar y formar parte de la agrupación.
Desde aquel día comenzó la carrera musical de Pep por todos los pueblos de la comarca y también por el extranjero. Vicent, Pep y otros miembros del grupo iban pueblo por pueblo, grabadora en mano, pidiendo a las personas más mayores que les cantaran todo tipo de canciones y romances que recordaran. Algunos con centenares de años de antigüedad que ellos mismos recuperaban e interpretaban por los pueblos de alrededor. Junto a ellos también iba a veces un niño, Pau Cháfer, que quería acompañar a su padre a muchas actuaciones y se impregnó de aquella música sencilla pero auténtica.
Treinta años después, y con una amplia carrera música a sus espaldas –además de estudiar piano, ha acompañado a artistas del mainstream nacional como Presuntos Implicados, Tamara, Revolver…— Pau se reencontró con Pep Botifarra y pusieron en marcha este nuevo proyecto que retoma canciones de Sarau, de Al Tall y otras también populares. Un disco que interpretarán en directo el próximo 14 de octubre en el Teatro Olympia de Valencia en una cita que antecederá a su participación en el Festival Deleste el 23 de octubre.