VALÈNCIA. “Borra todo y empezamos de nuevo”. Pero volver en el tiempo no es tan fácil. La entrevista concedida por el novelista Paulo Coelho a XL Semanal se ha convertido en una de las lecturas obligadas –por distintos motivos- del verano. El autor, que promociona su nueva novela Hippie, protagonizó una extraña conversación en la que afirmaba –desde su casa en Ginebra (Suiza)- ser hippie… para luego negarlo, un encuentro que concluía con la siguiente frase: “Yo soy un asesino, y los asesinos no se ponen nerviosos. Los asesinos solo matan o salvan”. Si bien, días después de la publicación y a través de su cuenta de Twitter, se congratulaba de que la entrevista había tenido el efecto esperado, dejando entrever que podría (quién sabe) haber sido una maniobra publicitaria. Lo sea o no, el impacto del artículo es real, aunque no se imaginaban que a partir de él se iba a generar un fenómeno ‘metaviral’.
El miércoles 22 de agosto la usuaria de Twitter @claraedea, seudónimo de la alicantina Clara Monzó, publicaba en su cuenta un poema titulado Hippie, que en pocas horas acumulaba varios miles de retuits. “Borra todo, empezamos otra vez”. De esta forma se inicia el poema que trocea la entrevista de la periodista Virginia Drake a Coelho, un juego de versos que compite en viralidad con su ‘fenómeno padre’. Líos de Internet. La autora, licenciada en Filología Hispánica por la Universitat de València e investigadora en teatro de los Siglos de Oro –prepara una tesis sobre Calderón de la Barca-, se ha convertido en apenas un día en tendencia gracias a las respuestas de Coelho. “Leí la entrevista y me encontré con aquello del dinero como abstracción o, bellísimo, como ‘impulsos eléctricos’”, explica Monzó a este diario.
“Podríamos hablar también de esta oleada de la a veces etiquetada como poesía urbana (por Casa del Libro en su campaña de verano, por ejemplo), del repentino tirón poético de ciertas editoriales, de la literatura como divulgación mesiánica de nuevos gurús o, mi polémica favorita, de la pérdida del sentido del ritmo como característica definitoria del género poético a favor de un formato aforístico”, expresa Monzó. Pero no todo es debate. “Antes que eso están las risas: reunir un puñado de letras, jugar al copypaste, darle al enter y enseñárselo a la colega que, como tú, tendría que estar trabajando en su tesis en lugar de buscar a la desesperada nuevas formas de procrastinación”. En cualquier caso: borramos, tuiteamos, empezamos de cero y compartimos a continuación Hippie. El poema, no la novela.