VALÈNCIA. Cuando se anunció que el gran evento de arte contemporáneo Documenta 14, que tiene lugar cada cinco años en Kassel (Alemania), iba a contar con una falla (sí, una falla) pocos imaginaban de qué manera se iba a dar forma a la idea. Con el objetivo de “coger un instrumento enclavado en la cultura popular valenciana y sacarlo de contexto para que todo el mundo pueda apreciarlo, aunque no lo comprenda”, el artista Daniel García Andújar ha llevado a la ciudad alemana su proyecto Los desastres de la guerra, una suerte de falla que ya ha sido consumida por el fuego. El llamado “anti-monumento” busca trasladar el espíritu de la fiesta a una de las citas más destacadas del ámbito del arte contemporáneo internacional, un pieza realizada en colaboración con el artista fallero Manolo Martín.
Como parte de un proyecto mayor, García Andújar construyó la pieza ‘Caballo de Troya’ como obra principal de su exposición en Kassel, una construcción de cinco metros de altura que representa una escultura clásica griega que ha sido levantada utilizando las técnicas de los monumentos falleros de los años 30: sin plásticos, ni fibras de vidrio; solo papel y madera. La particular cremà de la ‘falla’ fue la culminación de todo un ritual que tuvo su punto de partida a las 20 horas del pasado sábado, cuando la galería de arte contemporáneo Neue Neue Galerie, que acoge la pieza, cerró sus puertas. Entonces el público pudo ser participe del desmontaje de la obra, que fue trasladada por las calles de la ciudad a modo de peregrinación, acompañados por dos grupos de tabal y dolçaina escoltados por la policía.
“Siguiendo este antiguo ritual, la escultura de Kassel será quemada como parte de esta celebración pagana que busca liberar lo que no se necesita y preservar lo que deba permanecer”. Esta es parte de la información que se hizo llegar a los asistentes antes de emprender la marcha para que comprendieran un proyecto que remite a las Fallas y las Hogueras. El artista alicantino plantea su proyecto inspirándose en los grabados de Francisco de Goya pues, al igual que Los Desastres de Guerra del pintor, este proyecto es una protesta visual contra la violencia, aunque intenta indagar en una actualización de la representación del conflicto. De esta forma, el proyecto se centra en los sistemas de control de la nueva cultura del postcapitalismo, los procesos de estandarización y normalización, los efectos del conflicto en el sujeto contemporáneo, la guerra total del neoliberalismo y el cuerpo (último eslabón en la cadena de procesos de digitalización) como campo de batalla.
El recorrido llegó hasta una explanada situada en la zona norte de la ciudad, en el entorno universitario, donde volvió a montarse para su cremà, un camino en el que se entonaron canciones de carácter político como La Internacional o A las barricadas. Minutos antes de prender fuego a la obra se invitó al público a escribir sus mensajes y deseos en la pieza, siendo a las 23 horas cuando se leyó un manifiesto escrito por la historiadora de arte María Dolores Jiménez-Blanco en relación a la obra de García Andújar. Una pirotecnia alemana recomendada por la valenciana Caballer fue la encargada de la cremà dando por finalizado este evento ante los ojos no sólo del público alemán sino de gente de diferentes partes del mundo que asiste a una de las citas culturales más destacadas a nivel internacional.
La falla se enmarca dentro de un proyecto de investigación y desarrollo en progreso que se ha concretado en tres estadios: la publicación ‘LTI –Lingua Tertii Imperii’, que estudia la forma en que la propaganda nazi alteró el idioma alemán para inculcar a la gente ideas nacionalsocialistas; ‘Los desastres de la guerra, Akademia de los Metecos (Atenas)’, la propuesta que han contado con la colaboración del artista fallero Manolo Martín compuesta por diferentes elementos, donde destacan 60 modelos de esculturas griegas liberadas e impresas con impresoras 3D y un molde de la estatua del ‘Poseidón’; por último ‘Los desastres de la guerra. Caballo de Troya (Kassel)’ la propuesta con la que culmina el proyecto en la ciudad alemana. “Aquí no hay tropas terrestres, ni combate, ni siquiera generales: es un proyecto de artista, armado con una serie de estrategias y autorizado para aprender de nuestros recuerdos”, recalca Andújar.