Las series se han visto muy influenciadas por el momento presente. Sergio del Molino, Inés París y Beatriz Martínez conversan sobre el tema en la segunda edición del LABdeseries
VALÈNCIA. La eclosión de series de los últimos años ha transformado en gran medida el panorama de consumo audiovisual. La pequeña pantalla y la proliferación de plataformas han hecho que todo el mundo vea series, incluso los más reticentes a quedarse plantados ante producciones extensísimas de seis u ocho temporadas. Hasta ellos han acabado cediendo a la oferta de mercado, y más con la pandemia.
El coronavirus ha intensificado y acelerado todo este proceso. Durante el confinamiento, la mayoría buscaba sumergirse en historias, una detrás de otra, para olvidar aunque fuese un rato la realidad. Este fenómeno ha hecho que las series se transformen, y muestra de ello es la cantidad ingente de producciones que han intentado narrar la propia pandemia de manera casera o las series que más éxito han tenido en los últimos meses, como Unorthodox o Gambito de dama, que presentan universos muy concretos a través de un número razonable de capítulos en los que el espectador se sumerge por su contenido novedoso y atractivo.
Las series, en definitiva, han cambiado mucho. Y seguirán haciéndolo. Por ese motivo es importante preguntarse: ¿Cómo reflejarán las series pandemia y cómo estas se verán influenciadas? El LABdeseries (que está en medio de su segunda edición con programación de charlas y debates hasta el 24 de abril) ha querido poner este asunto sobre la mesa. Lo hace de la mano del escritor y periodista Sergio del Molino, de la guionista de La Valla
Inés París, y de la periodista y crítica de cine y televisión Beatriz Martínez. La conversación ha sido mediada por también periodista cultural Begoña Donat.
La primera interpelada ha sido Inés París, que nada más estallar la pandemia lanzaba en Netflix y en Atresmedia la serie La Valla. En ella, un mundo distópico asolado por un virus mortal se ve sometido a una dictadura. Las correspondencias con nuestra realidad son claras, pero París guionizó esta serie mucho antes de que nos tuviéramos que confinar. Explica que “los universos distópicos y apocalípticos están muy de moda”. Le ocurrió que mientras preparaba la serie se documentó sobre pandemias y vio que existía la posibilidad de que algo así ocurriera por los daños a los que nuestro sistema somete al medio ambiente. “Lo que no esperábamos era que la realidad superara en tanta medida a lo que pensábamos”, añade.
En esta línea, Sergio del Molino ha explicado que la historia es cíclica y que “a cada generación le ha tocado vivir una catástrofe”. Por ese motivo, según él, “nos gusta tanto ver universos apocalípticos en las series. También ha incidido en que “La Valla
dejó a un lado el costumbrismo típico español para sumergirse en la ciencia-ficción, y al final ha resultado que esa ficción se convierta en costumbrismo”.
Además, el escritor ha añadido que las series apocalípticas narran mundos muy frágiles “en los que todo se va a la mierda”, pero en nuestra realidad “los cambios son mucho más sutiles porque todo ocurre en el terreno de lo inefable y lo íntimo. Cuando hablamos en las series de epidemias del pasado, como el sida en It’s a sin, lo hacemos sin tratar esa enfermedad como un castigo divino. En cambio, todavía pensamos que la pandemia ha sido un castigo a todos los pecados cometidos, como si el planeta se estuviera vengando de nosotros”. París ha recalcado que eso ocurre porque “siempre tenemos la sensación de que aunque el suelo se mueva, no nos va a afectar” y que, para poder contar la pandemia sin esa criminalización de la que hablaba Del Molino, “hace falta distancia temporal y de extrañamiento para encontrar buenos puntos de vista en el relato”.
Durante la charla, los invitados han discutido acerca de la proliferación de series que ha habido de temática pandémica. TVE abrió la veda en España con Diarios de la cuarentena, y todas las plataformas han lanzado ya su propia producción sobre el asunto. Lo cierto es que, según coinciden los invitados, estas series han sido en general muy pobres. Beatriz Martínez explica “que le agotaron profundamente porque no le interesa nada de lo que ocurre en ellas. Ya tengo mis propias historias de cuarentena, no queremos seguir ahondando en eso. Creo que no va a constituir un tema sólido en futuras series, porque no hay nada interesante que contar, más allá, evidentemente, de los conflictos internos de una persona. Pero eso se ha hecho toda la vida”.
Inés París no opinaba lo mismo. Según ella, “nada parece interesante hasta que no se cuenta bien. El relato de un señor que cruza Estados Unidos en tractor puede ser una obra de arte”. En ese sentido, la guionista recupera el concepto de distancia: “Cuando la pandemia se cuente con tiempo, se hará de otra manera. Creo que es un relato que tiene muchísimo que dar de sí”.
Del Molino, al respecto explica que la experiencia histórica dice que al público le cuesta mucho interesarse por lo que ha vivido: “Las historias sobre el Holocausto empezaron a hacerse veinte o treinta años después del 49. Necesitamos ese tiempo, por eso a mí ahora me interesan mucho las series o películas que dan la espalda a lo que está sucediendo. Por ejemplo, la serie Line of Duty muestra en la última temporada un noviembre de 2020 en el que no existe la pandemia. Me encanta. Me recuerda al espíritu de Proust, que cuando escribió En busca del tiempo perdido justo ante el estallido de la Primera Guerra Mundial, habló de la aristocracia de su juventud. Esa novela refleja mejor que nada a la sociedad francesa de la época. Y lo hizo sin hablar de la guerra. Necesitamos dar la espalda a la realidad”.
Begoña Donat ha preguntado a los invitados cómo piensan que se retratará la pandemia en el futuro. ¿Mediante el drama, la comedia, el terror? Inés París ha destacado que durante estos meses “ha habido una alteración provisional de la ciencia-ficción, porque ahora el futuro que antes narrábamos está aquí en cierta manera”. Opina que “eso hará que, cuando todo esto haya pasado, la pandemia no se plantee como ciencia-ficción. No será un género en sí mismo, sino que se harán historias que no sean básicamente pandémicas. Cualquier género podrá hacerlo”.
Beatriz Martínez ha explicado que nos espera un tiempo “de escapismo puro y duro, de intentar olvidarnos de nuestra realidad para escapar de ella y huir de los dramas. Muestra de ello es el éxito de Godzilla vs. Kong”. Por su parte, Del Molino ha explicado que “lo que se pondrá en cuarentena a partir de ahora va a ser el género apocalíptico, que ya está sobresaturado y que narra historias pensadas para un mundo que no se derrumba. Si fantaseas, gusta. Pero en un mundo en el que todo se derrumba de verdad, eso no interesa. El género apocalíptico ya no te apela. Chirría”.
Todas las charlas del LABdeseries pueden seguirse en su canal de YouTube.