La Sala L'Horta propone imaginar la juventud de Geppetto antes de Pinocho

VALÈNCIA. La historia de Pinocho, el famoso personaje creado por el escritor italiano Carlo Collodi a finales del siglo XIX, ha sido objeto de diversas precuelas y reimaginaciones durante la última década, sobre todo desde el campo de la literatura y el cine. Gracias a ellas, el clásico cuento infantil sobre el muñeco de madera que aspiraba a ser un niño humano ha ido expandiendo su universo, añadiendo nuevas teorías sobre sus orígenes o aportando un contexto más profundo al personaje. El próximo domingo 20 de octubre, la Sala L’Horta pondrá en escena una de estas precuelas, creada por la veterana compañía de títeres madrileña La Tartana. La obra tiene la peculiaridad de poner el foco en Geppetto, el carpintero que en la historia original se construye a sí mismo una marioneta para que le haga compañía durante su vejez, dado que no tiene hijos.

Dirigido a toda la familia -y a niños y niñas a partir de los 3 años-, Soñando a Pinocho nos cuenta una historia sobre los acontecimientos que sucedieron antes del cuento que todos conocemos. La trama se ubica temporalmente durante la juventud de Geppeto, al que imaginamos trabajando de fogonero en un viejo barco de vapor. Un trabajo duro y solitario con la única compañía de los troncos y el fuego. El cuarto de calderas está lleno de troncos que esperan a ser tragados por el fuego. Bueno, todos no, porque Gepetto, hábil con la navaja, talla toda clase de figuras en la madera en sus ratos libres.

En esta obra, que interpretan tres actores-manipuladores, la habitación de calderas se transforma, pasando de ser un lugar inhóspito a un espacio mágico en el que un simple tronco de madera puede convertirse en cualquier tipo de criatura u objeto. Observamos, por ejemplo, a Gepetto cortando una cajita destinada a un ser muy pequeño que le acompañará a partir de ahora, y durante muchos años después: un grillo muy listo.

Soñando a Pinocho es la última producción de La Tartana, creada por Juan Muñoz e Inés Maroto poco después de celebrar el 40ª aniversario de la compañía. “Nos parecía muy interesante el personaje de Geppetto porque nos sentíamos muy identificados con él -afirman los autores-. De alguna forma, nosotros también compartimos con él la pasión de buscar personajes y darles vida a partir de materiales inertes. Desde esa idea ha salido este espectáculo, lleno de magia, imaginación y sorpresas”. La obra se estrenó con gran éxito en Fetén y Teatralia y llega ahora por primera vez a la sala de Castellar-L’Oliveral para que la pueda disfrutar el público valenciano.