VALÈNCIA. En medio de un rodaje, la actriz principal pide una reunión con el director para comunicarle que no hará la escena de desnudo prevista al considerar que no se trata de un proyecto honesto, una decisión que da pie a una conversación con muchas aristas entre las que se entrelazan las ideas de consentimiento, vulnerabilidad o precariedad. Esta es la premisa de Jusqu’ici tout va, el debut como director del actor y dramaturgo Francesc Cuéllar, una cinta que se estrenó en 2022 en el Atlàntida Mallorca Film Fest, donde obtuvo la Mención Especial, y que ahora toma una nueva forma como obra de teatro, en este caso bajo el sello de la compañía Triangle Teatre y la dirección del valenciano Borja López Collado.
Como Cuéllar en la versión cinematográfica, el dramaturgo valenciano asume tanto la dirección de la obra como uno de los papeles protagonistas, un escenario que comparte con la actriz María Almudéver, quienes construyen un relato íntimo y complejo que se desplegará los próximos días 23, 24 y 25 de enero en el Teatre el Musical (TEM). Por cierto, ahora bajo el título de La seqüencia, que sustituye al título original, tomado de la película francesa La haine, de Mathieu Kassovitz. “Lo que más me sorprendió cuando me crucé con la película fue encontrar el paralelismo que esa historia tan íntima y tan personal que [Cuéllar] contaba tenía con el ecosistema del mundo del teatro en el que yo también me encontraba”, relata Collado en conversación con Culturplaza.
Esas conversaciones que en la cinta mantienen Cuéllar y Lola Marceli, que interpretan el papel del director y la actriz respectivamente, fueron el detonante para generar nuevas conversaciones, en este caso entre Collado y Almudéver, quienes encontraron “paralelismos” e inquietudes casi idénticas que hacen de esta obra no solo un ejercicio interpretativo sino, también, de reflexión en torno al propio ecosistema que ellos habitan, un baile entre ficción y realidad constante que se plasma también en detalles como el hecho de mantener los nombres reales de los intérpretes.
La precariedad laboral es también el “telón de fondo” de un relato que pone negro sobre blanco la vulnerabilidad, en este caso, en la que se opera desde las profesiones artísticas, un relato que toma forma en un contexto post Me Too, el movimiento que en 2017 desveló numerosos casos de acoso y abuso sexual en la industria cinematográfica. En este marco se encaja La seqüencia, que desgaja una intensa conversación que nada entre la honestidad y los miedos, entre la ética y la estética. “El texto plantea un debate que es muy de nuestro tiempo y que tiene que ver con ciertas líneas rojas respecto a qué compromisos adquieres o dejas de adquirir en cuanto al trabajo. En la industriad el cine o el teatro, además, las personas estamos como mucho más expuestas, más vulnerables”, relata el director.
Estas son algunas de las cuestiones que pondrá sobre la mesa La seqüencia en el TEM, un proyecto que, aunque nació desde el audiovisual, tiene un componente “100% teatral”, pues sitúa la actuación en torno a una mesa donde ambos personajes mantienen esa compleja conversación, una obra que supone, además, un nuevo reto para Collado. Acostumbrado a llevar a las tablas sus propios textos o, en el caso de After Sun, a plantear una reescritura de los Veraneantes de Gorki, en esta ocasión se sumerge en una pieza que no le es propia aunque, en cierta manera, sí lo es. “Aunque no la he escrito yo, me siento muy representado, es un texto que me apela muchísimo. De hecho, hubo un momento en que nos planteamos meter más referencias biográficas, aunque al final decidimos que no hacía falta”. Con todo, Collado y Almudéver se suben a las tablas de TEM para poner el foco en esas complejas pero necesarias conversaciones pendientes del cine. Y no solo.