La presentación del concierto por Enrique Palomares escenificó un mayor protagonismo para los músicos de la Orquesta
VALÈNCIA. Se abrió la temporada en el Palau de la Música con la Orquesta de Valencia y fue esta vez Enrique Palomares, concertino de la misma, quien se dirigió al público en valenciano, castellano e inglés, para comentar el concierto y la temporada, algo que anteriormente solía hacer el director titular. Pero es que el recientemente designado como tal, Ramón Tebar, no se encontraba en el podio, sino entre el público, pues sólo está programado esta temporada en dos ocasiones. En cualquier caso, resultó grato que uno de los profesores, en representación de todos, asumiera un protagonismo que se les negó, de hecho, en el proceso selectivo del director. La velada contó con la presencia del alcalde, Joan Ribó, y la concejala de Cultura, Glòria Tello.
Se conmemoraba el sábado el centenario del nacimiento de la compositora valenciana Matilde Salvador, fallecida en 2007 y figura habitual en el auditorio de la Alameda. El concierto empezó con una selección de su ballet El ruiseñor y la rosa, delicada partitura que se brindó con el acierto que la Orquesta de Valencia suele conseguir en el repertorio de corte o raíces impresionistas. Destacaron especialmente la capacidad de evocación de las maderas y la seda de las cuerdas.
Era la primera vez que el peruano Miguel Harth-Bedoya dirigía a la agrupación valenciana. Muy bien con Matilde Salvador, se mostró algo más desigual con el Shostakóvich del Primer concierto para violonchelo. El primer movimiento, que gira obsesivamente sobre uno de esos inconfundibles motivos del ruso, estuvo bien ajustado en las muy precisas respuestas de la orquesta al solista. Pero hubiera gustado algo más de tensión y, sobre todo, escalonamiento de la misma: se trata de una música que va tornándose más hiriente en cada repetición, hasta llegar a lo insoportable, como una especie de torbellino que se acerca y que, luego, poco a poco, parece ceder. Algo similar sucedió en el Allegro final. A Guillermo Pastrana, el joven solista de violonchelo, también le faltó un punto de acidez, pero no agilidad ni técnica, en el endiablado primer movimiento.
Lo mejor estuvo en los dos centrales, de atmósfera distinta. Pastrana contestó, en el Moderato, a la primera llamada de la trompa, con una expresión extraordinaria, y fue seguido por las violas en la misma línea, por mencionar sólo el principio. Este movimiento es uno de esos remansos tristes, pero nunca autocompasivos, que Shostakóvich nos regala a menudo. Y tanto Pastrana con su instrumento como Harth-Bedoya con la orquesta, se adueñaron del espíritu de la música y lo transmitieron con intensidad y hondura. En el Palau no se movía nadie, pues el público estaba electrizado. Vino luego la Cadenza, que aquí no tiene las dimensiones habituales, sino que ocupa un movimiento entero donde el violonchelo toca en solitario durante casi seis minutos. El músico granadino mantuvo el sobrecogedor clima creado en el Moderato anterior, también en la última parte, que presenta un tempo distinto. La obra fue muy aplaudida al final, y se obtuvo un bis del solista: la Nana, de Manuel de Falla.
La última obra interpretada fue la Cuarta Sinfonía de Brahms, de la que el director chileno supo iluminar la riqueza rítmica que contiene, dirigiéndola además con un fraseo expresivo, pero donde no se limaron asperezas ni se cuidaron mucho los detalles, resultando, en general, lo menos conseguido del concierto.
El concierto del viernes fue el aperitivo de una temporada en el Palau que concluirá en junio. La Orquesta de Valencia ocupa un lugar central, con sus tradicionales conciertos de los viernes, y actuará con una pléyade de solistas, algunos muy cotizados. Tenemos a Measha Brueggergosman (3 de noviembre, con los Cuatro últimos lieder de Strauss), al barítono Matthias Goerne (24 de noviembre, quien, junto a Rinat Shaham, hará El castillo de Barbazul), las hermanas Labèque (15 de diciembre) y Leticia Moreno (19 de enero, con el Segundo concierto para violín de Prokófiev). Entre los solistas que provienen de la propia orquesta están Iván Balaguer, Luisa Domingo, Raúl Arias y Santiago Carbó. Ofelia Sala, Xavier Torres, Sergey Khachatryan, Nicolaj Znaider, Josu de Solaun y Fazil Say actuarán asimismo con la formación valenciana. Ramón Tebar la dirigirá los días 22 de diciembre y 9 de febrero. Yaron Traub volverá a hacerlo en varias ocasiones. También Pinchas Steinberg, García Calvo, Jordi Bernácer, Virginia Jiménez, Pablo González, Roberto Forés, Juan Luís Martínez, Pablo Rus Broseta, Lorenzo Viotti y Gustavo Gimeno.
Pueden resultar también de interés para el lector, entre otras, las siguientes fechas:
-12 de noviembre: la violinista Viktoria Mullova, con la Bamberger Symphoniker, y bajo la batuta de Jakub Hrůša, tocará el Concierto en re menor de Sibelius. Completa el programa Mi patria, de Smetana
-15 de noviembre: el contratenor Philippe Jaroussky y el Ensemble Artaserse interpretarán arias y movimientos de conciertos de Händel. Algunos de los títulos no son demasiado conocidos
-22 de noviembre: Yuri Bashmet (viola solista y director) y los Solistas de Moscú. Obras de Mozart, Rossini, Bruch y Chaikovski. Tocará la viola en los dos últimos
-14 de diciembre: el clarinetista y director valenciano Joan Enric Lluna, con el Festival Strings Lucerne y un programa que incluye páginas de Rossini, Baemann, Messager y Mozart. Tocará el clarinete con los tres primeros, de los que se abordan páginas poco difundidas.
-21 de diciembre: Gabrieli Consort & Players, dirigidos por Paul McCreesh, se enfrentan al tradicional Mesías de Händel, oratorio que ya hicieron en Valencia (2010). Han venido a la ciudad en otras ocasiones, siempre con repertorio barroco
-11 de enero: Martha Argerich comparte programa con otro pianista: Gabriele Baldocci
-17 de enero: Hélène Grimaud (piano) junto a la Philharmonia Zurich, dirigidos por Fabio Luisi. Obras de Weber, Schumann y Chaikovski
-31 de enero: Nancy Fabiola Herrera (mezzosoprano) y Rubén Fernández Aguirre (piano), con un programa español, que incluye una obra de Pauline Viardot, hija del famoso profesor de canto Manuel García y hermana de María Malibrán.
-7 de febrero: Elisabeth Leonskaja (piano) y el cuarteto Borodin: uno de los pocos programas de música de cámara en esta temporada, con obras de Haydn, Beethoven y Shostakóvich.
-11 de febrero: Europa Galante y Fabio Biondi interpretan el conmovedor Stabat Mater de Pergolesi
-15 de febrero: la orquesta del Teatro Mariinsky y la de Valencia, dirigidas por Valery Gergiev comparten la sesión. Nelson Freire será el pianista en el segundo concierto de Brahms. Se volverá a escuchar también la sinfonía “Leningrado” de Shostakóvich..
-21 de febrero: Olga Peretyatko, soprano, y el pianista Giulio Zappa, presentan un programa extremadamente variado. Quizá demasiado.
-24 de febrero: Grigory Sokolov, uno de los grandes. Programa a determinar
-7 y 8 de marzo: integral de los conciertos para violín y orquesta de Mozart. El miércoles 7 se completa con el Concierto para flauta, KV 313, y el jueves 8 con el de clarinete. A cargo de Les Dissonances, David Grimal al violín, Julia Gallego con la flauta y Vicent Alberola en el clarinete
-21 de marzo: Lang Lang (piano), adentrándose en el repertorio español, tras Debussy (Ballade) y Liszt (Sonata en si menor). Curioso programa.
-10 de abril: el añorado Zubin Mehta cancela su regreso a Valencia por motivos personales. Será sustituido el 14 de abril por la London Symphony Orchestra dirigida por Susanna Mälkki. El solista de violonchelo será Daniel Müller-Schott.
-26 abril: Orquesta del Mozarteum de Salzburgo, dirigida por Leopold Hager: Misa de la Coronación. Falta concretar coro y solistas.
-Vladimir Ashknenazy, ya octogenario, dirige a la Orquesta de Cadaqués (9 de mayo)
-15 de mayo: Maria João Pires, con la Orquesta de París y la batuta de Daniel Harding: Concierto “Emperador” de Beethoven. Luego, la Sexta sinfonía.
-23 de mayo: el polémico Ivo Pogorelich presenta un recital con Clementi, Haydn, Beethoven, Chopin, Liszt y Ravel. En definitiva: un recorrido por la historia del piano.
-30 de mayo: Ensemble Matheus y Jean-Christoph Spinosi: obras de Händel y Corelli. Se interpretarán después Las cuatro estaciones de Vivaldi, con ejemplos y explicaciones