VALÈNCIA (EFE). La Universitat Politécnica de València (UPV) restaurará más de 80 radios históricas de gran colección propiedad de un vecino de Paiporta, que fueron arrasadas por la Dana y recuperadas del lodo. Vicente Tarazona es un vecino de Paiporta de 82 años que desde bien joven aprendió a montar radios en su casa y tras jubilarse retomó esa afición para dar vida a una colección que ya iba por los 170 aparatos y que el pasado 29 de octubre se vio totalmente anegada en apenas unos minutos.
La noticia llegó a oídos de Carmen Bachiller, directora del Museo de la Telecomunicación 'Vicente Miralles Segarra' de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación (ETSIT) de la UPV. Bachiller, de estancia estos meses en Alemania, contactó con el Área de Comunicación de la UPV para ver si había alguna forma de hacerse con el contacto de Vicente Tarazona.
"Desde el museo, la escuela y la universidad queríamos contribuir a que esta colección no se pierda y desde que leí la noticia, solo teníamos ese objetivo", apunta Carmen Bachiller. Finalmente, el Área de Comunicación de la UPV puso en contacto a Carmen con la familia Tarazona y a partir de ese momento todo empezó a rodar.
Y lo hizo además con un apoyo más: el de un equipo de voluntarios y voluntarias, estudiantes de la ETS de Ingeniería de Telecomunicación y del Máster de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la UPV. Después de unos días de organización, el miércoles 20 y el lunes 25 de noviembre este equipo de estudiantes, coordinados por Amparo Quilis, responsable de Acción Social y Voluntariado de la UPV, y la propia Carmen Bachiller, acudió a Paiporta para trasladar la colección de radios de Vicente Tarazona del garaje de su casa hasta una nave que cedieron a la familia para poder almacenarlos. En total, trasladaron 124 aparatos; el resto desapareció entre el agua y el lodo derivado de la dana.
Una vez trasladadas al almacén, el Fondo de Arte y Patrimonio de la UPV las ha clasificado en tres niveles, según su estado de conservación: verde (mejor estado), amarillo y rojo (peor). Se ha realizado un inventario y catalogación de cada aparato, recopilando información sobre su año de fabricación, marca, modelo y características técnicas. "En total, estimamos que se podrán recuperar entre 80 y 90 aparatos”, apunta Toni Colomina, director del Fondo de Arte y Patrimonio de la UPV.
Estos trabajos se llevarán a cabo desde el Instituto de Restauración del Patrimonio de la UPV y, tras su intervención, una selección pasará a formar parte de la colección del Museo de la Telecomunicación de la UPV. "Tenemos el compromiso con la familia Tarazona de exponerlas como testimonio de lo que ha pasado, contando la historia de la colección y aportando nuestro granito de arena para que estas radios y el legado de Vicente Tarazona pase a las siguientes generaciones en el Museo de la Telecomunicación", señala Bachiller.
Tarazona explica a EFE que su colección le ha servido en los últimos meses para distraerse tras la muerte de su mujer y, tras quedar anegada por la dana, barruntaba desmontarlas para aprovechar, al menos, algunas piezas. En Paiporta, Vicente tenía los aparatos pulcramente ordenados en las estanterías, antes blancas y ahora llenas de restos de fango. Algunos de los transistores que tenía eran de los que se veía en las trincheras de "las últimas guerras".
Vicente nació con la Segunda Guerra Mundial en marcha, eran décadas en las que la radio era el gran medio de comunicación y a él le entró pronto el gusanillo. "Mi afición viene de cuando tenía 17 o 18 años. Hice un curso de Radio Maymo, que tenía mucha aceptación", recuerda. Luego se ganó la vida con una fábrica de muebles y retomó su afición por las radios cuando se jubiló, lo que le llevo a ampliar su colección. "Algunos son regalados pero casi todos (comprados) por internet y en rastros", señala. Tras la dana, su familia le insistía en que confiara en que alguna institución se pudiera interesar en ellas y se los quedaran para repararlos, ya así ha sido.