València a tota virolla

La València sub30: qué hay del muro generacional en la sociedad creativa

Ante la percepción de un muro invisible aislando a la generación más joven, el temor se pasa por el filtro de los veinteañeros en la València creativa. A ver

20/01/2018 - 

VALÈNCIA. Planteaba hace unos días Jorge Galindo en Cultur Plaza -a propósito de la presentación del libro El muro invisible. Las dificultades de ser joven en España- el aislamiento entre generaciones con la imagen gráfica del la pared que separa cohortes. 

Bajando esa impresión a un entorno cercano, València, y a una dimensión concreta, la cultura y la actividad creativa, ronda continuamente la pregunta de qué ocurre en esa ciudad de creadores que están por debajo de los treinta y cuyas actividades, muchas veces entremezcladas con otras, son fuente de riqueza cultural.

Muchos sonidos sub30 cuyos mensajes la mayoría de veces se escuchan por lo bajini. La soberbia de una generación que creería saberlo todo frente a la distancia ante unos seniors que parecen no querer escucharles. ¿Es incomprensión?, ¿es amenaza?, ¿es un mito infundado?, ¿hay algo de ello? 

Entre una amalgama uniforme de voces queriendo decir, aquí unas cuantas. Con intención iniciática vierten sus propuestas, lanzan sus ideas, verbalizan sus carencias.

Voz 1

Miquel Martínez, músico. 21 años. Toca la guitarra y el sintetizador en Fantastic Explosion. “Pero eso de profesión tiene muy poco. Estoy estudiando el grado en matemáticas y doy algunas clases particulares”. También forma parte de Hellposse, un colectivo de arte multidisciplinar. Participa en en iniciativas de música electrónica como Amor Absoluto, arcan.hell. Tiene un proyecto de House con Hyperclear y está preparando un EP en colaboración con Aufwachen.

Carencia de lugares de conexión

“La verdad es que me encantaría poder decir que Valencia tiene todas las papeletas para poder considerarse una buena ciudad para la gente creativa. Creo que Valencia carece de mucha infraestructura cultural. Con esto quiero referirme a espacios de encuentro para la juventud en los que se debata materia cultural contemporánea.”

Direcciones jóvenes

“Creo que es  casi imprescindible para una ciudad que se quiera considerar puntera en materia cultural que existan espacios dónde sea la propia juventud la que gestione y decida la dirección de sus propios intereses en materia artística. Un espacio dónde se establezcan vínculos con otras iniciativas culturales, donde la gente pueda compartir perspectivas e inquietudes y sobre todo un espacio en el que se cree. En definitiva un espacio que reúna físicamente las capacidades para poder alojar conciertos, exposiciones, proyecciones, jornadas etc  pero lo más importante, que esté gestionado por los propios jóvenes. Estamos cansados de centros culturales que falsamente se hacen pasar por representantes de la juventud cuando no hacen más que chupar de subvenciones públicas y meter a amiguetes en los cuadros de dirección. Hace falta que la gente joven se de cuenta de que nadie va a responder por ellos. Aquí y ahora más que nunca, juan palomo, yo me lo guiso yo me lo como.”.

Sin brecha generacional

“A la hora de generar cultura hay muchos muros, pero no creo que la brecha generacional sea uno de ellos. Me junto con gente de edades muy variadas y es muy estimulante en todos los aspectos. El intercambio se da en ámbitos en los que principalmente existen puntos comunes aunque otras veces es la diferencia la que genera esa relación o intercambio de ideas.”

Hazlo

“Me gustaría que la gente con iniciativa se lance sin miedo a construir cultura desde la inquietud y la curiosidad y sobretodo que lo hagan con amor. Si quieres hacer música electrónica, hazla. Y si quieres hacer una versión valenciana de Boiler Room y llamarla BOLLIT, convocar a colegas en el terrado de tu casa y pinchar hasta que el vecino suba y te estropee los juguetes para hacer música, hazlo. Fuera de coñas, esta idea está en proceso, y el nombre está registrado (no, pero no te copies)”.

Voz 2

Diana de Arias, de Dénia, tiene 27 años. Es diseñadora gráfica. Uno de sus últimos proyectos, Decedario, emplea el diseño para la rehabilitación del lenguaje en personas afectadas por Daño Cerebral Adquirido (DCA). “Qué satisfacción ver cómo el diseño se convertía ante mis ojos en algo más que diseño”.

De la necesidad...

“Mi experiencia de trabajo ha sido siempre muy favorable, no me puedo quejar, pero por compañeros sé que la realidad es otra y encontrar trabajo o incluso prácticas en condiciones, no es tarea fácil. Tal vez, por esa ausencia en la oferta de trabajo muchos jóvenes con formación e inquietudes están desarrollando nuevos proyectos, eventos e iniciativas que nacen de necesidades actuales de la sociedad. Es otra vía que la ciudad de Valencia también contempla”.

Sin muro generacional

“En València es bastante común encontrarte con profesionales de diferentes edades en cualquier evento de diseño, cultura, arte… y compartir opiniones. Solo hay que echarle un poco de morro cuando algo te interesa. 

Diseño en la ciudad

“Valencia está cogiendo una buena dirección hacia la creatividad, es cuestión de tiempo ver de manera notable los resultados. Aunque como ciudadana y diseñadora me encantaría respirar más diseño en las calles de Valencia y menos basura visual. Entre otras cosas, eso está directamente relacionado con la educación y la cultura social.”

Voz 3

Iván Fernández de Córdoba. 28 años. Cineasta. Todas sus películas están grabadas fuera de la ciudad. “Suelo huir a un entorno natural”, pero cada vez me apetece más contar una historia con Valencia como eje. ¡Espero que sea pronto!”.

La relajación...

“Tenemos una ciudad tranquila, con buen clima y buena gente, ¡corres el riesgo de relajarte demasiado! La verdad, considero que el arte está deslocalizado, todo depende de la motivación y determinación de la persona”.

Indicios de industria

“Con la producción de contenidos para la nueva televisión valenciana las generaciones se están mezclando. En mi caso, estoy en contacto con profesionales con más experiencia que yo y estoy enriqueciéndome con ello”.

Generación colectiva

“Me gustaría sentir más unión entre todos para poder generar propuestas colectivas.”

Voz 4

Sevak Asatrián es arquitecto. Tiene 23 y es de Armenia y de València.

Generación bisagra

Pienso que somos una especie de bisagra de unión entre dos generaciones que tienen mucho más difícil esa conexión y por eso no pienso que tengamos gran dificultad para relacionarnos con ellas. De alguna manera tenemos una doble empatía con la generación anterior y la posterior, como si de alguna manera formásemos parte de las dos. Aquello de “somos la primera generación en crecer con internet y la última en no hacerlo” y por tanto ser capaces de conectar con dos mundos tan distantes sin muchas barreras”.

Consumo propio

“Valencia es un excelente lugar desde donde exportar la creatividad, por esa tradición mediterránea tan característica, pero es también muy importante que la propia ciudad se nutra de esa producción y para ello es positivo que tanto la sociedad como las instituciones puedan apostar más por el trabajo creativo local que, sin duda, tiene mucha calidad”.

Voz 5

Raquel Adalid es cantante tiene 21 años y su nombre artístico es Chlöe’s Clue. “Creo que, justamente, la música es el hilo conductor entre todas las generaciones. Nos damos unos a otros un poquito de lo que tenemos. Vamos, un hilo musical”,

Voz 6

Diego Escriche, 23 años, voz y guitarra de grupo valenciano La Plata. Miembro de Hellposse, “conjunto de electrónica experimental. Se irán subiendo ediciones online por medio de Slightly Amateur, un vertedero digital en el que estamos trabajando”. 

Vida bajo mínimos para dedicarla a la creación

“Las viviendas valencianas tienen la ventaja de ser más baratas que las de otras capitales españolas. Aquí es más sencillo llevar una vida bajo mínimos para dedicarla a la creación. A falta de infraestructura cultural contemporánea dirigida por gente joven hay apoyo entre artistas "underground" de todas las edades. La ciudad no resulta demasiado masificada y esto da pie a la experimentación y creación continua en nuevos proyectos y colaboraciones”.

Centros dirigidos por jóvenes

“Son muy necesarios los espacios culturales gestionados y dirigidos por jóvenes de distintas disciplinas artísticas contemporáneas, es decir, un punto de reunión donde poder hacer exposiciones, proyecciones, jornadas y conciertos. A falta de licencia hay muchos locales que tienen que realizar las actuaciones en directo de manera clandestina. 

Voz 7

María Visuals, Villena, 25 años, es creadora audiovisual para redes sociales.

La oportunidad

“Depende de encontrarte con alguien que te dé una oportunidad… y aprovecharla”. 

Colaboración audiovisual

“No percibo una distancia con otras generaciones, más bien al contrario, en lo audiovisual hay buena conexión con gente de más edad… y de menos, cierta colaboración en común”. 

Coordinación

“Necesitamos iniciativas culturales más coordinadas, menos solapamientos. Conciertos y eventos con una programación común”.

Voz 8

Fran Munyoz, 23 años, artista. Puerto de Sagunto. 

La ciudad sin agobios

“València tiene esa combinación perfecta que te permite recorrer la ciudad mientras te conoces a ti mismo. Sin agobios ni prisas. Pero por otra parte necesita abrir nuevos frentes, locales con un toque alternativo, puntos de encuentro que fusionen la galería , los espacios de coworking, los bares...

Desconexión generacional

“Hay un gran ''muro invisible'' entre varias generaciones. La forma en la que pensamos y vivimos ha cambiado mucho.  La manera de mostrarse, exponer, e incluso difundir tu obra también. Es difícil pensar que puedan llegar a comprendernos del todo. Pero no tiene la culpa nadie, a nosotros también nos pasará. A mí me cuesta asimilar la forma que tiene mi prima de diez años en confeccionar relaciones con sus amigos mediante la tecnología, y eso que yo formo parte de la generación Millennial. Cada vez esto irá en aumento, nosotros estamos en el punto intermedio ,donde todavía comprendemos que hay más vida sin un móvil de por medio”. 

Arte joven

“Como ya he comentado anteriormente, me gustaría que hubieran muchos más espacios expositivos independientes que apostaran por el arte joven. En mi caso, el arte tiene que tirar para un registro más Underground, y no me refiero a nivel estético, si no a nivel conceptual. Hay que empezar a asumir que quizá la forma de llegar y mostrarse ya no reside en lo puramente convencional. Es por esto que apostaría por espacios para un ''Arte de todos y para todos'' un punto donde no solo se muestren nuevas ideas y formas de expresión, si no que puedan surgir otros modos de planteamiento mediante el diálogo y el confeccionamiento de nuevos vínculos.” 

Voz 9

Emmanuel Carrasquero es diseñador, tiene 28 años y nació en Caracas. 

Maestros para aprendices

“En mi corta experiencia, con diseñadores de otras generaciones no he encontrado ningún muro, todo lo contrario. Siempre he sentido una voluntad de enseñarnos y hacernos crecer. Entienden que unos buenos diseñadores jóvenes son la clave para que el sector siga con ese crecimiento que está empezando a experimentar. Fuera del mundo del diseño, sí. Pero ya no como diseñador, sino como joven que está empezando en el mundo laboral. Noto una falta de confianza generalizada hacia nuestra generación y a eso súmale las dificultades con las que nos estamos encontrando como generación.”

Eso lo hace mi sobrino...

Vivimos en una ciudad en la que, en general, se considera el diseño como un lujo más que como una necesidad. Además, tenemos un tejido empresarial en el que abundan empresas pequeñas o muy pequeñas que, por su volumen, les supone un sacrificio muy grande asumir una inversión en diseño, por lo que se nos queda un mercado muy pequeño para nuestro trabajo, que además está ya copado por quienes están establecidos. No obstante, es una situación que afecta a novatos y veteranos por igual. Los estudios en Valencia son muy pequeños, incluso los más importantes, apenas tienen capacidad para contratar (con suerte) a un diseñador. Trabajar por tu cuenta (aparte de las cuotas de autónomos) significa tener que vivir con el miedo al típico «eso lo hace mi sobrino, que sabe de ordenadores», y tener que justificarte constantemente, precisamente por esa falta de confianza en nuestro trabajo.

Respecto a ello, es importante el papel que juegan las administraciones. Si son las primeras en invertir en diseño, el ciudadano confía en el diseño y eso acaba repercutiendo en el mercado, y por suerte, vivimos un momento en el que esto está ocurriendo y poco a poco se va revirtiendo el efecto de casi veinte años de menosprecio institucional hacia nuestra profesión. Esto está haciendo que el sector vuelva a florecer y hará que crezca el mercado y las oportunidades para los que estamos empezando. Si seguimos así, la ciudad sí que será un buen lugar para los jóvenes creativos.

València en ruptura o a medio camino

“Veo un poco más de valentía y de ruptura. Nos estamos atreviendo a diseñar de verdad y a convencer al cliente de que esto es lo mejor para su negocio, y el cliente está teniendo la valentía de aceptarlo y llevarlo a cabo. Por otro lado, llevar a más esa apuesta institucional por el diseño para todo aquello relativo a la imagen de la ciudad. Entiendo que es un proceso y que se está llevando a cabo, pero no hay que quedarse a medio camino.”