VALÈNCIA. “Si hay gente que teme a la ópera, debería venir a ver esta obra: se le abrirán las puertas a un mundo maravilloso, porque lo tiene todo”. La frase corresponde a Allex Aguilera, responsable de la puesta en escena del Turandot que podrá verse en Les Arts los días 17, 20, 23, 26, 28 y 31 de octubre. Una versión de la pieza de Puccini ideada por el cineasta Chen Kaige (quien ha delegado en Aguilera todas las reposiciones de este trabajo) que ahonda en la perspectiva asiática de la historia frente a la visión occidental imperante desde su estreno en 1926. No en vano, esta producción valenciana creada hace una década fue la pieza elegida para inaugurar el coliseo lírico de Cantón.
Aguilera se expresó así este miércoles durante la presentación a los medios de la obra en un acto en el que también estuvieron presentes la presidenta del Patronato del Palau de les Arts, Susana Lloret, y Alpesh Chauhan, quien se pondrá al mando de la batuta. Con una duración total de tres horas - dos breves descansos incluidos-, la venta online ya ha colgado el cartel de sold out, por lo que solamente quedan disponibles las entradas que pueden adquirirse en taquilla y cuyos precios oscilan entre los 7 y los 50 euros. Según Lloret, las seis representaciones estarán dedicadas, a modo de homenaje, a la recientemente fallecida Montserrat Caballé, que interpretó tanto a Liù como a la propia Turandot.
Prohibida durante años en China por considerar que menospreciaba a sus habitantes –“para ellos, la visión que se ofrecía podía ser el equivalente a una ‘españolada’”, señala Aguilera-, la obra de Puccini aborda la figura de la impasible princesa Turandot, quien ha jurado que solamente se casará con el hombre que resuelva los tres enigmas formulados por ella misma. De equivocarse, el candidato será ejecutado sin miramientos. La aparición en escena del príncipe tártato Calaf trastocará sus planes. La de Kaige no se trata de una pieza nueva para el público valenciano, de hecho, esta es la cuarta ocasión que Les Arts la acoge. En este sentido, Chauhan resalta el profundo conocimiento que la Orquestra de la Comunitat Valenciana tenía de esta obra debido a las anteriores batutas de Zubin Mehta y Lorin Maazel. Para el director, la formación manifiesta cierta “electricidad” y sus músicos están “hambrientos” por tocar. En un principio, el coro no parece tener una excesiva presencia en esta producción, sin embargo, para Chauhan “cuando está en escena su trabajo es excepcional, consiguen un sonido redondo y un empaste vocal increíble”. En esta línea, subraya la mezcla conseguida entre cantantes jóvenes y otros más veteranos “para lograr una mayor evolución”. "Turandot es como un gran barco cuyas diferentes partes debes manejar con buen rumbo”, sostiene.
Respecto al elenco, Turandot, la princesa de hielo, se verá encarnada por Jennifer Wilson; Marco Berti dará vida al “simple y a menudo estúpido” Calaf y Miren Urbieta-Vega interpretará a la esclava china Liù, el personaje que consigue transformar a la protagonista y enseñarle que lo importante en la vida “es el amor”, apunta Aguilera. Por su parte, Abramo Rosalen será el rey tártaro Timur en esta producción fruto de una colaboración del coliseo con Turisme de la Comunitat Valenciana. El día 26, tanto Turandot como Calaf serán sustituidos por dos promesas emergentes: Teresa Romano y Amadi Lagha.
Como sostiene Allex Aguilera, una de las grandes marcas diferenciales en esta versión de Turandot radica en la voluntad de Kaigen por ofrecer las raíces asiáticas del relato, que dejara de ser “una fábula china contada por occidentales”. Ese enfoque centrado en la tradición oriental queda reflejado, por ejemplo, en algunas escenas de muerte, que son representadas aquí “de forma más elegante y más sutil”. Esa visión más próxima a la cultura china queda también reflejada en la gestualidad de la propia Turandot y en su forma de expresarse a través de las manos. “Se trata de una producción realmente china, es un auténtico cuento chino”, considera.
Para el director de escena de la reposición, se trata de una obra “muy completa”, en la que aparecen todos los elementos que definen a una ópera: “hay una masa coral relevante, hay mucho volumen, cada final de acto impacta de verdad…También tiene diversión y contiene arias que suponen un éxtasis”. Como ejemplo, destaca la archiconocida Nessun dorma. Respecto a los personajes destaca a los ministros Ping, Pang y Pong, que suponen “un regalo” para la función.
Desde el punto de vista de la conducción musical, esta versión de Puccini se ve caracterizada por su ritmo acelerado. “A menudo, en Italia se opta por una versión muy clásica de Turandot, pero nosotros apostamos por una versión un poco más romántica y moderna de la pieza. Debemos intentar sacar colores de ella. A veces les pido demasiado a mis artistas, pero es que la música de Turandot es muy rápida, exige mucha velocidad”, apunta Chauhan, para quien se trata de una ópera “muy sinfónica, en la que la voz y los personajes deben ser dos capas que vayan juntas, que no se estén alejando unos u otros, pues si se separan se pierde el espíritu de Puccini”. “La simplicidad de Calaf y la frialdad de Turandot hacen que los espectadores se acaben centrando en Liù, el personaje en el que reside el corazón de toda la obra, es la que le da sentido a todo”, apunta Chauhan. En cuanto a la escenografía,en esta puesta en escena valenciana se han mantenido los elementos originales ideados por Chen Kaige, explica Aguilera.
A principios de mes, el Consell anunciaba un proceso de reequilibrio patrimonial por el que Les Arts quedaba libre de los 32,5 millones de euros de deuda que acarreaba gracias a una iniciativa que la vicepresidenta, Mónica Oltra, calificaba de "operación acordeón". Para la presidenta del Patronato del Palau de Les Arts, contar ya con un patrimonio neto positivo supone "una nueva carta de presentación" tanto en sus relaciones con el Ministerio de Cultura como en el proceso de atracción de nuevos colaboradores.
Gracias a este giro de guión, la Generalitat espera que desde la cartera dirigida por Guirao se ocupen por fin las dos sillas que tienen reservadas en el Patronato del Palau de Les Arts, pues ya no se puede esgrimir la deuda como motivo para no hacerlo. En ese sentido, Lloret subraya que haber alcanzado el equilibrio patrimonial implica que el centro valenciano posee ya "todos los condicionantes" para recibir del Ejecutivo central "lo que le corresponde" en concordancia con lo que se destina a otros coliseos líricos del Estado. De igual modo, resalta que la actitud del Gobierno ahora es "diferente" a la etapa en la que contaba con Rajoy al frente y asegura tener "muchas y muy buenas expectativas" ante la próxima reunión que mantendrá el conseller de Cultura, Vicent Marzà, con los responsables del Ministerio. En cuanto al malestar manifestado hace semanas por las asociaciones de danza y teatro debido al fichaje de 60 voluntarios no profesionales para participar en el montaje de La flauta mágica conducido por Graham Vick , Lloret recuerda que "todos los que se apuntaron están participando y acuden a los ensayos siempre que les es posible. Como ya explicamos, no era un casting para figurantes, sino una llamada a la participación ciudadana". Así, tacha la polémica de "una lamentable confusión".
Volviendo por lares asiáticos, ya seas una damisela oriental algo reticente al amor, un galán tártaro en pleno cortejo o un valenciano sin demasiada afición por el género operístico, Chen Kaige, Puccini y demás sospechosos habituales te esperan en Les Arts.
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